¿Es posible salvar el curso escolar en el último trimestre?

Cuando se llega al último trimestre muchos padres recurren a academias y profesores particulares para intentar salvar el curso del algún modo. Pretenden que lo que los hijos no han hecho durante todo el curso escolar lo logren en tres meses escasos. La realidad es que para que los niños aprendan la constancia del estudio y obtengan buenos resultados debe haber un trabajo académico diario así como de motivación o emocional.

Pero si no has caído en la importancia de esto durante los dos trimestres anteriores, puedes intentar que tu hijo mejore los resultados en el último trimestre, pero resulta prioritario que de cara al curso que viene tu hijo trabaje con unas pautas y una constancia clara, con tu apoyo y tu cariño todo el tiempo. Si no sabes cómo hacerlo o cómo ayudarle, entonces no dudes en acudir a un profesional de la psicopedagogía para conseguirlo.

A continuación te vamos a dar algunas ideas para que intentéis salvar el último trimestre de estudio junto con tu hijo. Recuerda que es necesario que tu hijo ponga de su parte y esté motivado, porque tú no tienes una varita mágica para conseguir buenos resultados sin que tu hijo se esfuerce. ¡Solo el esfuerzo proporciona recompensas!

Confianza y motivación

El primer paso para que tu hijo salve el último trimestre es que tenga confianza en sus posibilidades y motivación para conseguirlo. Si ha ido flojo durante todo el curso, ahora es el momento para que pueda apretar un poco más y conseguir buenos resultados, y si ha ido bien durante todo el curso, es muy importante seguir con el esfuerzo para mantener los buenos resultados e incluso, mejorarlos si es posible.

Para que aumente su confianza deberá tener una buena organización de estudio y hábitos que le ayuden a hacer las cosas de forma estructurada y ordenada. También puedes acudir a un psicopedagogo si lo ves necesario o apuntarle a clases de refuerzo escolar si tiene unos buenos hábitos de estudio y una buena motivación pero hay algunos contenidos que se le resisten y tú no puedes ayudarle por desconocimiento, por ejemplo.

Sé realista

Del mismo modo es primordial que seas realista con las capacidades de tu hijo y que no le exijas más de lo que pueda hacer. Si lo haces, no le estarás motivando, si no causando frustración cuando no consiga los resultados que tú quieres que tenga. Para que sus resultados sean positivos debe querer conseguirlos él por amor propio y no por miedo a las represalias.

Cuando esto sea así, entonces será capaz de conseguir cualquier cosa que se proponga, por difícil que sea (teniendo en cuenta sus posibilidades).

El plan de acción

Pero para conseguir todo esto, es necesario tener un plan de acción. Este plan de acción incluye:

• Reflexión. Siéntate con tu hijo y pensad juntos cuáles son las necesidades académicas y emocionales que tiene en este momento.
• Planificación. Planificar con el calendario del último trimestre y la agenda en mano, cuáles son las asignaturas y temario que debe estudiar y cuál debe ser la organización correcta.
• Ayuda externa. Necesitar ayuda externa no es un castigo ni tampoco una vergüenza, es una oportunidad para mejorar.
• Responsabilidad. Los niños necesitan responsabilidades para poder estructurar sus días. Además de los estudios debe tener otras responsabilidades dentro del hogar (tareas domésticas). Esto le ayudará a sentir satisfacción por el trabajo bien hecho en casa.
• Tiempo de descanso. Los tiempos de descanso y las actividades de ocio son una necesidad para que el cerebro de los niños recuperen su energía y puedan hacer las cosas bien.

Si lo ves necesario, acude a una tutoría con sus maestros para que te orienten sobre el temario que van a estudiar, así podréis planificar mejor el contenido.