Segundo trimestre del embarazo

El segundo trimestre del embarazo suele ser una de las etapas más tranquilas para la madre ya que el riesgo de aborto y de malformaciones en el bebé prácticamente es cosa del pasado. Además, los bruscos cambios hormonales que causaron las náuseas y los malestares del primer trimestre también suelen desaparecer en esta etapa, por lo que la madre se siente mejor y puede disfrutar plenamente de la gestación.

Los cambios que ocurren en la madre durante el segundo trimestre del embarazo

A partir de la semana 14 la barriga de la embarazada ya comienza a notarse debido a que el bebé está creciendo y aumentando de peso. De hecho, el peso de la madre también comenzará a aumentar por lo que es normal que se sienta un poco más torpe al caminar y que se agote con mayor facilidad. En algunos casos pueden aparecer problemas respiratorios, sobre todo cuando la embarazada realiza grandes esfuerzos físicos.

Si bien en este segundo trimestre las náuseas matutinas y la aversión por los alimentos empiezan a desaparecer, es habitual que aparezcan otras molestias, como el estreñimiento, que surge debido a la presión que el útero ejerce sobre los intestinos y al hecho de que la progesterona ralentiza la digestión. Además, el hierro que contienen las vitaminas prenatales acentúa aún más este problema.

A partir de la semana 19 algunas mujeres también empiezan a sentir una ligera molestia en la parte baja del vientre, sobre todo cuando cambian de posición. Se trata de una especie de calambre causado por el sobre-estiramiento de los ligamentos redondos que tienen que hacerse más flexibles para soportar el peso del útero. Muchas embarazadas también experimentan venas varicosas durante este período debido al efecto dilatador de la progesterona sobre las paredes de las venas y a que el útero ejerce mucha presión sobre la vena cava inferior.

En algunos casos es probable que la embarazada tenga encías sensibles y sangrantes, lo cual se debe a que la sangre fluye más hacia todos los tejidos del cuerpo. No obstante, uno de los mayores cambios en esta etapa son las transformaciones que tienen lugar en la piel.

A partir de la semana 16 la mayoría de las embarazadas empiezan a tener un brillo especial en la piel y el cabello, causado por el aumento del flujo sanguíneo hacia la piel. Sin embargo, poco después comienza a aparecer el cloasma, unas manchas oscuras que salen sobre todo en la zona de los brazos y el rostro y que se deben al incremento de la melanina.

Asimismo, en la semana 22 también comienzan a aparecer las primeras estrías debido a la rotura de las fibras internas de la piel que no pueden resistir el estiramiento que está teniendo lugar. De hecho, se estima que aproximadamente la mitad de las embarazadas desarrolla este problema, que no solo se aprecia en el abdomen sino también en los senos, los muslos y las caderas.

Los cambios que ocurren en el bebé durante el segundo trimestre del embarazo

Durante el segundo trimestre del embarazo el bebé crece muchísimo. Su peso ha aumentado considerablemente y su cuerpo y extremidades están muy bien definidos. De hecho, a inicios de este trimestre ya se conoce el sexo del bebé porque sus genitales están formados casi completamente.

Sus órganos también están prácticamente formados: su aparato digestivo y respiratorio se están desarrollando. De hecho, en este trimestre los pulmones del bebé comienzan a generar una sustancia llamada surfactante, compuesta por lípidos y proteínas, que le ayudará a respirar cuando nazca.

Su cerebro está madurando a la par del resto de los órganos, a pesar que tardará algunos meses en desarrollarse por completo. En el segundo trimestre el sistema límbico, responsable de controlar los sentimientos y emociones, así como las áreas cerebrales especializadas en la audición, el tacto, el olor y la visión están en pleno apogeo. En esta etapa el bebé ya podrá escuchar los sonidos externos y será capaz de reconocer la voz de sus padres cuando estos le hablan.

A lo largo de estas semanas ya será posible observar sus uñas, párpados e incluso las cejas. De hecho, sus ojos ya se han formado completamente, aunque el iris todavía no tiene el color definitivo. Asimismo, sus dientes empiezan a formarse dentro de las encías, aunque pasarán algunos meses antes de que comiencen a salir. A lo largo de este período su piel seguirá alisándose y se comienza a formar un poco de grasa debajo de ella por lo que muy pronto dejará de ser transparente. Los huesos también continúan endureciéndose y la columna vertebral se hace más fuerte.

¿Qué cuidados debe tener una embarazada durante el segundo trimestre de la gestación?

Un estudio publicado en la FASEB Journal desveló que los malos hábitos alimenticios de la madre se pueden traspasar al feto. Según esta investigación, la comida chatarra afecta el circuito de señalización de opiáceos del bebé y aumenta el riesgo de que en el futuro el niño se aficione a los alimentos ricos en azúcar y grasa, con las consecuencias para la salud que ello conlleva.

Asimismo, se ha demostrado que una dieta rica en azúcar aumenta el riesgo de que el bebé desarrolle diabetes, de la misma forma que una dieta desbalanceada puede llegar a afectar hasta 2.000 genes, lo cual aumenta su predisposición a desarrollar determinadas enfermedades. Por eso es importante que la madre mantenga una dieta saludable durante todo el embarazo, pero sobre todo en este período ya que los sentidos del bebé están madurando.

En este trimestre también es usual que muchas embarazadas coman más de lo que necesitan ya que su apetito aumenta y aparecen los antojos. Sin embargo, aunque la madre se puede dar algunos caprichos, es importante que mantenga bajo control el consumo de dulces y que no pase por alto ninguna comida ya que podría provocarle mareos y náuseas.

Además, en estas semanas es fundamental que se mantenga a buen recaudo del sol usando una crema protectora ya que los rayos solares pueden acentuar las manchas de cloasma y hacer más evidentes las estrías que aparecen en la piel. Para evitar este problema también es recomendable hidratar bien la piel y practicar actividad física de intensidad leve a moderada.