Los riesgos de cubrir el cochecito de tu bebé con una sábana o toalla
El peligroso error que cometen muchos padres en verano
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Es tan usual ver a los bebés paseando en cochecitos cubiertos por una sábana o una toalla que muchos padres pueden hacer este gesto de forma mecánica. Normalmente lo hacen para proteger a su bebé de los rayos del sol y el calor. Sin embargo, esta práctica no está exenta de riesgos.
El experimento que te hará repensar el hábito de tapar la capota del cochecito
Hace algunos años un pediatra sueco llamado Svante Norgren alertó de los peligros que implica proteger al bebé usando una sábana o una toalla sobre la capota del carrito. Este pediatra, que trabaja en el Hospital Astrid Lindgren de Estocolmo, puso en marcha un pequeño experimento a través del cual demostró que basta dejar el coche al sol durante 30 minutos, tapado, para que en el interior la temperatura aumente desde 22 hasta 34 grados. Al cabo de una hora la temperatura alcanzará los 37 grados.
- No cubierto: La temperatura dentro de un cochecito dejado fuera en el calor fue de 22 grados °C.
- Cubierto con una sábana fina: En 30 minutos, la temperatura subió a 34 grados centígrados. Y después de una hora, estaba en 37 grados.
Esto significa que en vez de reparar al bebé del calor, se crea un efecto invernadero que termina siendo muy peligroso, además de cortar la circulación del aire. A esto se le suma el hecho de que los padres no se dan cuenta si el pequeño se siente mal porque no le ven. Obviamente, ese aumento brusco de temperatura pone al bebé en un gran riesgo y aumenta las probabilidades de que se produzca el síndrome de muerte súbita del lactante.
¿Qué deben hacer los padres?
Debemos tener en cuenta que los bebés tienen dificultades para regular su temperatura corporal, lo cual significa que un exceso de calor o los cambios bruscos de temperatura pueden llegar a afectarlos seriamente.
Según este pediatra, si los padres notan que su bebé está sufriendo por el calor, es necesario llevarlo inmediatamente a un sitio donde la temperatura sea más agradable. Una vez allí, pueden colocar una toalla húmeda sobre su frente y asegurarse de que beba agua, dando pequeños sorbos. Si el pequeño no logra beber bien o se siente muy mal, es fundamental acudir cuanto antes al médico.
Por otra parte, es recomendable no sacar a pasear el bebé durante las horas de mayor calor de la jornada, y extremar las precauciones durante el verano. De la misma manera, se aconseja caminar por la sombra e intentar que el aire circule libremente. También se puede utilizar una sombrilla sobre el cochecito para reparar al bebé del sol y crear un ambiente más agradable y aireado.
Como colofón, se recomienda a los padres que no cubran al bebés con diferentes capas de ropa, “por si acaso”, ya que de esta manera aumentan las probabilidades de que el pequeño se agobie y sude. Debemos recordar que los bebés sienten el mismo calor o frío que un adulto, así que en verano no es necesario abrigarlos demasiado.
Por supuesto, los padres no deben descuidar al bebé en ningún momento. Si notan que su frente está perlada de sudor, es recomendable que lo refresquen usando una esponja húmeda, evitando que el agua esté demasiado fría.
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