El verdadero amor se conoce cuando ves a tu bebé por primera vez

Quizá pensabas que conocías el amor, que sabías que era eso de estar enamorada. Es posible que te hayas enamorado realmente de una persona en tu vida en una relación romántica. Pero ese amor que pensabas que era tan grande o que simplemente fue el primero o más bonito de tu vida, nada tiene que ver al que sientes cuando conoces a tu bebé por primera vez. En ese mágico instante en el que te muestran a tu bebé, es cuando realmente sabes lo que es el verdadero amor.

El primer amor verdadero

Ese será el primer amor verdadero que conozcas, el que realmente sientas desde tus entrañas, el que te haga sentir viva y por el que realmente merece la pena vivir cada segundo de tu vida. Ese amor que sientes al ver la cara de tu bebé al nacer se irá incrementando por días, por semanas, por años… Es un amor sin fin, un amor que no podrás describir con palabras de la magnitud tan inmensa que tiene en tu corazón.

El amor que se siente por una persona con la que mantienes una relación romántica puede tener fecha de caducidad, por muy intenso o largo que haya sido. En cambio, el amor que se siente por un hijo nunca acabará. Desde que una mujer se queda embarazada sabe que el bebé que está gestando en su interior será un amor para siempre y cuando le ve la carita por primera vez todo queda confirmado.

No podemos olvidar, que el amor hacia un hijo no solo ocurre cuando una mujer gesta a un bebé en su interior, es posible que ese maravilloso bebé venga de otro vientre o de otro país… Y que tú seas su nueva familia. Un hijo es un hijo, aunque no tenga tus genes y se les quiere tanto que hasta duele a veces. Cuando ves a tu bebé por primera vez te parece el rostro más maravilloso del mundo y sabes que tu corazón deja de ser tuyo para siempre, porque pasa a estar con tu hijo hasta el día de tu muerte y más allá.

Tanto las mamás como los papás lo experimentan

Quizá pienses que solo las madres que gestan a sus bebés son las que sienten el verdadero amor hacia sus hijos, pero la realidad es que también son los papás los que sienten este profundo amor. Los padres padre también sienten un gran deseo de tener hijos y para ellos, también son su vida, lo más maravilloso que puedan tener. Luchan con uñas y dientes por el bienestar de sus hijos, porque ellos, sus pequeños, siempre serán lo primero ante todo en la vida.

Los papás al ver a sus bebés por primera vez, al abrazarles, al tocarles y al ver su bonita y preciosa carita, se dan cuenta de que también han conocido al amor de su vida, al primer amor real, el que realmente dará sentido a su vida a partir de ahora. Porque el amor que se siente por un hijo supera cualquier cosa. 

Un amor que jamás se debilita

No importa lo que pase en tu vida o los obstáculos que os pongan en el camino. El amor que se siente hacia un hijo no se debilitará jamás. Es un amor infranqueable, un amor maravilloso que siempre estará en tu corazón y se intensificará con el tiempo. Un hijo es lo que más se quiere en la vida y eso no se puede cambiar por nada, porque un hijo desde su primer minuto de vida en tus brazos, es tu amor verdadero y eterno.