La sonrisa angelical: Cuando el recién nacido sonríe por primera vez
¿A quién no le gusta ver a un bebé sonreír?
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La sonrisa es uno de los primeros gestos que el bebé hace al nacer. De hecho, muchos niños ya son capaces de sonreír dentro del vientre materno, a partir de la semana 30 de la gestación, y dos meses después de nacer el 90% de los bebés ya han esbozado su primera sonrisa. Sin embargo, aunque muchos padres esperan con anhelo ese momento y se emocionan muchísimo cuando ocurre, en realidad esa sonrisa no es ‘auténtica’ sino que es un simple reflejo. Es lo que se conoce como primera sonrisa del bebé o sonrisa angelical.
¿Qué es la sonrisa angelical del bebé?
La sonrisa angelical no es más que una respuesta instintiva del bebé, se trata de un reflejo involuntario que activa los músculos de sus labios, muchas veces de forma incompleta o parcial, y que dura apenas unos segundos. Ello explica por qué en las ecografías puede verse al bebé sonriendo espontáneamente en el vientre materno o por qué el recién nacido sonríe, incluso si está durmiendo.
De hecho, en muchos casos basta acariciarle la mejilla o acercarse para que sonría, aunque esto no significa que el pequeño esté respondiendo conscientemente ya que no es hasta después de la segunda o tercera semana de vida que aparece la sonrisa social y habrá que esperar hasta los 5 meses para ver su sonrisa selectiva, dirigida a una persona específica o como respuesta a una situación particular.
Al contrario, la sonrisa angelical del bebé es solo un reflejo que se activa ante determinados estímulos físicos o sensoriales, pero aún está muy lejos de transmitir empatía o felicidad. Algunos especialistas incluso afirman que se trata de un instinto de supervivencia que utilizan los bebés para captar la atención de su madre y recibir protección.
El tránsito de la sonrisa angelical a la sonrisa social
Un estudio realizado por investigadores de la Birkbeck University, en el Reino Unido, analizó la frecuencia con la que los bebés sonríen y desveló que las bebés pueden sonreír unas 37 veces al día, aunque este gesto es más común en los varones, quienes sonríen hasta 50 veces en una jornada. La mayor parte de las veces esa sonrisa está motivada por un reflejo involuntario, sobre todo cuando el bebé es muy pequeñito, en otras ocasiones el bebé solo imita la sonrisa de los adultos.
No es hasta después de la segunda semana de vida que el bebé empieza a comunicarse verdaderamente a través de la sonrisa. A partir de este momento empieza a ser consciente de que cada vez que sonríe los adultos le prestan atención y le dan lo que desea, por tanto, empezará a utilizar la sonrisa para transmitir sus necesidades y para comunicarse. Sin embargo, no será hasta aproximadamente después de la quinta semana de vida que el bebé comenzará a sonreír para expresar su estado de ánimo ante estímulos externos, como puede ser la voz de la madre o un rostro familiar. En este momento, su sonrisa empieza a tener un verdadero significado ya que expresa una emoción de base.
No obstante, el tránsito de la sonrisa angelical a la sonrisa social no es un proceso meramente natural, los padres también desempeñan un rol fundamental ya que mientras más estimulen al pequeño, más rápido aprenderá a comunicarse a través de la sonrisa. Por eso, es importante que cada vez que el bebé sonría le devuelvas el gesto. De esta forma no solo le haces saber que le comprendes, sino que también estimulas su comunicación extraverbal. De hecho, también puedes incitarlo a sonreír mientras le hablas con voz suave y pausada, con una sonrisa en los labios.
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