Cómo jugar al “truco o trato” con niños en Halloween
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La fiesta de Halloween es una fiesta que a los niños les encanta porque se lo pasan en grande. En realidad, no es una fiesta de nuestro país; la hemos acogido de Estados Unidos. ¡Es una celebración que se extiende por todo el mundo! Los niños y las pesadillas se convierten en los protagonistas, siendo una fiesta donde el miedo toma el control, ¡pero es un miedo divertido! Y eso es lo que hace que sea una celebración tan especial.
La frase estrella de la fiesta es; “truco o trato”. Los niños juegan, ríen y lo pasan genial en su localidad, en la escuela o en casa. Es decir, lo pasan en grande en cualquier lugar donde se celebre esta fiesta, puedan disfrazarse, ¡y comer chuches terroríficas!
El origen de Halloween
En Halloween el juego del “truco o trato” es el más importante para los niños. Es una tradición americana donde los niños piden caramelos a sus vecinos y si no se los dan les hacen alguna travesura. Esta tradición viene de una leyenda popular que tiene un origen celta donde se creía que las almas de los difuntos vagaban libres el 31 de octubre.
Entre ellos, había un espíritu malvado que pedía truco o trato y quien no hiciese trato tendría la casa maldecida así como sus habitantes. El nombre de este espíritu malvado se conocía como Jack-o’-lantern que se representa con un cuerpo delgado con cabeza de calabaza. ¡Por eso las calabazas con cara terrorífica son tan importantes en esta fiesta!
“Truco o trato” para jugar en Halloween con tus hijos
Si quieres que tus hijos lo pasen muy bien en Halloween, entonces no te pierdas cómo jugar a «truco o trato» y que lo hagan bien desde el principio.
Truco o trato
Para jugar al “truco o trato” es tan fácil como que los niños tengan una bolsa o una cesta. Tendrán que ir a las puertas de sus vecinos y preguntar: “¿truco o trato?”. Para sellar el trato, el vecino tendrá que ponerles caramelos, chucherías o pequeños juguetes en la bolsa o cesta de los pequeños, ¡es la única manera de que se libren de alguna travesura!
Las travesuras deben ser simples para no importunar a los vecinos… cosas como dar un susto con arañas, insectos de goma o poner espuma de fiesta en la puerta de la casa. Pueden ir disfrazados de lo que quieran, aunque lo ideal es que sean disfraces que den miedo como por ejemplo: brujas, fantasmas, zombies…
Si los niños no quieren disfrazarse siempre pueden optar por maquillarse aunque vistan con ropa normal. Existen muchas variedades de maquillajes para Halloween que sin duda hará que los niños se sientan terroríficos aunque no lleven disfraz. Es más económico y los pequeños lo pasarán en grande igual. Por supuesto, el maquillaje puede utilizarse también en los niños que se disfracen para dar un toque único y más terrorífico a su disfraz.
Es una tradición que aunque no sea “nuestra” ya está tan extendida por todo el mundo. Para nuestro país, es una forma más de tradición y divertimento que gusta tanto a niños como a mayores.
Si en la escuela de tus hijos o en el barrio no suele celebrarse, podéis hacer una fiesta en casa con comida terrorífica como dedos de bruja (que se hace con salchichas como dedos, una almendra tostada como uña y ketchup como sangre). En Internet encontraréis muchas ideas estupendas para tener el menú más terrorífico del año. Lo que importa sobre todo, es que los niños lo pasen en grande y descubran que el miedo también puede ser divertido.
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