5 trucos para que tu hijo sea bilingüe desde pequeño
Existen trucos para mejorar el bilingüismo en los niños pequeños
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Conocer dos idiomas es muy beneficioso, sobre todo para los niños. No solo es una magnífica carta de presentación lo mismo en el ámbito académico y personal sino que también reporta muchísimas ventajas a nivel cognitivo. Algunos estudios han encontrado que los niños bilingües desarrollan mejores habilidades de resolución de problemas, a la vez que son más creativos. También es un ejercicio excelente para estimular la memoria y la atención, así como para fomentar la flexibilidad cognitiva.
Al inicio, es normal que a los niños les cueste aprender las estructuras gramaticales de los dos idiomas y que mezclen las palabras de ambas lenguas, pero alrededor de los 5 años ya empiezan a dominarlos y hablarlos con bastante fluidez. No obstante, si quieres ayudarlos a que sean bilingües sin tanto esfuerzo, te proponemos algunos trucos que puedes poner en práctica desde que son pequeñitos.
¿Cómo enseñarles dos idiomas a los niños con relativa facilidad?
1. Empieza cuanto antes
Aprender un segundo idioma a una edad temprana no solo facilita su asimilación sino que mejora la comprensión oral y escrita y hace que la pronunciación sea más fluida. Esto se debe a que los niños, sobre todo antes de los seis años, poseen una gran plasticidad cerebral y una increíble flexibilidad cognitiva, lo que favorece que se apropien de los contenidos nuevos con más facilidad. A estas edades los niños no solo asimilan más rápido un idioma sino que lo aprenden mejor.
2. Apuesta por una inmersión total
Para que los niños aprendan realmente un segundo idioma necesitan que al menos el 20% de su comunicación se desarrolle en esa otra lengua. Obviamente, cuanto más involucrados estén, más fácil les resultará aprenderla y mejor pronunciación adquirirán. En estos casos, lo ideal es que los niños pasen una temporada en una ciudad en la que se hable dicho idioma, o en su lugar, que se relacionen con frecuencia con nativos de esa lengua. Si en casa también se domina el idioma, se debe utilizar para comunicarse en el día a día.
3. Convierte el aprendizaje en algo divertido
Mientras los niños se divierten también pueden aprender. De hecho, algunos estudios realizados en el ámbito de las Neurociencias han demostrado que cuando se utilizan recursos educativos alternativos, como los juegos o las canciones infantiles, los niños fijan mejor el contenido y lo recuerdan durante más tiempo, en comparación a cuando se usan otros recursos educativos más tradicionales. Por tanto, una buena estrategia para incitarlos a aprender una lengua nueva consiste en hacer que se diviertan mientras aprenden, utilizando por ejemplo cuentos y películas infantiles en otro idioma o llevándolos a obras de teatro para niños.
4. Anímalos a practicar
Los niños suelen tener una capacidad de retención muy corta, de manera que olvidan con facilidad aquello que no utilizan con frecuencia o lo que consideran que no les resulta útil. Por eso, es importante motivar continuamente a los pequeños a practicar lo que han aprendido, para que no pierdan el interés, ni lo olviden. Una buena estrategia consiste en preguntarle el nombre de algunos objetos en el otro idioma mientras están de paseo o entablar directamente una conversación en la otra lengua.
5. No los obligues
Llevar a los niños a clases de idioma en una academia en contra de su voluntad o insistirles para que hablen otra lengua constantemente, cuando no se sienten cómodos con ello, puede resultar contraproducente. En estos casos, la clave consiste en motivar a los pequeños para que se animen a aprender otra lengua por sí solos y de forma natural. Para ello puedes ponerles películas o canciones infantiles en otro idioma que despierten su interés y, si ya son mayorcitos, puedes explicarles las ventajas de aprender otros idiomas.
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