Familia

Tercer trimestre del embarazo

El tercer trimestre es molesto pero está lleno de ilusión

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Tercer trimestre del embarazo
Jennifer Delgado

Jennifer DelgadoEducadora, psicóloga y psicopedagoga

En este trimestre el peso del bebé prácticamente se triplica, por lo que la barriga de la embarazada suele crecer a ojos vista. De hecho, en las últimas semanas lo habitual es que la madre aumente bastante de peso. Además, como el sistema nervioso y los sentidos del bebé están tan desarrollados, ya es capaz de percibir con mayor nitidez los estímulos del medio por lo que la madre sentirá su reacción ante una luz intensa o un ruido fuerte, lo cual le genera muchísima ilusión y le ayuda a lidiar con las molestias que causa la retención de líquido y el aumento de peso que acompañan esta etapa.

Los cambios que ocurren en la madre durante el tercer trimestre del embarazo

En el último trimestre del embarazo el cuerpo de la madre se está preparando para el momento del parto, por lo que aproximadamente a partir de la semana 27 comenzarán a aparecer nuevas molestias. En esta etapa son comunes los dolores en la espalda, sobre todo en la parte baja de la columna y en las piernas. Esto se debe a que los ligamentos suelen distenderse debido al crecimiento del bebé, pero también a que el útero presiona con gran fuerza algunos de los nervios de la columna vertebral. Además, el hecho de que el bebé haya crecido tanto provoca que el centro de gravedad de la madre se desplace, lo cual termina afectando su postura y forma de caminar. También es frecuente que aparezcan calambres en las piernas, sobre todo por las noches.

En estas semanas las mujeres que ya padecían hemorroides desde el segundo trimestre experimentarán un incremento de las molestias, mientras que otras comenzarán a padecer este problema, incluso si nunca lo habían tenido. La buena noticia es que normalmente desaparecen después del parto.

A partir de la semana 30 el cansancio aumenta debido al incremento del peso corporal de la madre, y es probable que muchas mujeres no puedan dormir bien porque no logran encontrar una postura cómoda para descansar. Además, el hecho de que el útero aumente de tamaño y presione cada vez más la vejiga hace que las ganas de orinar sean más frecuentes, por lo que la embarazada tendrá que levantarse varias veces en la noche para ir al baño.

En este período muchas mujeres notan cómo les sale líquido de sus pechos, es lo que se conoce como calostro, una sustancia amarillenta antesala de la leche materna que es muy nutritiva para el bebé. No obstante, uno de los síntomas más característicos de esta etapa es la retención de líquidos, que provoca a su vez la inflamación de las piernas, brazos y rostro.

Por otra parte, es probable que muchas embarazadas vuelvan a experimentar los cambios de humor que marcaron los inicios del embarazo ya que las hormonas vuelven a estar activas, a lo que se le suma la preocupación por el parto.

Otro síntoma típico de esta etapa es la aparición de contracciones involuntarias, las llamadas contracciones de Braxton Hicks. Se trata de unas contracciones más ligeras y menos dolorosas e irregulares que las del inicio del trabajo de parto, aunque a medida que se acerca el alumbramiento suelen aumentar su frecuencia e intensidad. Las contracciones de Braxton Hicks tienen el objetivo de preparar el útero y ayudarlo a madurar para el momento del parto, de manera que muchas veces suelen confundirse con las contracciones del preparto.

En las últimas de dos a tres semanas el cartílago de la pelvis también comienza a expandirse para permitir que el bebé pueda pasar por el canal de parto. Al cabo de la semana 35 algunos bebés descienden ligeramente, se colocan en la posición adecuada para el parto y se produce lo que se conoce como encajamiento. A partir de este momento, el bebé puede llegar en cualquier momento, aunque lo más habitual es que el parto se extienda un poco más, hasta cerca de la semana 40 de la gestación.

Tercer trimestre embarazo

Los cambios que ocurren en el bebé durante el tercer trimestre del embarazo

Para el tercer trimestre de la gestación el bebé habrá aumentado muchísimo de tamaño y peso. Sus órganos ya se han formado del todo y han comenzado a funcionar como un sistema, de hecho, si naciera antes de tiempo las probabilidades de que sobreviva son muy altas. Su corazón late muy deprisa, su hígado y riñones se encargan de depurar el organismo, mientras que los pulmones están terminando de madurar para cuando llegue el momento del parto y deban respirar por sí solos.

En estas semanas el bebé ya mueve los ojos, los dedos e incluso se voltea ligeramente en el vientre materno buscando una posición más cómoda. Sus huesos y músculos se han fortalecido, aunque aún son muy flexibles ya que pasarán semanas antes de que se endurezcan del todo. De hecho, los huesos del cráneo aún no se han fusionado para facilitar el paso del bebé por el canal del parto, y no se fusionarán hasta varios meses más tarde, cuando el cerebro haya terminado de desarrollarse.

En las últimas semanas del embarazo el bebé comienza a perder el lanugo, el vello que cubría su piel, y empieza a crecer el vello que le protegerá de los agentes externos cuando nazca. Debajo de su piel ya se ha acumulado cierta cantidad de grasa para protegerlo de los cambios de temperatura, y en muchos casos la cabeza ya está cubierta por el primer cabello, que mudará algunas semanas más tarde.

Para la semana 37 el reflejo de succión se habrá desarrollado del todo, el bebé será capaz de responder a los estímulos externos y su organismo estará preparado para vivir fuera del vientre materno, aunque lo ideal es llevar el embarazo a término para que los órganos, sobre todo los pulmones, terminen de madurar completamente.

¿Qué cuidados debe tener una embarazada durante el tercer trimestre de la gestación?

En el último trimestre del embarazo el riesgo de aborto ha desaparecido casi por completo pero las probabilidades de que el bebé sufra una lesión o un accidente aumentan ya que la barriga está mucho más grande y le protege menos. Por eso es importante que la madre evite las actividades que requieran un gran esfuerzo físico o que expongan el vientre a posibles peligros. En este último trimestre, sería recomendable que la embarazada haga un poco más de reposo y descanse durante el día.

Para aliviar las molestias propias de esta etapa, como los calambres en las piernas, la embarazada puede practicar ejercicios de estiramiento de las pantorrillas para mejorar la circulación. También se recomiendan masajes suaves en el perineo para prevenir los desgarros durante el parto.

No obstante, lo más aconsejable es que la mujer comience a tomar clases de preparación para el parto, en las cuales le enseñarán diferentes ejercicios y algunas técnicas de relajación para el momento del alumbramiento. Con estas clases la madre también podrá conocer las etapas por las que transita el parto y aprender a lidiar con ellas. Las clases sobre lactancia y cuidados del bebé también son una idea excelente.

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