“La regla de Kiko”: una técnica para prevenir el abuso sexual
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Cuando eres padre o madre solo con pensar en el abuso sexual se revuelve el estómago. Son actos atroces que ocurren en la sociedad y que no deberían pasar jamás. Por eso, es tan importante conocer técnicas para enseñar a los niños a prevenir el abuso sexual, y “La regla de Kiko” es una de ellas. Queremos explicarte de qué trata para que lo puedas tener en cuenta desde hoy.
Un cuento infantil
“La regla de Kiko” es un cuento infantil que ayudará a entender a los niños cómo actuar para prevenir el abuso sexual infantil y a conocer sus derechos ante estas agresiones. Es un problema social y es deber de todos proteger a nuestros pequeños y por eso, a través de los cuentos, encontramos grandes herramientas.
En la regla de Kiko encontramos 5 temas diferentes pero fundamentales que los niños deben conocer. Solo de esta manera aprenderán que nadie puede invadir su espacio físico y que siempre que algo les moleste de alguien, deben alejarse. Si algo les hace sentir incómodos deben avisar a mamá y a papá lo antes posible, o a un adulto de confianza. No te pierdas cuáles son los temas que trata el cuento.
Tu cuerpo es solo tuyo
Se muestra la importancia de que los niños sepan que su cuerpo es solo suyo y que nadie puede tocarlo si él no está de acuerdo. El contacto físico con otras personas solo debe ser permitido por aquellas personas que el niño consienta y se sienta tranquilo al hacerlo. Por dentro de la ropa interior nunca se debe tocar y nadie le puede pedir que lo enseñe. Tiene que decir que no. Y lo mismo ocurre a la inversa, el niño tampoco puede tocar las partes íntimas de otros ni pedir que las enseñen.
Buena y mala forma de tocar
Los niños deben ser conscientes de que el cuerpo tiene zonas que nadie puede tocar salvo por él mismo. Son las zonas íntimas o privadas que nunca se muestran a otros. Los genitales siempre deberán estar ocultos, nadie podrá tocarlos ni pedirles si los pueden tocar o ver otras personas.
Solo mamá o papá pueden lavar esas zonas en el baño hasta que aprendan a hacerlo por sí mismo. Pero se debe lavar igual que se lava el resto del cuerpo, sin prestar más atención ni tocar más tiempo de la cuenta.
Secretos buenos y secretos malos
Del mismo modo que los niños deben saber que sus partes íntimas no se tocan, también deben saber cuáles son las diferencias entre los secretos buenos y los malos. En “La regla de Kiko” se aprende a diferenciar que los secretos malos, son aquellos que alguien les dice que se callen y no les cuenten a sus padres (ni a nadie) como que les tocan los genitales o cualquier otra zona aunque se sientan mal por ello. Las conductas inadecuadas que hacen que un niño no se sienta cómodo, también serían los secretos malos.
Es decir, un secreto malo sería cualquier cosa que no se pueda decir a los padres que esté relacionada con el contacto físico o conductas inapropiadas entre adultos y niños, o entre iguales. Nunca hay que ocultarle las cosas a mamá ni a papá. Hay que contarlo rápidamente para que ellos puedan ayudar inmediatamente.
Prevención y protección
La prevención y la protección al menor es responsabilidad absoluta del adulto. Por eso, se debe trabajar la comunicación, la gestión emocional y la empatía desde siempre. No deben haber temas tabúes en casa. No es malo hablar a los niños y niñas sobre sexualidad desde que son pequeños, siempre con un lenguaje que comprendan y adaptado a su entendimiento. De esta manera será más fácil detectar si está sometido a algún tipo de abuso sexual.
Cuando un niño es víctima de violencia sexual tiene un comportamiento más retraído, tiene miedo de lo que otros puedan pensar, no quiere sentirse culpable por lo sucedido y por eso puede negarlo.
Es importante que tu hijo sienta plena confianza en ti para que entienda que no es su culpa y que debe contar lo que ha pasado para recibir ayuda. Así mismo, debes enseñarle herramientas preventivas para que se defienda de posibles agresiones sexual: no quedarse en ese lugar con esa persona que le incomoda, buscar ayuda de un adulto rápidamente y por supuesto, contarte lo sucedido inmediatamente.
Debes indicarle que tiene una red de seguridad que son personas de su alrededor que le aportan confianza y que podrá acudir a ellos siempre que sienta algún tipo de peligro. Pueden ser los padres, tíos, abuelos…
El cuento de “La regla de Kiko” o “Kiko y la mano” (es el mismo cuento), no solo se debe enseñar a los niños cuando se sospecha que hay abuso sexual, ni mucho menos. Debe usarse como prevención para evitar cualquier tipo de violencia sexual tanto en el presente como en el futuro.
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