¿Sabes cuál es el primer rasgo que los padres detectan en los niños con altas capacidades?

Como ya os contamos en este artículo, los niños con altas capacidades suelen ser mucho más demandantes que los otros niños, son mucho más emocionales, cuestionan todo y suelen distraerse más de lo normal. A la hora de diagnosticar las altas capacidades, son muchos los rasgos que se toman en consideración y es que no todos los niños comparten los mismos. Sin embargo, hay uno de ellos que sí parece ser común y que, además, es detectable fácilmente por los padres: su capacidad memorística.

La capacidad memorística: el rasgo en común

La capacidad memorística es la característica en común que se ha observado en todos los niños con altas capacidades, según la Asociación Española de Superdotados y con Talento (AEST). De hecho, y de acuerdo con sus datos, esta capacidad es la más sobresaliente y, por ende, la que antes detectan las familias.

¿Cómo es la memoria prodigiosa en los niños con altas capacidades?

La memoria prodigiosa de los niños con altas capacidades les permite recordar una gran cantidad de datos, aun cuando por edad, los niños son incapaces de comprender lo que aprenden: absorben cualquier información que les llega (por cualquier canal) y son capaces de reproducirla con el más mínimo detalle. ¿Por qué sucede esto?

Memoria fotográfica

La memoria fotográfica permite a los niños con altas capacidades retener hasta el más mínimo detalle de cualquier imagen que vean o escena a la que sean expuestos.

Memoria semántica

Esta memoria hace referencia a la capacidad que tenemos de retener hechos, datos, vocabulario y cualquier información que percibamos a través del lenguaje. Al estar muy desarrollada en estos niños, estos son capaces de aprender muchos idiomas fácilmente, así como recordar capitales, estadísticas, etc., sin mucho esfuerzo.

Memoria sensorial

La memoria sensorial está relacionada con la retención de cualquier estímulo que nos pueda llegar a través de los sentidos. En los niños con altas capacidades, esta memoria está igual de desarrollada que cualquiera de las anteriores, por lo que son capaces de retener todas las sensaciones que sienten a lo largo de su vida.

Los diferentes tipos de memoria están conectados entre ellos. La capacidad memorística de los niños con altas capacidades es una fuente inagotable de información, la cual puede ser recuperada en cualquier momento a lo largo de su vida con todo lujo de detalles.

Esta notable habilidad suele ser un factor clave en el diagnóstico y una herramienta esencial para trabajar con ellos y proporcionar los estímulos necesarios durante su vida académica.

Señales de altas capacidades en niños

Dada la facilidad de recordar que tienen estos niños, las familias identifican rápidamente las siguientes señales:

No quieren memorizar

Los niños con altas capacidades son capaces de recordar automáticamente todo lo que perciben y, por ende, no le ven la utilidad a la hora de memorizar datos y conceptos. Por ello, los padres y maestros enfrentan discusiones cuando se les obliga, por ejemplo, a estudiar: no lo necesitan. Por ello, es preciso detectar estas altas capacidades y ofrecer a los niños el entorno educativo adecuado.

Preguntas interminables

Otra señal que nos indica que podemos estar ante un niño con altas capacidades es su enorme curiosidad. Pese a que todos los niños tienen la necesidad de explorar y experimentar el mundo que les rodea, los niños con altas capacidades van más lejos; necesitan mucho más. Por ello, la etapa del famoso “por qué” suele empezar mucho antes en estos niños y suele ser, además, mucho más intensa y estresante para las familias.

Infalibles con las incongruencias

Al tener la capacidad de recordar hasta los más mínimos detalles, los niños con altas capacidades son capaces de reconocer cualquier incongruencia en cualquier discurso. Además, tienen una gran capacidad de razonamiento, lo que acelera su proceso de aprendizaje.

Dominan los deportes sin necesidad de práctica

Gracias a la enorme memoria visual que tienen estos niños, muchos padres ven como son capaces de practicar deportes sin necesidad de enseñarles. Es decir, los niños con altas capacidades son capaces de, por ejemplo, montar en bici sin que nadie les haya enseñado. No necesitan practicar en exceso para sobresalir en los deportes.

¿Cómo educar a un niño con altas capacidades?

Por norma general, las familias no pueden satisfacer las necesidades académicas de estos niños: necesitan muchísimos más estímulos y más rápidamente que los demás niños de su misma edad. Por ello, es necesario contar con la ayuda de profesionales y modificar los contenidos curriculares a sus necesidades individuales. Un niño con altas capacidades, pese a asistir a una escuela convencional, necesita seguir programas completamente diferentes.

Además de adaptar los contenidos curriculares, los niños con altas capacidades son excesivamente sensibles y, por ello, necesitan entornos en los que no haya un exceso de estímulos sensoriales: necesitan, por ejemplo, espacios con poco ruido.

La capacidad memorística es un rasgo que comparten los niños con altas capacidades y una de las señales que antes perciben las familias. Una vez detectadas estas señales, es crucial realizar una valoración psicológica para establecer un diagnóstico y proporcionar el apoyo necesario lo antes posible para que puedan desplegar todas sus habilidades y desarrollar su gran potencial.