El síndrome de cabeza plana
Descubre cómo evitar el síndrome de cabeza plana en los bebés
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Durante los primeros días o semanas tras el parto la mayoría de los bebés suelen tener la cabeza ligeramente alargada. Esto se debe a que cuando nacen los huesos del cráneo aún son muy blandos ya que de esta forma facilitan el paso a través del canal del parto. Como resultado, la cabeza se suele deformar ligeramente, aunque después de unas 6 semanas recupera su forma natural. Sin embargo, hay niños que después de varios meses siguen teniendo su cabeza un poco aplanada, una alteración que se conoce en el ámbito médico como el síndrome de cabeza plana.
El síndrome de cabeza plana, también conocido como “plagiocefalia posicional” es una alteración bastante común en los bebés. Se estima que alrededor del 13% de los niños sanos desarrolla el trastorno. Básicamente, se trata de una alteración en la que una parte de la cabeza del bebé se vuelve plana o asimétrica. A diferencia del aplanamiento que puede aparecer como consecuencia del parto, en este caso la condición no desaparece inmediatamente sino que permanece durante varios meses.
¿Por qué aparece el síndrome de cabeza plana?
La causa más habitual de que un bebé tenga la cabeza aplanada es la postura que adquiere al dormir. Debido a que la mayoría de los bebés pasan mucho tiempo descansando boca arriba, la cabeza se les suele aplanar por detrás, pero también puede suceder en uno de los laterales como consecuencia de dormir de costado.
Se ha demostrado que los bebés prematuros son más proclives a desarrollar el síndrome de cabeza plana ya que sus cráneos son más blandos que los de los niños nacidos a término. Además, suelen pasar mucho tiempo acostados de espaldas debido a su extrema fragilidad, lo cual acentúa aún más el trastorno. Los niños demasiado grandes o los que nacen de embarazos múltiples también tienen mayores probabilidades de desarrollar una cabeza plana ya que suelen tener muy poco espacio dentro del vientre materno, por lo que tienden a mantener la cabeza en una misma postura o esta se mantiene presionada contra las paredes uterinas o contra el otro bebé.
¿Tener el síndrome de cabeza plana es peligroso para el bebé?
Por lo general, el síndrome de cabeza plana no afecta el desarrollo cerebral del bebé, ni representa un problema estético a largo plazo si se toman las medidas pertinentes. Una vez que el niño empieza a sentarse y a gatear la cabeza va adquiriendo su forma natural.
Sin embargo, hay ocasiones en las que esta malformación puede afectar la alineación de los oídos, ojos o la mandíbula, por lo que es necesario tratar al pequeño para corregir el problema antes de que los huesos del cráneo se endurezcan del todo. Algunas veces el síndrome también puede causar un retraso madurativo. Se ha demostrado que los niños que sufren esta alteración tienen diez veces más probabilidades de experimentar retrasos en el desarrollo en comparación con los pequeños que no padecen el síndrome.
El tratamiento de elección para el síndrome de cabeza plana
El tratamiento de elección en los casos del síndrome de cabeza plana suele ser la terapia de reposicionamiento, que consiste en cambiar periódicamente al bebé de posición para evitar que la parte plana de su cabeza se mantenga presionada. Para ello existen diferentes alternativas:
- Acomoda al bebé a la hora de dormir y durante las siestas, asegurándote que su cabeza esté apoyada sobre el lado contrario al aplanamiento.
- Alterna la posición en la que sostienes a tu bebé para alimentarlo, de esta manera evitas presionar siempre la zona plana de la cabeza.
- Evita que el bebé se siente siempre en la misma posición, sobre todo si se presiona la parte plana.
- Acuéstalo con frecuencia sobre su barriga ya que en esta posición se fortalecen los músculos del cuello, lo cual le ayuda a mover la cabeza con más facilidad y a cambiarla de posición mientras duerme.
Cuando se trata de un síndrome cabeza plana severo, lo más recomendable es recurrir además a las bandas o cascos ortopédicos craneales hechos a medida ya que tienen la función de corregir la forma del cráneo. En estos casos el bebé deberá usar el aditamento prácticamente todo el día durante dos a seis meses, dependiendo de la edad del niño al comenzar el tratamiento y de la gravedad de la malformación.
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