Solo 30 minutos con los hijos, no es suficiente

Cada vez hay más padres y madres que se consuelan pensando que con tan solo 30 minutos de tiempo de calidad es suficiente para que los hijos crezcan sanos y equilibrados emocionalmente. Este mito hay que echarlo por tierra porque la realidad es que los niños lo que necesitan es que sus padres saquen tiempo para ellos, todo el posible, que ellos sean su prioridad en todo momento. 

Si bien es cierto que también hay que sacar tiempo para uno mismo, mejor hacerlo cuando los niños estén ocupados en extraescolares, durmiendo, en la escuela… Que hacerlo cuando tus hijos están en casa esperando a que llegues para poder disfrutar del tiempo a tu lado.

No veas crecer a tus hijos en pijama

Es triste no poder compartir tiempo de calidad con los hijos más que cuando se acuestan por la noche o se despiertan por la mañana, ¿qué pasa con el resto del día? Si bien es cierto que las responsabilidades laborales son necesarias en muchas ocasiones, la familia es mucho más importante. Es triste también ver como la realidad de muchas familias entre semana es esta, que con mucha suerte solo verán a sus hijos media hora al día.

Muchos padres incluso, teniendo más tiempo por las tardes después del colegio piensan que el tiempo de calidad consiste en estar unos 30 minutos con los hijos prestándoles toda su atención, jugando, contando un cuento… Y que el resto de la tarde ‘está perdonada’ y que pueden hacer otras cosas. Existe la creencia que es mejor estar 30 minutos al día de calidad que 8 horas sin poder atenderles correctamente. Tus hijos no necesitan las migajas de tu tiempo, te necesitan a ti a su lado, saber que estás presente, que pueden contar contigo, que eres su apoyo y su soporte.

NO a las migajas de tiempo

A las empresas les viene bien que los padres pienses que con 30 minutos de calidad con los hijos es más que suficiente. Pero esto no es real. Vivimos en una sociedad donde la producción es más importante que la conciliación familiar y donde ganar dinero es prioritario antes que la felicidad de nuestros hijos y de las familias al completo. Parece que cuánta más horas pases en la oficina mejor, pero… Tus hijos crecen y cuando estés en tu lecho de muerte, ¿dónde querrás haber pasado más tiempo?

Muchas personas pagan a otras para que cuiden a sus hijos mientras siguen trabajando a tiempo completo… Pero pensar que con 30 minutos de calidad es suficiente hace que los padres se sientan menos culpables. Igual, al ser padres y madres sería bueno dar un giro a la vida, vivir más pero con menos, disfrutar más con los hijos aunque no se tenga el último coche del mercado.

Quizá pienses que aunque llegues a casa cansado y de mal humor, eso no importe y debas sacar tiempo de calidad para tus hijos sí o sí, aunque tú no estés bien y te enfades por todo. Sí importa, tus hijos no tienen que pagar los platos rotos que traes de la oficina. Quizá pienses que merece la pena que tus hijos se duerman más tarde de su hora para poder pasar tiempo de calidad contigo… Pero no, no merece la pena. Merece la pena que tus hijos tengan sus horarios y que la sociedad se dé cuenta de la importancia de conciliar la vida laboral y familiar… Y que te organices semanalmente para priorizar a tus hijos.

Luego, también están los padres que sí tienen tiempo para dedicar a los hijos, pero que también acaban agotados por dedicar tantas horas al cuidado de los hijos.

Pero entonces, ¿qué es mejor? ¿Tiempo de calidad o tiempo en cantidad? En realidad lo que necesitan los hijos de sus padres está claro: TIEMPO. Sea el que sea. El que tengas disponible. Necesitan a sus padres, necesitan saber que son la prioridad, que habrán planes en familia en el fin de semana si durante la semana no se puede, saber que los padres les priorizan a ellos antes que ir al gimnasio, por ejemplo.