5 valores que distinguen a las madres de niños con necesidades especiales
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Para una madre no resulta fácil asumir que su hijo tiene necesidades especiales. A veces pasan años antes de que realmente acepte el diagnóstico y asuma que su hijo no es como los demás. Durante ese tiempo lo más probable es que tenga que aprender a lidiar con sentimientos como la culpabilidad, la frustración, el resentimiento, la vergüenza y la desesperanza, de los cuales no será fácil deshacerse. Sin embargo, la mayoría de las veces logra salir adelante, superar todos los obstáculos y convertirse en una madre especial.
¿Qué hace tan especial a las madres de niños con necesidades especiales?
1. Nunca se rinden
Si algo distingue a las madres de niños con necesidades especiales es su voluntad para seguir adelante y no rendirse nunca cuando de la educación de sus hijos se trata. Incluso cuando el resto ha tirado la toalla, ellas siguen luchando porque son conscientes de que su esfuerzo puede marcar una gran diferencia y quizá convertirse en ese último impulso que necesitan sus hijos para desarrollar todo su potencial. Obviamente, como al resto de madres, hay veces en las que el desánimo y el agotamiento les vencen, pero son capaces de volverse a levantar, reponer fuerzas y seguir educando a sus hijos.
2. Son madres, educadoras y rehabilitadoras a la vez
Las madres de niños con necesidades especiales no solo son multitareas sino que saben muy bien cómo desempeñar varios roles a la misma vez. Cumplen cabalmente las funciones que desempeña cualquier madre pero también ponen en práctica sus nociones sobre educación especial, a la vez que se encargan de rehabilitar a sus hijos en casa para estimular su desarrollo físico y mental porque son conscientes de que para estos niños cada minuto cuenta. Incluso, algunas matriculan en cursos básicos de educación especial o rehabilitación para ser capaces de ayudar a sus hijos cuando más les necesitan.
3. Saben apreciar los pequeños detalles
Muchas madres, inmersas en la dinámica de la cotidianeidad, pasan por alto a veces pequeños detalles como un beso inesperado de sus hijos o el momento en el que terminan una tarea. Para las madres “comunes” se trata de acciones cotidianas a las que se han ido acostumbrando, sin embargo, para las madres de niños con necesidades especiales estos pequeños detalles significan grandes progresos que celebran con inmensa alegría. Para estas madres no pasará desapercibida ninguna palabra de su hijo con autismo o cada uno de los objetos que logra identificar su hijo con ceguera.
4. Tienen una mentalidad libre de estereotipos
Las madres de niños con necesidades especiales se distinguen por tener una mentalidad abierta y libre de los estereotipos que dicta la sociedad. Saben por experiencia propia que cada persona es única y que el hecho de tener necesidades especiales no significa que una persona no pueda ser valiosa y útil. Estas madres son conscientes de que los estereotipos pueden marcar a alguien para toda la vida, por lo que prefieren darles una oportunidad a las personas antes que dejarse llevar por ideas preconcebidas.
5. Son más resilientes
A fuerza de caerse y levantarse, las madres de niños con necesidades especiales aprenden a afrontar las dificultades de manera más optimista y a salir fortalecidas de las mismas, incluso ante las situaciones más difíciles en las que cualquier persona se daría por vencida. Otra de sus mayores cualidades es que, en vez de asumir los problemas como obstáculos, estas madres ven en las dificultades una oportunidad para aprender a sobreponerse y seguir adelante. La vida les ha enseñado que no es más fuerte el que más batallas libra sino aquel que tras una derrota es capaz de levantarse y continuar su lucha.
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