Si solo quieres abrazar fuerte a tu bebé y morderle… ¡descubre por qué te ocurre!
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Sí, a todos los padres nos sucede…Cuando estamos dando amor a nuestros bebés, les queremos tanto que solo nos dan ganas de abrazarles con todas nuestras fuerzas e incluso morderles en sus mofletes o en sus bracitos y piernas. Si esto también te ocurre a ti, no te preocupes porque no es canibalismo ni nada por el estilo… Simplemente quieres mucho a tu bebé y ahora, podrás descubrir por qué te sucede.
Tener a tu bebé en brazos es sentir absoluta felicidad y de algún modo quieres transmitirle todo ese amor para que sepa que estarás a su lado siempre, pase lo que pase. Aunque cuando sientes tanta efusividad es probable que te preguntes hasta qué punto eso es normal, ¿realmente todos los padres y las madres sienten tanto amor por sus pequeños que les morderían en su preciosa barrigota? En realidad, tienen una explicación científica que te gustará conocer.
La emoción a altos niveles
Un estudio publicado por la Universidad de Yale deja claro que el querer dar mordiscos a los bebés y abrazarles tan fuerte que podría considerarse agresión, no es más que una respuesta emocional a la ternura que provocan de forma innata los bebés a sus padres. Aunque puedan parecer unas respuestas algo extrañas, no es en realidad, nada malo, son absolutamente normales.
Estas reacciones tienen que ver con la felicidad extrema, como cuando se grita cuando hay absoluta felicidad (en lugar de hacerlo por cosas malas), cuando se llora porque se está contento se llora normalmente por tristeza) o incluso cuando las personas se ríen en momentos de tristeza o poco apropiados (es lo que se conoce como la risa de la desesperación).
Agresión tierna
Por tanto, cuando solo quieres morder y abrazar fuerte a tu bebé es porque has entrado en la agresión tierna. Las personas regulamos las emociones pensando en la situación y entendiendo por qué nos sentimos así, aunque a veces, y casi sin darnos cuenta nos dejamos llevar por esas emociones.
En ocasiones, se expresan los sentimientos de formas poco habituales o consideradas extrañas. Es como si mostrásemos una emoción contraria (agresividad) a lo que sentimos (amor). Se actúa así con los bebés porque sentimos un torbellino inexplicable de felicidad y ternura, solo el hecho de tener al bebé en brazos nos llena de energía y se utiliza esa energía con la persona que nos provoca esa emoción extrema.
La química del olor
¿Alguna vez has escuchado que para que dos personas puedan ser pareja el olor corporal debe gustar a ambas partes? En realidad el olor corporal de las personas nos mueve y nos hace sentir de ciertas maneras. Está demostrado que con los bebés también ocurre.
Su olor, sus ruidos y sus intentos de comunicación hacen que el cerebro humano reaccione para crear un vínculo emocional fuerte. Además, el olor del bebé nos hace sentir muy bien. ¿Nunca has dicho que los bebés huelen bien? Porque es cierto, huelen tan bien que dan ganas de comerlos… ¡porque son seres maravillosos! Pero claro, no te lo vas a comer…
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