Regalar tiempo a nuestros hijos: ¡el mejor regalo de Navidad sois vosotros!
Solo vosotros podéis hacer de la Navidad un momento inolvidable para ellos
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La Navidad es un precioso momento para compartir con nuestros hijos, para regalarles tiempo de calidad y, sobre todo, para jugar con ellos, estimularlos y nutrirlos con una gran cantidad de nuevas experiencias. Estar con ellos nos permite estrechar vínculos, conocerlos mejor y, sobre todo, regalarles momentos que nunca van a olvidar.
Pensadlo: si os ponéis a repasar vuestras Navidades, ¿cuáles son los momentos que atesoráis? ¿Qué más os impactaron y han quedado en vuestras mentes? Exacto: las reuniones familiares. Poder pasar tiempo con los abuelos, los tíos o los primos, tener tiempo para jugar con vuestros padres y, sobre todo, vivir la ilusión de estos días. ¿Cierto? Entonces, ¿por qué nos empeñamos en comprar regalos caros a nuestros hijos o hacerles muchos de ellos? Lo mejor que podemos regalarles es nuestro tiempo, nuestro amor, nuestros abrazos y nuestros besos. Eso es, precisamente, lo que ellos van a recordar. Os contamos qué podéis hacer para regalar tiempo de calidad a vuestros hijos y por qué es tan importante.
El tiempo de calidad crea vínculos más estables y potencia el desarrollo de los peques
Os hemos hablado en varias ocasiones de la importancia de pasar tiempo en familia; es decir, tiempo de calidad. No solo crea vínculos más estables y duraderos en el tiempo, sino que también nos ofrece la oportunidad de transmitirles valores, trabajar habilidades con ellos y, sobre todo, estar pendientes de sus necesidades. Sin embargo, sabemos que no siempre es fácil contar con este tiempo y es que, no nos engañemos, el ritmo frenético que llevamos no nos ayuda mucho a la hora de disfrutar de estos pequeños momentos con nuestros hijos. Por ello, resulta fundamental aprovechar los días de vacaciones y festivos, como puede ser la Navidad.
¿Cómo convertir el tiempo en tiempo de calidad en Navidad? Llenadlo de experiencias
Muchos nos preguntamos qué es lo que hace que el tiempo ordinario pase a ser tiempo de calidad con los niños. Y, la respuesta es de lo más simple: ofreciéndoles y viviendo experiencias nuevas con ellos.
Los días de Navidad son perfectos para ello: podemos ir a patinar sobre hielo con ellos, visitar esos sitios a los que siempre hemos querido ir, llevarlos al cine o, simplemente, dar un paseo por uno de los mercados navideños que, seguro, tenéis cerca. También es un buen momento para fomentar valores como la empatía, la compasión y la amistad, entre muchos otros.
A la hora de fomentar estos valores y explicarles sobre las diferentes tradiciones que se celebran en Navidad, los papás contamos con una gran cantidad de recursos. No solamente podemos contarles cuentos navideños sobre los orígenes de Papá Noel o el Nacimiento del Niño Jesús; también podemos cantar villancicos con ellos o bien preparar un concurso de cocina.
Cualquier actividad que fomente su creatividad será una actividad que activará su aprendizaje y, por este preciso motivo, la Navidad es un momento ideal para ello. No solo van a vivir experiencias únicas, sino que van a pasarlo en grande realizando diferentes actividades con las personas más importantes para ellos: sus papis y el resto de la familia.
Aplica la ley de los 4 regalos: evita fomentar el consumismo
Regalar este precioso tiempo a nuestros hijos es fundamental, pero también es importante que ellos puedan encontrar regalos debajo del árbol; regalos que fomentan la tradición. Sin embargo, esto no significa que debamos comprarles todo lo que piden, sino algo que sea importante para ellos, que les guste, que puedan usar y que les ayude en su desarrollo personal. Pero, ¿cómo podemos hacer esto sin fomentar el consumismo? Aplicando la ley de los 4 regalos: ¿la conocéis?
La ley de los 4 regalos establece aquellos regalos que se consideran adecuados y necesarios para los niños. Así, lo único que debemos buscar es:
- Un regalo que fomente su creatividad o que puedan leer: un libro o un cuento para colorear son algunos de los ejemplos de regalos que le ayudan a desarrollar esta habilidad.
- Un regalo con algo que necesiten: una chaqueta, unos vaqueros, calcetines o un jersey grueso.
- Un regalo especial para ellos: no podemos olvidar comprarles también algo que sea especial para ellos. En este caso, podemos comprarles algo de lo que hayan anotado en su lista de regalos.
- Un regalo para llevar: una mochila nueva o complementos para la ropa son ejemplos de regalos que pueden llevar a la vuelta al cole o cuando ellos quieran.
La ley de los 4 regalos no solamente nos ayuda a criar a nuestros hijos lejos del consumismo que la sociedad “nos impone”. Además, nos permite identificar más rápidamente qué es lo que queremos comprar. De este modo, evitamos perder mucho tiempo buscando el regalo perfecto: les estamos dando este regalo al ofrecerles nuestro tiempo.
¿Qué actividades podemos hacer con los niños que fomenten valores y tradición?
Además de los cuentos, los refranes y los villancicos, hay muchas otras actividades que podemos hacer con los niños que refuercen la tradición y los valores que les queremos transmitir.
Por un lado, podemos pedirles que nos ayuden a poner el belén, montar el Árbol de Navidad y decorar la casa es una buena manera de fomentar valores. Podemos explicarles sobre el Niño Jesús, los orígenes del Árbol de Navidad, la historia de Papá Noel o, incluso, podemos hablarles de los diferentes personajes navideños que viajan por todo el mundo para asegurarse de que todos los niños reciben sus regalos. Es decir, podemos hablarles de tradiciones de otros países.
Por otro lado, también podemos dejar que sean ellos los que escriban las tarjetas de Navidad. Esta actividad nos ofrece la oportunidad de explicarles por qué se escriben estas tarjetas y por qué son tan importantes en estos días. Desear una «Feliz Navidad» o un «Próspero Año Nuevo» son ejemplos de valores como la empatía, la compasión, la humildad. Podemos hacerles ver que en lo “pequeño” es donde suele encontrarse lo más importante.
Por último, también podemos pedirles algo tan simple como que nos ayuden a preparar las comidas navideñas. Con ello, les estaremos educando en responsabilidad, a la vez que les damos el protagonismo que merecen en estas fiestas.
Por mucho dinero que nos gastemos en los regalos o por mucho tiempo que pasemos pensando en el regalo perfecto para nuestros hijos, nunca vamos a dar con él. El mejor regalo para los niños, y el que tendrán siempre en mente, es el tiempo en familia: el tiempo que hará especial cada Navidad.
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