Si sobreproteges a tus hijos no serán capaces de encontrar trabajo en el futuro
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Quizá te alarmes al leer este titular pero son cosas que se empiezan a ver en nuestra sociedad a causa de los padres helicóptero. Ser un padre o madre helicóptero es sobreproteger a los hijos, hasta tal punto que su autoestima se ve gravemente perjudicada y lo que es peor, no son capaces de sentir que pueden lograr las cosas por méritos propios… Y además, ¿para qué esforzarse si han aprendido a que lo hagan otros es mejor y más cómodo?
Los padres que sobreprotegen a sus hijos no les permiten desplegar sus alas, tengan la edad que tengan. Envuelven a sus hijos en una burbuja de cristal para que no sufran las consecuencias de vivir en el mundo real. Esto solo crea a personas incapaces de hacer nada por sí mismos, de no saber manejar sus propias vidas y en definitiva, personas que se sentirán unos fracasados antes o después en sus vidas.
Los padres que crean a este tipo de personas piensan que están haciendo un favor a sus hijos ‘protegiéndoles de todo mal’ pero la realidad es que solo están socavando su vida, arrebatándoles la oportunidad de ser ellos mismos y de conseguir sus propios éxitos. Esto se verá reflejado en el futuro, cuando los niños que se han convertido en adultos no sean capaces de aguantar en un trabajo o simplemente no tengan la constancia suficiente para encontrarlo o crearlo.
Ayudan demasiado a sus hijos
Los padres sobreprotectores no quieren que sus hijos se decepcionen, lo pasen mal o simplemente que pasen sentimientos negativos que la vida puede ponerles en el camino. Pero esto es inevitable y es necesario que las personas desde su más tierna infancia sean capaces de lidiar con la decepción y la frustración. Cuando este tipo de padres ayudan demasiado a sus hijos en todo serán incapaces de realizar por ellos mismos cualquier tipo de tarea.
Los niños de padres sobreprotectores no tienen la oportunidad de aprender la responsabilidad de sus propias acciones y no aprenden que los errores son grandes maestros. No aprenden inteligencia emocional. Se vuelven inseguros, incapaces, algunos tiranos, otros vagos… Los padres creen que los hijos deberían ganar siempre y los hijos, también lo piensan, creyendo que la frustración es algo que no debería existir. Se quedan sin habilidades sociales, sin habilidades de resolución de conflictos, sin habilidades asertivas o de buena comunicación… Hoy en día hay padres que acuden con sus hijos a reclamar notas a los profesores de la universidad o a las entrevistas de trabajo de sus hijos para asegurarse de que ‘no se equivocan’.
No encontrarán un trabajo
No. No lo harán. Seguramente lo harán los padres por ellos y muy probablemente ese trabajo nunca será lo suficientemente bueno. Son jóvenes consentidos que no pasa nada si no hacen su cama, que le hacen todo para que no tengan que mover un dedo, que no conocen las consecuencias de sus acciones. Los jóvenes que han tenido padres helicóptero presentan depresión y conductas negativas ante la vida porque no han tenido un desarrollo normal en su autonomía, tienen mayor dependencia y no son capaces de resolver los problemas diarios por ellos mismos. Todo esto hará que encontrar un trabajo sea toda una odisea.
No serán capaces de disfrutar de un trabajo porque significa esforzarse, ni tampoco de valorar lo que realmente significa trabajar. No entenderán por qué tienen que hacer las cosas para ganárselas cuando siempre se lo han dado todo hecho. Si realmente amas a tus hijos, pon distancia y permite que cometan errores para que aprendan a solucionarlos por su cuenta, con tu guía y tu apoyo, pero no con tu sobreprotección.
Si quieres que tus hijos tengan éxito en la vida, permite que se equivoquen, que se frustren, que lloren y que sepan que en la vida, no todo es fácil. Pero eso sí, estando siempre a su lado para que se sientan comprendidos y guiados todo el tiempo. Así esa frustración inicial se convertirá en un gran impulso para avanzar y ser una mejor versión de sí mismo.
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