Técnicas y juegos de respiración para el control de la ansiedad infantil
Conoce técnicas de respiración para ayudar al niño a aliviar la ansiedad e impulsividad
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Para un adulto, lidiar con la ansiedad no es tarea fácil, mucho menos para un niño. Los padres en especial, a veces pueden sentirse abrumados ya que llegan a un punto en el que creen que nada funciona pues sus intentos para calmar a su hijo son en vano.
Cuando sobreviene la desesperación, es importante que los padres se pongan en el lugar del pequeño, lo cual no significa que tengan que tolerar los comportamientos disruptivos pero necesitan entender que el niño no actúa de forma impulsiva porque es desobediente o le gusta llevar la contraria, sino porque no logra controlar la ansiedad. En estos casos, contar con algunas técnicas y juegos de respiración para ayudar al niño a aliviar la ansiedad e impulsividad también puede ser de gran ayuda.
Las técnicas de respiración se basan, como lo indica su nombre, en el control consciente de la respiración, lo cual tiene un impacto enorme en el metabolismo y la psiquis del niño. Cuando aprende a respirar de manera profunda y regular, su ritmo cardiaco y la presión arterial se reducen, a la vez que experimenta una sensación de tranquilidad, por lo que la ansiedad desaparece poco a poco.
3 técnicas sencillas para ayudar a un niño a controlar su ansiedad
1. A soplar burbujas
A la mayoría de los niños les encanta soplar burbujas, por lo que no será difícil que tu hijo se motive con esta técnica. Se trata de un juego muy sencillo que mejora su capacidad pulmonar, le ayuda a tener un mayor control sobre su respiración y le permite relajarse y controlar la ansiedad ya que ejerce un efecto muy similar al que se obtiene con la técnica de la respiración diafragmática.
Necesitarás un recipiente de pompas de jabón y una varita y solución para hacer burbujas, que puedes encontrar en cualquier tienda de juguetes. Para aplicar esta técnica basta colocar un poco de esta solución en el recipiente y pedirle al pequeño que introduzca la varita, la moje en la solución, la saque y sople suavemente en dirección a la misma para formar las burbujas. Puedes retarle a que forme burbujas cada vez más grandes ya que de esta manera se concentrará más en la actividad y su efecto relajante será mayor.
2. ¡Soy un globo!
Es una técnica de respiración muy eficaz para reducir los síntomas de ansiedad y promover la relajación. Además, es muy fácil de aplicar por lo que el pequeño la puede poner en práctica en cualquier momento, lo mismo en casa, en el supermercado o incluso en el colegio. Pídele a tu hijo que imagine que es como un globo que se infla y desinfla lentamente.
De hecho, puedes pedirle que mire su abdomen mientras aplica la técnica para que vea cómo aumenta y reduce su volumen, al igual que un globo. La clave radica en que el pequeño espire e inspire de forma lenta y profunda para que se vaya relajando a medida que su respiración se regula. Para hacer que la técnica sea más divertida, puedes pedirle que abra y levante los brazos cada vez que inspire aire y que los baje al espirarlo.
3. El lobo de los tres cerditos
¿Qué niño no conoce el cuento de los tres cerditos? Se trata de una de las historias infantiles más populares, por lo que es probable que tu hijo ya esté predispuesto positivamente. La técnica es muy sencilla pues se trata simplemente de dramatizar la escena en la que el lobo intenta derribar la casa de los cerditos, pero esta vez con distintos objetos de la casa. Lo ideal es comenzar por objetos más pesados como un cuaderno e ir reduciendo el peso paulatinamente, por ejemplo, con un balón, luego un lápiz, y por último, algo ligero como una pluma. Es una técnica muy divertida que promueve la sensación de calma y bienestar en el niño, haciendo que disminuya el grado de ansiedad y estrés.
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