10 técnicas efectivas para calmar los berrinches infantiles

Los berrinches infantiles son una forma de comportamiento disruptivo que los niños pequeños presentan cuando se sienten frustrados, enojados o cuando no pueden conseguir lo que quieren. Un berrinche puede manifestarse de diferentes maneras, como gritos, llanto, pataleo, golpear objetos o personas cercanas, o incluso tirarse al suelo. A menudo, son un signo de que los niños se sienten abrumados por sus emociones y no saben cómo manejarlas adecuadamente.

Es importante tener en cuenta que los berrinches infantiles son una parte normal del desarrollo de los niños y no son, necesariamente, un signo de mala conducta. En esta etapa de su desarrollo, los niños aún están aprendiendo a regular sus emociones y comportamientos: los berrinches son, simplemente, la manera en la que expresan sus sentimientos. Además, los berrinches también pueden ser una forma de comunicación para los niños más pequeños, quienes carecen de las habilidades lingüísticas necesarias para expresarse.

10 técnicas efectivas para calmar los berrinches en niños pequeños

Los berrinches son todo un desafío para cualquier padre: es difícil saber cómo manejarlos de manera efectiva sin empeorar la situación. Sin embargo, hay ciertas técnicas que nos pueden ayudar:

1. Mantener la calma

Lo primero que hay que hacer cuando un niño tiene un berrinche es mantener la calma. Si nos enojamos o nos frustramos, es probable que el niño también lo haga. Es fundamental recordar que el berrinche no es personal y que no está destinado a molestar a nadie. Simplemente, es la forma en la que el niño está expresando su frustración o enfado.

2. Mantenerse cerca del niño

Cuando un niño tiene un berrinche, el contacto físico es un gran aliado, ya que le hace sentir más seguro y protegido. Así mismo, las caricias y los besos, en estos momentos, nos ayudan a transmitir al niño nuestra comprensión y amor hacia él.

3. Hablar con el niño

Como hemos mencionado, los niños suelen tener este tipo de comportamiento porque no saben cómo expresar sus sentimientos, algo que les frustra muchísimo. En estos casos, es muy útil hablar con el niño y ayudarle a expresar lo que está sintiendo.

4. Ignorar el berrinche

En algunos casos, puede ser mejor ignorar el berrinche del niño. Si el niño se da cuenta de que no atrae la atención que busca, es posible que deje de hacerlo. Sin embargo, esta técnica no es la más recomendada, ya que puede representar un daño en el vínculo afectivo y en el apego seguro.

5. Ofrecer opciones

La mayoría de los berrinches infantiles aparecen cuando los padres se niegan a dar al niño lo que está pidiendo. En estos casos, es útil ofrecerle opciones para que sienta que tiene cierto control sobre la situación. Por ejemplo, podemos preguntar al niño si prefiere jugar con un juguete en particular o si, por el contrario, quiere salir a pasear. En cualquiera de los casos, las opciones deben darlas los padres y estas deben ser adecuadas a la situación.

6. Distracción

Distraer al niño también puede ayudarle a calmar su malestar. Podemos ofrecerle algo que le guste hacer, como leer un libro o jugar con un juguete. Así mismo, también podemos irnos a otro sitio o hacer algo diferente para ayudarlo a olvidar lo que lo está molestando.

7. Técnicas de respiración

En algunos casos, enseñar técnicas de respiración al niño puede ayudarlo a calmar su berrinche. Por ejemplo, podemos enseñar al niño a respirar profundamente varias veces o a contar hasta 10 lentamente. Estas técnicas ayudan a reducir la ansiedad y la tensión que pueden estar contribuyendo al berrinche.

8. Establecer límites

Aunque es importante mantener la calma y ofrecer apoyo, también es importante establecer límites. Debemos hacerle notar al niño que su comportamiento no está bien y que habrá consecuencias. Por ejemplo, podemos decirle que, si continúa con su berrinche, no podrá hacer algo que le gusta hacer más tarde.

9. Ser coherente

La coherencia de los padres es crucial a la hora de manejar los berrinches. Si un niño sabe que su comportamiento no será tolerado y que habrá consecuencias por su comportamiento, es menos probable que tenga esta conducta en el futuro. Por lo tanto, tan importante es establecer los límites como ser coherente en su aplicación.

10. Empatía, paciencia y mucho amor

Por último, debemos mostrar empatía, paciencia y amor al niño. Esto no quiere decir que debamos olvidarnos del berrinche, sino que debemos aprender a manejarlo desde el amor. Los niños deben sentirse seguros en todo momento y, cuando tienen uno de sus berrinches, aún más. Recordamos que este comportamiento aparece cuando el niño se siente inseguro o siente que sus necesidades no son atendidas. Por ello, resulta fundamental establecer una conexión de apego, seguridad y amor.

Escucha activa

Además de las técnicas mencionadas, es crucial trabajar la escucha activa. No se trata de castigar al niño o de avisarle de las consecuencias de su comportamiento en primera instancia; debemos darle la oportunidad de explicarse, de mostrarnos qué necesita. Con paciencia, llegaremos a comprender qué es lo que tanto está molestando a nuestro hijo.

Los berrinches infantiles pueden ser una situación desafiante para cualquier padre. Sin embargo, hay varias técnicas efectivas que se pueden utilizar para calmar a un niño que tiene un berrinche. Desde mantener la calma hasta ofrecer opciones y distracciones, estas técnicas pueden ayudar a reducir la ansiedad y la tensión que el niño pueda estar experimentando.