Por qué aparece la ira en nuestras vidas
Entiende a la ira y ésta dejará de controlar tu vida
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La ira es un sentimiento que no todos los niños -y adultos- controlan ni entienden, por eso es necesario que se sepa por qué puede aparecer la ira en nuestras vidas y sobre todo, entender qué es lo que nos quiere decir en cada momento. A continuación quiero explicarte por qué aparece la ira en nuestras vidas y que de éste modo lo entiendas en tu propia vida y puedas explicarlo también a tus hijos.
¿Por qué aparece la ira en nuestras vidas?
Te ayuda a entender lo que sientes
Las emociones cambian la forma en la que sentimos nuestro cuerpo, la expresión de nuestra cara, nuestra respuesta a situaciones o personas, el tipo de pensamientos que tenemos y los recuerdos que vienen a nosotros. Normalmente se puede saber cuando alguien está enfadado con solo verle. La persona puede decir lo mismo cuando está enfadado, sabe que su cara cambia y el cuerpo se expande para parecer más grande y fuerte… Cuando aparece la ira sin darnos cuenta damos advertencias para que los otros no se acerquen demasiado.
Te da energía
La ira hace que nos sintamos mal, pero lo que te haría sentirte aún peor es estar en una mala situación y no darte ni cuenta, o no tener la energía o motivación suficiente para cambiarlo. La ira te ayuda a saber cuando algo no está bien, cuando sucede algo que te hace sentir enfadado el cerebro libera sustancias químicas -oxígeno, adrenalina, hormonas como el cortisol- para alimentar al cuerpo y que tengas suficiente energía para hacerte cargo del problema.
Sientes emociones difíciles de controlar
La ira es la única emoción que no existe por sí misma. Siempre hay otra emoción más poderosa que subyace en ella. Cuando se siente una emoción demasiado intensa o cuando sientes que ese sentimiento no será apoyado, la ira será la forma de detener ese sentimiento difícil.
Algunas emociones subyacentes comunes son: el miedo, el dolor, la inseguridad, los celos o la vergüenza. Cuando estos sentimientos se sienten demasiado intensos, la ira puede ser una manera de mantener el control e intentar crear un ambiente donde la persona se sienta más seguro y capaz de responder bien y sentirnos mejor. La ira puede ser bastante útil siempre y cuando no se convierta en una respuesta habitual. Todas las emociones son válidas, es importante no guardar ninguna demasiado tiempo, es necesario reconocer y sentir la emoción, pero sobre todo ponerle nombre para saber qué nos ocurre. Reconocer las emociones son una parte importante de una vida sana.
Qué se siente con la ira
La ira es una respuesta emocional y física. Cuando algo le sucede que te hace enfadar, tu cerebro piensa que tiene que protegerse del peligro por lo que libera sustancias químicas -oxígeno, hormonas y adrenalina- para alimentar el cuerpo para que puedas combatir la amenaza o huir de ella. Normalmente esto es lo que se siente con la ira:
- Cambios en la respiración. Respiraciones lentas y profundas, eso es así porque el cerebro dice al cuerpo que debe conseguir mucho oxígeno a través de respiraciones y que comunique a los músculos que deben estar preparados para luchar o huir.
- El corazón se acelera para obtener oxígeno para todo el cuerpo y poder ser más fuerte, rápido y potente.
- Los músculos se tensan.
- Es posible que te sientas débil, enfermo o con dolores en el estómago. Esto se debe a que tu sistema digestivo se para que toda tu energía se centre en los brazos y en las piernas en caso de tener que luchar o huir.
- Quizá tengas ganas de llorar, el llanto ayuda a aliviar el estrés, es una forma que tiene el cuerpo de auto calmarse.
- También es posible que quieras gritar o huir para escapar del peligro.
Es posible que a causa de la ira también hieras a alguien, pero recuerda que si haces daño a alguien con tus palabras o físicamente, siempre habrán problemas después. Un cerebro enfadado es fuerte, rápido y potente, pero también es impulsivo y se olvida de pensar en las consecuencias.
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