Cómo usar la disciplina basada en límites para mejorar el comportamiento infantil
La disciplina se centra en establecer límites muy claros
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La disciplina basada en límites es necesaria en la educación de cualquier niño o niña del mundo. Es algo simple: los niños solo se comportan bien cuando se sienten seguros y sólo se sentirán de este modo si tienen normas y límites.
La disciplina basada en límites implica establecer límites claros que muestren a los niños lo que se les permite hacer y lo que está fuera de límites, así sabrán qué se espera de ellos a cada momento. Luego, cuando los niños sepan cuáles son las consecuencias de no cumples esos límites, serán más obedientes ya que sentirán que ellos tienen más control sobre la situación.
De acuerdo con la disciplina basada en límites, los niños tensarán los límites de vez en cuando para ver cómo reaccionarán los adultos. Pero, cuando conocen los límites y las consecuencias, es menos probable que hagan una prueba ‘para ver qué pasa’. En consecuencia, los problemas de conducta se reducen.
Técnicas de disciplina basadas en límites
La disciplina basada en límites utiliza una variedad de técnicas disciplinarias para abordar las posibles infracciones a las reglas. Aquí hay algunas estrategias de disciplina comunes basadas en límites:
Comunica los límites
Se deben establecer las reglas de casa y mantener la lista escrita en un lugar donde se vea bien. Cuando tengas expectativas que no están en la lista, deberán ser claras para tus hijos. Di algo como: ‘Puede usar el ordenador durante 30 minutos esta noche» o “Cuando tengas la habitación limpia podrás salir después con tus amigos’.
Dar advertencias
Es necesario dar advertencias siempre que sea posible. Intenta dar una advertencia 5 minutos antes de que acabe una actividad para cuando se deba hacer una transición. Por ejemplo: ‘Hijo, en 5 minutos será el momento de apagar el ordenador y poner la mesa’. Cuando tu hijo pruebe los límites y te diga que más tarde irá, ofrece un aviso y luego una advertencia, por ejemplo: ‘Si en 5 minutos no lo has quitado, te quedas sin ordenador 24 horas’.
Proporciona opciones
Deja claras cuáles pueden ser las opciones para que los niños vean que su comportamiento tendrá consecuencias positivas y negativas y que ellos, tienen cierto control en lo que ocurrirá después, dependiendo de la elección que escojan. Por ejemplo: ‘Puedes dejar ya el móvil y poner la mesa para jugar o seguir chateando y quedarte 24 horas sin móvil’. Deja claro que no estás obligando a tus hijos a hacer algo, sino que es su responsabilidad y su propia elección. Así sentirán que tienen el control, que no es algo impuesto y entonces, pensarán en su beneficio.
Usa las consecuencias lógicas y las naturales
Una consecuencia lógica, como quitar los privilegios de ordenador de un niño porque se ha negado a apagar el videojuego, tiene sentido. La consecuencia está directamente relacionada con la mala conducta.
También debes permitir las consecuencias naturales porque ayudan a los niños a aprender de sus propios errores mientras les enseñan responsabilidad. Si tu hijo olvida guardar sus botas para jugar al fútbol, la consecuencia natural será que cuando llegue al campo, no podrá jugar.
Utiliza el tiempo de espera
Si tu hijo está sobre estimulado, te desafía o simplemente se muestra demasiado nervioso, tendrás que darle un poco de tiempo de espera que puedes llamar ‘tiempo de calma’ o ‘tiempo en silencio’, o también, ‘tomarse un descanso’. Puedes usar esta herramienta para a ayudar a los niños a que aprendan a cómo calmarse.
Sé consistente
La consistencia es un componente clave de la disciplina basada en límites. Romper las reglas o ceder puede empeorar los problemas de conducta. Cuando cumplas con las consecuencias de cada infracción de reglas, tu hijo confiará en ti como un buen líder y se sentirá seguro en tu cuidado, lo cual es esencial si quieres que tenga un buen comportamiento.
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