Familia

¿Tienes la culpa de las rabietas de tus hijos?

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rabietas de hijos
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Todos los niños tienen rabietas y cuando las tienen en la calle, todo el mundo te mira. Parece que tienes la culpa de que le ocurra “eso” a tu pequeño. Te sientes mal, culpable y piensas que quizá estés haciendo algo mal. En realidad, no estás haciendo nada fuera de lugar, los niños pequeños tienen rabietas, es normal y necesario para su desarrollo así que no te preocupes… de momento.

Quizá hayas leído mucho sobre cómo evitarlos, pero, ¿alguna vez has pensado que puede que tú seas el causante de que ocurran tan a menudo? Que ocurran de vez en cuando es normal, pero cuando son reiterados una y otra vez, entonces es que algo ha dejado de ir bien. ¿Cuántas veces reaccionas de manera intensa, te peleas con tu pareja o hijos o pierdes el control cuando las cosas no salen como querías que salieran? Eso son rabietas de adultos… Y cuando las tienes, tus hijos te ven y estás fomentando las rabietas de los niños si darte cuenta.

Tus impulsos

Los niños te miran y te observan a cada momento casi sin que te des cuenta. Sus pequeños ojos ven todo lo que haces y van desarrollando su personalidad y actitud a través de tu ejemplo. Tus costumbres se vuelven sus costumbres, tus virtudes las suyas y tus defectos… también comienzan a formar parte de tus hijos. ¿Alguna vez te has visto reflejado en el comportamiento de tus hijos?

Es imprescindible que controles tus impulsos para ser un buen ejemplo para tus hijos, que aprendas a expresarte correctamente y a comprender a los demás. Es la forma en que te relacionas y entiendes el mundo según tus actitudes lo que formará la personalidad de tus hijos. Para conseguirlo debes tener en cuenta lo siguiente:

  • Debes conocerte. Ser consciente de tus debilidades y fortalezas. Identifica tu estado de ánimo y pon nombre a tus emociones.
  • Empatiza. Comprende las emociones de los demás, sobre todo las de tus hijos y responde a ellas.
  • Autocontrol. Controla tus conductas indeseadas y transfórmalas en algo positivo.
  • Habilidades sociales. Sé capaz de comunicarte correctamente con tu familia para solucionar conflictos trabajando en equipo.
  • Automotivación. Utiliza pensamientos, experiencias y actitudes como la tenacidad y el optimismo para fijar metas y superar las adversidades.
rabietas frecuentes y muy fuertes ninos

Mantén el equilibrio sobre todo esto y serás capaz de poner límites a tus hijos, pero primero deberás ponértelos a ti mismo y entender que las rabietas son parte del aprendizaje, aunque no les haces ningún favor a tus hijos cuando las potencias.

Cómo dejar de potenciar las rabietas a tus hijos

Puedes conseguir dejar de fomentar las rabietas de tus hijos y para ello deberás de trabajar tu propia inteligencia emocional. Ser consciente de que tú eres el mayor ejemplo para tus hijos es sin duda, lo mejor que puedes hacer por ellos. Para conseguirlo:

  • Identifica lo que sientes y ponle nombre a tus emociones
  • Enfrenta tus impulsos
  • Busca soluciones a los problemas desde la calma
  • Ten en cuenta lo que otros te dicen
  • Sé coherente con tus acciones y pensamientos
  • Dedica tiempo a tus hijos, pero también a tu estado de ánimo
  • Felicita a tus hijos cuando tengan buenas actitudes
  • Ante las rabietas, mantén la calma, respira hondo y no te dejes arrastrar por las emociones más intensas
  • Habla siempre con sinceridad
  • No cedas ante una rabieta, ayuda a tu hijo a entender sus emociones y a encontrar soluciones a lo que le hace sentir mal desde el cariño

Una vez que tengas todo esto en cuenta, te darás cuenta de cómo las rabietas de tu hijo comienzan a disminuir. Seguirá teniéndolas y es normal, pero no las tendrá con tanta intensidad ni con tanta frecuencia.

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