Recuperar las fiestas de cumpleaños caseras: Un recuerdo feliz de la infancia
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Si existe un recuerdo más preciado de la infancia, es sin duda alguna los cumpleaños. Ese momento de celebración en donde los niños pueden compartir con sus familiares y amigos un año más de vida, en medio de risas, juegos, canciones entretenidas, colores y un ambiente hogareño que le muestre lo valioso de compartir con quienes amamos.
Sin embargo, las fiestas actuales han dado un giro descontrolado, en donde los padres se preocupan más por el aspecto de la ‘temática’ de la fiesta y todos lujos que puedan gastar en ella (comida exclusiva, animadores, decoraciones infinitas, etc.), inclinándose hacia una gala y no una fiesta de cumpleaños infantiles, por lo que nos cuestionamos, ¿es esto realmente beneficioso para los niños?
¿Por qué es importante recuperar las celebraciones caseras?
Si te pidiera cerrar los ojos un momento y recordar uno de tus cumpleaños cuando eras niño, ¿qué verías? Por supuesto cada celebración de cumpleaños es diferente, pero es posible que todos coincidamos en un aspecto, lo poco que necesitábamos para ser felices.
La sencillez ha perdido su valor en estos días donde, gracias a la influencia de las redes sociales, trabajamos para impresionar a los demás. Cada padre celebra el cumpleaños de su hijo como quiere pero, pregúntate con honestidad, ¿es realmente necesario todo esto para hacer a tu hijo o hija feliz?
La realidad es que los niños gozan en sus cumpleaños cuando están rodeados de otros niños para jugar, ¿y las enormes decoraciones? Pasan a un segundo plano. En este sentido, ¿no sería preferible enfocarnos en crear un ambiente para divertirse? En un espacio al aire libre donde puedan disfrutar hasta cansarse.
Recordar para quién es la fiesta de cumpleaños
No es de extrañar que veamos en redes sociales, fotos y videos de cumpleaños que pensábamos que solo eran parte de nuestra imaginación: decoraciones extravagantes, arcos con flores o globos, animadores y presentadores, una mesa inmensa de banquete y un show que no puede faltar.
Es una fiesta excelente, donde seguro todos la pueden pasar bien, aunque seguramente serán los adultos y no los niños. Pues, muchas de estas temáticas transmiten un mensaje de estatus para los otros padres y ver quién lleva la delantera, en lugar de sorprender a los pequeños con algo que les guste.
Las celebraciones de cumpleaños se han convertido casi en una estrategia para impresionar a los invitados o para un buen posteo en redes sociales, en lugar de guardar un buen recuerdo. Dejando atrás la ilusión de compartir y crear un festejo íntimo, donde se demuestre el amor al protagonista real, el cumpleañero.
¿Cómo podemos recuperar las fiestas infantiles caseras?
Recordando el objetivo principal de la fiesta infantil y creando recuerdos de una infancia feliz.
1. El protagonista es tu hijo, no los invitados
Esta es una celebración de la vida de tu pequeño o pequeña, así que céntrate en ello. Busca decoraciones que va a apreciar y actividades que podrá disfrutar con sus invitados. La fiesta debe girar en torno al cumpleañero y no en el gusto de los invitados.
2. No te obsesiones con la perfección
En las fiestas infantiles, la perfección es pasar un buen rato, por lo que te recomendamos contagiarte de ese espíritu en lugar de enfocarte en cumplir todas las ‘exigencias’ de una perfecta fiesta exagerada.
3. Incluye a tus hijos
Una excelente forma de hacer que los niños aprecien más sus cumpleaños es involucrarlos en el proceso del mismo. Llevándolos a elegir su decoración y colocarla en su lugar, invitarlos a preparar las comidas, diseñando invitaciones a mano, etc.
4. Crea recuerdos
Más que una foto memorable para ganar miles de likes, ¿por qué no mejor un recuerdo más acorde a la ocasión? Por ejemplo, crear un álbum de polaroids o fotos impresas, crear una mesa artística con sus amigos y guardar sus creaciones.
5. Invita a los más cercanos
Otra cosa que se ha salido de control en las fiestas exageradas actuales, es la cantidad de invitados que hay, pues entre más personas sean más exitosa la celebración. Spoiler: no realmente. Tus hijos no querrán pasar su día especial con personas desconocidas sino con quienes sean más cercanos a ellos, así se sentirá cómodo y en confianza.
6. Abraza la tendencia del DIY
El ‘Do it yourself’’ o ‘hazlo por tí mismo’, es una tendencia con vida propia que nos ha ayudado a encontrar soluciones a diversas situaciones, incluyendo hacer decoraciones caseras para alguna celebración.
Existe un encanto particular en las cosas hechas a mano y caseras, que adquieren un valor especial para aquellos que las han realizado y para quienes las disfrutan.
Consecuencia de las exageradas fiestas de cumpleaños infantiles
Es necesario ser realistas, las celebraciones se nos han ido de las manos y ahora muchos padres buscan más y más, algo que supere el cumpleaños anterior, sin saber que esto puede traer varias repercusiones.
1. Pérdida del valor a las cosas
Acostumbrar a los niños a fiestas exageradas hará que estos esperen cosas aún más extraordinarias para el futuro, de forma negativa. Es decir, regalos más caros, lugares exclusivos o servicios más lujosos que, no siempre tendrán y al no poder tenerlos, despreciarán cualquier otra cosa que no sea lo esperado.
También puede ocurrir que no se conformen con otras alternativas o regalos sencillos que reciban de otras personas, por considerarlos ‘poca cosa’.
2. Los niños no aprenderán que menos es más
Una de las lecciones más valiosas de los cumpleaños caseros es que los niños aprenden a utilizar su imaginación al máximo. La capacidad de convertir un simple espacio en un lugar para celebrar es algo mágico, esto ayuda a los niños a valorar las cosas sencillas y aprender a hacer sus propias celebraciones con cosas significativas.
3. Se crea una competencia insana
En especial para los padres, ¿cuál es la necesidad de impresionar a los demás? El mensaje que se deja con esto es que hay que ser mejor que los demás. Un mensaje negativo y dañino para los niños, quienes crecerán con esta idea como pilar principal para relacionarse con los demás.
Los padres son el ejemplo de sus hijos y este comportamiento de competencias tóxicas superficiales, se verán reflejadas en la adolescencia y adultez de los niños. Las fiestas infantiles son para los niños, no para los adultos.
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