Te tocó una mamá que trabaja…
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Vivimos en una sociedad en la que el dinero lo mueve todo. Se necesita dinero para poder vivir, para poder comer, para mantener un hogar y para mantener una familia. Se necesita dinero para sobrevivir. Quizá seas una persona con una mentalidad poco materialista que piensa que el dinero no lo es todo, y es cierto, el dinero no da la felicidad, pero se necesita para poder avanzar. Por este motivo, son muchas las madres que trabajan y que no les queda otra que hacerlo.
Mamá trabaja
Sí, muchos niños tienen mamás que trabajan y no pasa nada… Excepto el sentimiento de culpa de la propia madre por hacerlo. Una sociedad que quiere que haya madres que trabajen pero que críen a los hijos como si no trabajasen. No. Eso no es posible. Para criar a los hijos se necesita tiempo y para trabajar también… Y solo hay 24 horas en el día. No hay más de 24 horas por mucho que queramos alargar los días, no se puede.
Si trabajas, no te sientas culpable. Lo haces porque te gusta, porque es tu decisión, porque lo necesitas. Lo haces por muchos motivos pero lo haces. Y eso, no es motivo de culpa sino más bien, es un motivo para que sientas orgullo de ti y de tu modo de vida. Eres fuerte, eres grande, eres una madre todoterreno que sacas tiempo de donde no lo tienes para ti, para tu familia y para tu trabajo.
Me echarás de menos
Tus hijos te echarán de menos cuando estés trabajando, eso tenlo por seguro. Quizá tengan que quedarse con otra persona para que les cuide mientras tú estás trabajando y esto está bien. Cuando tus hijos te ven marchar no entienden muy bien por qué lo haces y eso te genera un nudo en el estómago. No te sientas mal. El día de mañana, cuando tus hijos sean más maduros, entenderán que eres una mujer fuerte, una mujer guerrera que lucha por ellos y por su futuro.
Es posible que llores alguna vez porque tengas que dejarle en casa al cuidado de otra persona cuando estén malitos y te sientas mal. Quizá llores simplemente porque son muchas horas lejos de su lado. Pero te podemos asegurar que estás en su corazón y que eso, nunca cambiará.
Tus hijos mirarán por la ventana echándote de menos, esperando a ver tu regreso y esperarán con ganas que entres por la puerta para abrazarte y decirte lo mucho que te quieren. Porque sí, te echan de menos porque eres lo más grande para tus hijos. Eres su mundo, pero su mundo es real gracias a que trabajas.
También les echas de menos
Cuando estés en el trabajo echarás a tus hijos de menos con todas tus fuerzas. Nunca antes de ser madre podías entender cómo se puede extrañar a alguien con todo tu corazón. Te gustaría tener superpoderes para volver a casa en un segundo y abrazar a tus hijos. Ellos también son tu mundo.
Sí mamá, es duro. Es lo más duro cada día… separarte de tus hijos. Pero el reencuentro al llegar a casa te hace darte cuenta de que eso lo es todo para ti. Ese abrazo y esa sonrisa al verte es lo más bonito que tienes en la vida. Porque mamá, eres una madre trabajadora que no debe sentir culpa, ¡siente orgullo porque eres fuerte, valiente y toda una guerrera!
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