12 verdades de ser madre de un hijo con carácter fuerte
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Si tienes un hijo con carácter fuerte, lo habrás notada desde que era bien pequeño, ¡incluso cuando era bebé! Su personalidad es arrolladora y te ha mostrado lo que quiere y lo que no quiere desde que era bien pequeño. ¡Eso no es malo! Los niños con carácter fuerte se convertirán en personas de éxito si se les guía correctamente y no se les reprime su fuerte personalidad.
Desde el momento en que te diste cuenta de que tu hijo tiene un carácter fuerte también te diste cuenta de que pone a prueba los límites, y también tu paciencia. La calma que te gusta tener en casa simplemente desaparece con su presencia. Con tu hijo te has dado cuenta de que hay otra manera de criar, que nada tiene que ver con esos padres que te aseguran que sus hijos tienen una personalidad más “dócil”. Tu pequeño sabe lo que quiere y cómo lo quiere, también sabe lo que no quiere… y no se va a conformar con otra cosa.
Como padre o madre de un hijo con carácter fuerte, es posible que sientas cierta envidia de esos padres que pueden criar a sus hijos sin gritos ni nervios, sin amenazas ni castigos. Envidias esa paz que se supone que tienen en casa y crees que eres tú la que está haciendo algo mal en la crianza de tu pequeño. Nada más lejos de la realidad. No estás haciendo nada mal, lo estás haciendo lo mejor que puedes.
12 verdades de ser mamá de un niño con un fuerte carácter
Aunque a veces pienses que tu hijo es agotador, la realidad es que es la mejor bendición de tu vida. Su carácter es fuerte y esto le ayudará a ser una persona de éxito en el futuro, siempre y cuando sepas cómo potenciar esa estupenda personalidad que tan diferente le hace de los demás… ¡No te pierdas estas verdades que describen a tu pequeño!
- Saben lo que quieren y lo que no quieren.
- Son apasionados y no aceptan un NO por respuesta.
- Tienes que negociar todo y darle opciones para no encontrarte con una negativa instantánea.
- Muchas veces sientes ansiedad por su comportamiento y te gustaría desaparecer… aunque después sabes que le echarías de menos.
- Te gusta bromear con tu pareja y hablar sobre de cuál de los dos heredó el comportamiento.
- Los gritos y las peleas en casa empiezan desde primera hora de la mañana y te sientes mal por eso.
- Tu hijo habla mucho, es impulsivo y habla sin parar… tiene verborrea constante.
- Te gusta saber que tu hijo no se deja influir por las masas, él sabe qué hacer y cuándo hacerlo, independientemente de si sus amigos hacen algo diferente a lo que tiene en mente… ¡es una bendición que no sea vulnerable a la presión social!
- Te ha hecho madurar y crecer como madre, pero también como persona: te ha enseñado que no se puede controlar todo en la vida, y que hay cosas, que simplemente se deben aceptar.
- Te enfadas cuando alguien te dice que tu pequeño necesita más mano dura.
- Sabes, en el fondo, que estás criando a alguien que va a cambiar el mundo, porque llegará muy lejos cuando sea un adulto, ¡podrá conseguir cualquier cosa que se proponga!
- Cuando te abraza y te dice que te quiere o que eres la mejor mamá del mundo (aunque te enfades de vez en cuando), sin duda sabes que lo estás haciendo bien, o al menos, lo mejor que puedes en ese momento… ¡porque es tu hijo quien te está enseñando a ser la mejor madre para él!
¿Estás de acuerdo con todas estas verdades? ¿Añadirías alguna más?
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