Cómo reducir las distracciones en la atención infantil
Para que las tareas no sean tan agotadoras
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Son muchos los padres que comentan que sus hijos son distraídos o que no prestan atención, pero en la gran mayoría de los casos, cuando los niños no presentan TDAH o Déficit de Atención con o sin hiperactividad, suele ocurrir que no se motiva a los niños para que puedan atender o se les exige más de lo que si desarrollo madurativo les permite entender.
Cuando a un niño se le grita desde la cocina lo que tiene que hacer mientras él está en el salón, que no responda o que no haga caso de lo que se le dice, es lo más normal y habitual del mundo. Si quieres que tu hijo te escuche, lo primero que debes hacer es acercarte a él, tener contacto visual y físico y decirle con palabras que entienda dependiendo de su desarrollo lo que esperas de él. Pero claro, en otras ocasiones es posible que si los niños no atienden sea a causa de algunos distractores. ¿Cuáles son los más habituales?
Hambre o cansancio
Los padres también deben ser conscientes de que si su hijo no presta atención quizá sea también (sobre todo en los más pequeños), porque quizá tenga hambre o cansancio. Para combatir el hambre o la fatiga, los padres deberán asegurarse de que tu hijo ha dormido bien o que antes de hacer una tarea estructurada (como los deberes) ha comido algo. Pero lo que come no puede ser cualquier cosa, es necesario que sea un aperitivo saludable en lugar de algo cargado de azúcar y grasa. Algunas decisiones inteligentes incluyen galletas integrales, verduras crudas con humus (como una zanahoria con hummus de garbanzos) o fruta.
El sueño también es muy importante, por lo que deberás asegurarte de que tu hijo está descansando lo necesario. Muchos niños necesitan un poco de descanso cuando llegan a casa de la escuela, ¡todo el mundo necesita tiempo de inactividad! Y ellos también. Esto nos ayuda a regresar y a concentrarnos. Si los niños no tienen tiempo suficiente de inactividad y tiene un exceso de actividades, puede abogar por el tiempo de inactividad a través de su comportamiento. Es necesario que su mente tenga tiempo de relajarse para que después, la atención sea más eficaz.
Los hermanos
En ocasiones son los hermanos los que pueden actuar como distractores y molestar la concentración. Cuando esto ocurre lo mejor es que trabajen en habitaciones separadas. Se pueden establecer rutinas pero separados. Por ejemplo, mientras que un niño está estudiando para un examen en una estancia, el otro está haciendo los deberes en otra y quizá el tercero está leyendo un libro en el rincón de la lectura. Así también se le da más atención individual a cada uno. Si esto no se hace de este modo y se tienen a todos los hermanos en una habitación tendrá tendencia a que sea algo más caótico y contraproducente.
Nada de distractores en tiempo de estudio
Cuando los niños están realizando las tareas escolares no se les debe permitir ver la televisión o jugar al ordenador hasta que hayan terminado todos sus deberes. Esto les motiva a mantener la mente concentrada más tiempo para acabar antes y poder jugar o ver la televisión. Así mismo es necesario que los padres les hablen y les comenten lo importante que es prestar atención.
Cuando la tarea es muy difícil
Hay niños que pueden desconectar y dejar de prestar atención cuando piensan que una tarea es demasiado difícil para ellos. Quizá necesiten instrucciones en pequeños pasos, por ejemplo si quieres que tu hijo recoja su habitación en lugar de decirle: «Ves a limpiar tu habitación», puedes decirle algo como: «Ves a tu habitación y recoge la ropa sucia, cuando acabes vienes y te diré lo próximo que debes hacer». Incluso puedes ponerlo en un papel para que sepa los pasos que debe hacer como recordatorio visual en lugar de demasiados recordatorios verbales. Las instrucciones cortas y positivas funcionan mejor con los niños que los gritos o las largas explicaciones. Y por supuesto, elogia su trabajo cuando se haya esforzado en hacerlo bien.
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