Tener un hijo es más agotador para las madres que para los padres

Tener un hijo es una de las experiencias más maravillosas que pueden vivir los padres, pero también demanda mucho tiempo y esfuerzo. De hecho, se estima que durante los primeros dos años de vida de un niño, sus padres duermen como promedio 2 horas menos al día y dedican como mínimo 2 horas más a las labores domésticas. Sin embargo, la carga de trabajo que representa la llegada de un niño a casa suele afectar más a las madres que a los padres.

¿Cómo afecta la crianza de un hijo la vida de sus padres?

En un estudio realizado por investigadores de la Academia Americana de Neurología y la Georgia Southern University se entrevistaron por teléfono a más de 5.800 personas en Estados Unidos. Les preguntaron cuántas horas dormían a diario, considerando insuficientes menos de 6 horas de sueño, a la vez que indagaron sobre sus hábitos de vida y la cantidad de hijos que tenían.

Los investigadores encontraron que entre las casi 3.000 mujeres menores de 45 años que participaron en el estudio y que desvelaron sufrir falta de sueño existía un factor común: los niños. El 45,48% de las mujeres que tenían hijos dormían menos de seis horas diarias, en comparación con el 62% de las que no tenían niños. Es decir, por cada niño que había en casa aumentaba a casi a la mitad las probabilidades de que las madres durmieran menos de lo que necesitaban.

Sin embargo, tener hijos no solo se relacionó con una reducción de las horas de sueño en las mujeres, sino también con una mayor cuota de cansancio. Las mujeres que tenían hijos revelaron sentirse agotadas una media de 14 días al mes, en comparación con los 11 días que se sentían cansadas las mujeres que no tenían niños.

Quizá lo más interesante es que estos resultados solo se evidenciaron en las madres. A los padres no les afectaba tener niños en la casa porque podrían dormir a pierna suelta y de un tirón toda la noche.

¿Por qué las madres se cansan más que los padres?

Los investigadores no explicaron por qué la crianza de los niños afecta más a las madres que a los padres. Sin embargo, todo apunta a que está relacionado con el hecho de que todavía la mayor parte de la responsabilidad de la crianza de los hijos recae sobre la madre, si bien es cierto que cada vez son más los padres que se involucran en la educación de los pequeños.

Además, el hecho de que las madres tengan la responsabilidad de amamantar a sus hijos repercute directamente en la reducción de sus horas de sueño ya que deben levantarse varias veces durante la noche, lo cual no solo hace que duerman menos sino también peor.

5 consejos para que la crianza de un niño no sea tan agotadora

1. Involucra a tu pareja. La mayoría de las madres, sobre todo si son primerizas, suelen cargar sobre sus hombros con la educación de sus hijos. Sin embargo, educar sola a un hijo implica un gran desgaste físico y emocional. Por tanto, si tienes a tu pareja a tu lado, no dudes en involucrarlo en la educación del niño y permitirle que te ayude a lidiar con esa gran responsabilidad.
2. Distribuye las tareas del hogar. Un error muy común entre las madres consiste en sobrecargarse de tareas y estar pendiente de todo, lo cual consume tiempo y energía. Por eso, es importante que aprendas a buscar el apoyo de las personas que te rodean y que delegues algunas tareas en tu pareja o familiares. De esta manera, podrás descansar un poco más.
3. Aprende a priorizar. A lo largo de la jornada seguramente tendrás muchísimas tareas por delante, pero no todas son igual de importantes. Si quieres ser realmente eficaz tendrás que aprender a priorizar y obviar todas esas tareas que no te aportan nada. Así tendrás más tiempo libre y, si surge un imprevisto, sabrás que lo más urgente ya lo has hecho.
4. Dedica tiempo a relajarte. Toda tu vida no se puede reducir al trabajo y la crianza de tu hijo, también necesitas tiempo para relajarte y descansar. No se trata de un lujo sino de una necesidad ya que así podrás recargar las pilas y te sentirás con más energía y vitalidad. Además, es la mejor manera para mantener a raya al estrés.
5. Planifica cada día. Un error común de las madres primerizas consiste en sobrevalorar sus fuerzas y el tiempo que tienen a su disposición, de manera que terminan planificando demasiadas tareas que luego no pueden hacer, lo cual genera una increíble frustración y estrés. Para evitarlo debes aprender a planificar de manera realista cada jornada. Si te sobra tiempo y puedes hacer más, perfecto. Si no es así, igual habrás cumplido con tu “plan de trabajo”.