SÍ que pasa cuando le dices a tu hijo que NO pasa nada

¿Cuántas veces en tu infancia te dijeron que ‘no pasa nada’? ¿Cuántas veces mientras te lo decían te sentías realmente incomprendido cuando realmente a ti SÍ que te pasaba algo. En realidad, lo que para muchos adultos ‘no tiene importancia’ para el mundo de un niño o un adolescente puede ser realmente importante y que sus sentimientos necesiten comprensión en lugar de una gran indiferencia con esta frase tan utilizada por los padres, también, en la actualidad.

SÍ que pasa

Cuando un niño llora por algún motivo y va a buscar el consuelo de sus padres decir la frase ‘no pasa nada’ es como evitar el consuelo, ignorar lo que ocurre y lo peor, abandonar emocionalmente a un niño o a un adolescente cuando realmente necesita de tu consuelo, de tu apoyo y de tu guía.

Los niños pueden buscar consuelo por muchos motivos: cuando pierden en un juego, cuando se enfadan, cuando se frustran cuando se caen y se hacen daño, cuando se pelean con los amigos, cuando tienen miedo, cuando sufren por cualquier motivo… Y siempre pasa. Decirles que ‘no pasa nada’ es abandonarles emocionalmente.

Aunque a ti te parezca una tontería que se frustre porque pierda a un juego de mesa, para tu hijo/a en realidad es tener que aprender a tolerar la baja frustración y si según tú, ‘no pasa nada’, ¿tampoco pasa que tenga rabietas en otros momentos parecidos? Probablemente ahí sí pase, porque habrá pasado del llanto a la acción, pero en realidad en su inconsciente para ti, ‘no pasa nada’.

Cuando se minimiza el problema

Los padres tienen la tendencia de minimizar ese problema en cualquier ámbito y por tanto, en la vida de los niños también. En realidad es un problema social porque no nos gusta soportar el sufrimiento, no queremos pasarlo mal… creamos intolerancia al dolor de otros dentro de nosotros.

Si tienes un amigo al que han despedido del trabajo y él solo ve oscuridad en su vida porque no sabe cómo llegará a fin de mes, estarás tú ahí para decirle algo como: ‘No pasa nada hombre, tienes dos años de paro y en ese tiempo encontrarás otro trabajo mejor’. Y sí, es cierto que quieres animarle con palabras de aliento, pero a él, realmente sí le pasa algo, ¿y si no llega a todos los pagos con el dinero del paro? ¿Y si no encuentra trabajo? Para ti, ‘no pasa nada’, pero tu amigo, tiene la cabeza repleta de dudas del tipo: ‘¿Y si…?’

En realidad, el dolor de los hijos duele más a los padres. En este sentido y sabiendo que su dolor es tu dolor, ¡aún es más importante que les enseñes a tener un buen control emocional! Pero siempre, aceptando y respetando las emociones que sienten en cualquier momento. Para conseguirlo es importante aprender a no enterrar las propias emociones.

¿Seguro que no pasa nada?

Sí pasa, por tanto, ¿cómo reciben tus hijos cada vez que les dices que ‘no pasa nada’? Estás negando sus emociones, le estás transmitiendo que no es importante el cómo se siente y también un abandono emocional porque estás menospreciando sus sentimientos.

Pero recuerda que sí pasa. Tu hijo se ha hecho daño al caerse, se siente mal porque ha perdido y no sabe controlar la baja tolerancia a la frustración, se siente triste, con miedo, enfadado o confundido… Y por tanto, sí que pasa.  No le vuelvas a decir que no pasa nada, comprende su dolor, acéptalo y enséñale a que hay formas de entender las propias emociones y de buscar soluciones a lo que nos ha pasado.

Si sigues diciendo a tus hijos que ‘no pasa nada’, les estarás negando la oportunidad de entender sus propias emociones y se seguirán sintiendo incomprendidos por tu parte, algo que hará que vuestra comunicación entre padres e hijos esté terriblemente perjudicada. Para que tu hijo sienta confianza contigo, deberá ver que siempre validas sus sentimientos y que aceptas sus emociones porque son importantes para ti.