¡Sana a tu niña interior antes de la maternidad! Tus hijos te lo agradecerán
Las heridas emocionales no resultas pueden ser un obstáculo en la crianza de los hijos
[mashshare icons=»1″]
La maternidad es una experiencia maravillosa que transforma la vida de una mujer, pero también puede ser un momento de estrés y ansiedad. Muchas mujeres llevan consigo una carga emocional de su infancia que puede afectar a su capacidad para ser madres amorosas y cariñosas. Además, también es posible que les cueste gestionar situaciones estresantes con sus hijos debido a traumas de su niñez. Por este motivo, es importante sanar a la niña interior que todas llevamos dentro antes de convertirnos en madres.
¿Qué es la niña interior?
La niña interior es la versión de nosotras mismas que aún guarda heridas emocionales de nuestra infancia. Es la niña que alguna vez fuimos, que experimentó situaciones dolorosas, las cuales pueden seguir afectando nuestra vida adulta. Así mismo, estas heridas emocionales pueden afectar nuestra capacidad para amarnos a nosotras mismas y a los demás, incluyendo a nuestros hijos. Adicionalmente, pueden llevarnos a evitar situaciones en la crianza de nuestros hijos porque nos devuelven a etapas dolorosas de la vida. Sin embargo, esta incapacidad de superación no ayudará, para nada, a nuestros hijos.
Sanar a la niña interior: un proceso que requiere tiempo y dedicación
Sanar a la niña interior empieza por tomarse el tiempo necesario para reflexionar sobre nuestra infancia y las experiencias que nos afectaron emocionalmente. Además, implica reconocer el dolor que sentimos y aprender a manejarlo de manera saludable.
Acepta tus emociones
Acepta que tienes emociones negativas encerradas y que está bien sentirse triste, enojada, frustrada. No te juzgues a ti misma y no te culpes por sentir lo que sientes. Esta aceptación de las emociones debe predominar en nuestras vidas para ser felices y sentirnos completas.
Escribe sobre tus emociones
Escribir sobre tus emociones puede ser una manera efectiva de procesarlas. Puedes escribir en un diario, hacer una lista de cosas que te hacen sentir bien o escribir una carta a tu niña interior. La escritura puede ayudarte a liberar tus emociones y ver las cosas desde una perspectiva diferente.
Busca ayuda profesional
Si tienes dificultades para sanar a tu niña interior, considera buscar ayuda profesional. Un terapeuta será de gran ayuda a la hora de explorar tus emociones y encontrar maneras saludables de manejarlas.
Practica la meditación
La meditación también es una forma efectiva de conectarte contigo misma, un proceso necesario para reencontrarnos con esta niña que llevamos dentro. Dedica unos minutos al día a meditar y a enfocarte en tu respiración. Visualiza a tu niña interior y envíale todo tu amor y compasión.
Haz cosas que te gusten
Haz cosas que te gusten y te hagan sentir bien contigo misma. Esto puede incluir actividades como pintar, bailar, hacer yoga o, simplemente, disfrutar de un baño relajante. Al hacer cosas que nos hacen sentir bien, nutrimos a nuestra niña interior y la ayudaremos a sanar sus heridas emocionales.
Beneficios de sanar a tu niña interior antes de la maternidad
Sanar a tu niña interior antes de la maternidad puede tener muchos beneficios para ti y para tu futuro hijo:
Amarte a ti misma
Cuando sanas a tu niña interior, aprendes a amarte a ti misma y a aceptarte tal como eres. Esto es importante porque para ser una buena madre, debes amarte a ti misma primero.
Ser más compasiva
Al sanar a tu niña interior, aprendes a ser más compasiva contigo misma y con los demás. Esto te ayuda a ser una madre más amorosa y comprensiva.
Manejo del estrés
Sanar a tu niña interior también te ayudará a manejar mejor el estrés. Las heridas emocionales pueden ser una fuente de estrés constante; sin embargo, si aprendes a manejarlas, podrás reducir el estrés en tu vida y estarás más disponible para tu hijo.
Establecer límites saludables
Cuando sanas a tu niña interior, aprendes a establecer límites saludables. Esto es fundamental cuando se trata de la crianza, ya que los niños necesitan límites para sentirse seguros y protegidos.
Un modelo para tu hijo
Al sanar a tu niña interior, estás estableciendo un ejemplo para tu hijo de cómo manejar las emociones y enfrentar las dificultades de la vida. Esto puede ayudar a tu hijo a desarrollar una mayor resiliencia y a manejar mejor las situaciones difíciles.
Cómo aplicar lo aprendido en la maternidad
Una vez que hayas sanado a tu niña interior, es importante que apliques lo que has aprendido en todo este proceso como mamá:
Sé compasiva contigo misma
Recuerda ser compasiva contigo misma y no te juzgues demasiado duro. La maternidad puede ser difícil, y es normal sentirse abrumada o insegura en ocasiones.
Aprende a comunicarte con tu hijo
Aprender a comunicarse efectivamente con tu hijo es una parte crucial de la maternidad. Al sanar a tu niña interior, has aprendido a expresar tus emociones de manera saludable, lo que puede ayudarte a comunicarte mejor con tu hijo.
Establece límites saludables
Establecer límites saludables es esencial en la crianza. Asegúrate de establecer límites claros y consistentes para ayudar a tu hijo a sentirse seguro y protegido.
Siempre presente y amorosa
Recuerda estar presente y amorosa con tu hijo. Dedica tiempo a jugar con él, hablar con él y abrazarlo. Esto ayuda a fortalecer el vínculo entre madre e hijo.
Sanar a tu niña interior antes de la maternidad tendrá un impacto positivo en tu vida y en la vida de tu futuro hijo. Al sanar las heridas emocionales de tu infancia, puedes ser una madre más amorosa, compasiva y presente. Si tienes dificultades para sanar a tu niña interior, no dudes en buscar ayuda profesional. Al hacerlo, estarás estableciendo las bases para una maternidad saludable y positiva.
Comentarios