5 señales de alarma que indican que tu hijo está malcriado
Nunca es tarde para rectificar
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Educar a un niño es uno de los mayores retos a los que tienen que enfrentarse los padres a diario. Desgraciadamente, no existe una estrategia infalible sino que a veces es necesario recurrir al ensayo y error para encontrar el mejor camino. Obviamente, no siempre se eligen los mejores derroteros, de manera que muchos padres podrían estar malcriando a su hijo sin darse cuenta.
Sin embargo, nunca es demasiado tarde para identificar y rectificar lo que se ha estado haciendo mal. Por eso es importante aprender a detectar las primeras señales que nos indican que estamos malcriando a nuestros hijos y ponerles coto lo antes posible.
¿Cómo saber si estás malcriando a un niño?
1. Tiene rabietas con frecuencia
Hasta alrededor de los 3 o 4 años un niño suele tener muchas rabietas ya que estas constituyen una especie de canalización a través de la cual expresa su frustración. Cuando es pequeño le resulta difícil expresar con palabras lo que siente y piensa, de manera que pierde el control de sus emociones con facilidad. Sin embargo, a medida que crece, aumenta su autocontrol y su capacidad para expresarse, de manera que las rabietas ya no tienen cabida. Por tanto, si un niño en edad escolar tiene rabietas con frecuencia es probable que esté mimado en exceso.
2. Nunca está satisfecho
Cuando un niño siempre ha tenido todo lo que ha querido y nunca ha escuchado una negativa, crecerá creyendo que es el centro del universo y que merece todo lo que quiera. Un niño malcriado nunca estará conforme con lo que tiene porque siempre querrá más y no entenderá razones que se interpongan en su camino. Si quiere un nuevo juguete no parará hasta que se lo compren, aunque ello implique un gran esfuerzo económico para sus padres.
3. No ayuda en las tareas del hogar
A partir de los 3 o 4 años, el niño empieza a cooperar con las tareas de casa. En este momento, la etapa egocéntrica, en la que pensaba que el mundo giraba a su alrededor, va quedando en el pasado y empieza a interesarse más por los sentimientos de los demás. Sin embargo, un niño malcriado es probable que nunca se interese por recoger sus juguetes o guardar su ropa ya que no suele estar dispuesto a ayudar a los demás. De hecho, en muchos casos parecerá como si no le importara el esfuerzo que realizan sus padres e incluso se comportará de tal manera que dificultará la convivencia familiar.
4. No suele seguir las órdenes
Un niño necesita normas y límites en su educación. Esto no solo le enseña a convivir en sociedad sino que también le hace sentir más seguro y tranquilo. No obstante, si bien es cierto que los padres no deben convertir el hogar en un cuartel general, tampoco tienen que rogar o sobornar a su hijo para que cumplan las normas básicas. Un pequeño debe aprender a seguir instrucciones y a obedecer cuando le piden algo, una habilidad que un niño malcriado no suele desarrollar. De hecho, uno de los signos más evidentes para reconocer a un niño malcriado es su constante negación a seguir las reglas.
5. Es egoísta
Hasta alrededor de los 4 años el niño no suele compartir sus pertenencias porque es demasiado egocéntrico. Sin embargo, a partir de esa edad ya empieza a compartir sus juguetes porque comienza a entender que no es la única persona que existe en el mundo y va desarrollando la empatía y la Teoría de la Mente. Obviamente, es normal que a veces no quiera compartir algunos juguetes porque está muy apegado a ellos, pero no suele ser la norma. En cambio, un niño malcriado siempre se mostrará reticente a compartir sus juguetes, aunque probablemente le exija a los demás niños que los compartan con él.
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