Poner límites a los niños a través del juego
Jugando, los niños aceptan mejor las normas y los límites
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Todos los niños y las niñas deben tener normas y límites para poder desarrollarse correctamente. Es la única manera en la que se pueden sentir seguros en su vida y sobre todo, disfrutar de una infancia donde encuentren que las normas y los límites forman parte de un todo. Las normas y los límites son el camino por el que deben seguir y sabrán en todo momento lo que sus adultos de referencia esperan de ellos cada día.
Muchos padres establecen las normas y los límites de formas erróneas: gritando, con malos modos e intentando imponer el miedo a los pequeños. Pero no es necesario ser tan drástico, porque en realidad, si quieres hacer las cosas bien, puedes imponer las mismas normas y límite a través del juego… sin necesidad de generar conflictos de ningún tipo.
Poner normas y límites desde el juego
Consiste en que los padres sean capaces de proponer las reglas a sus hijos como si se tratase de un juego. Primero, tendrán que tener presentes una serie de cosas, porque si no lo hacen, entonces puede que no consigan nada. Algunas recomendaciones a considerar son:
- Los niños más pequeños aceptarán mejor las normas cuando las reciben a través del juego.
- Los niños deberán tener una buena confianza con sus padres.
- Los padres deben tener la paciencia y el tiempo necesarios para hacerlo bien.
- Los padres deben confiar en sí mismos y en lo que están haciendo.
Establecer límites como si se tratase de un juego
Es posible que ahora pienses, ¿qué tipo de pasos son necesarios para poder poner normas y límites a los niños? A continuación te vamos a presentar algunos que se pueden ajustar a tus necesidades e intereses familiares. Podrás establecer normas y límites a través del juego teniendo en cuenta lo siguiente:
- Establece la norma y el límite. Por ejemplo: “Hay que hablar más bajito”.
- Explica con claridad el límite que impones. Recuerda que es importante que siempre lo expongas en positivo porque de este modo recibirán de una manera mucho más óptima la norma y no la rechazarán de entrada.
- Repite la norma. Puedes repetir la norma tantas veces como sea necesario hasta que te asegures de que tu hijo/a lo ha entendido correctamente. Una vez que la norma o límite está formulado en positivo y los niños lo han entendido, debes decirles que la repitan 3 veces cantando (en plan divertido) con su voz o imitando a alguien que les resulte interesante (como un personaje o algún famoso). De esta manera, si el niño se divierte mientras le explicas la norma, estará interiorizando de una forma mucho más positiva aquello que quieres enseñarle y que quieres que sea capaz de conseguir.
- Establece consecuencias. Como toda norma o límite, es necesario establecer consecuencias si se rompen las normas. Estas consecuencias deberán estar bien explicadas a los niños. Es importante que los niños entiendan las normas, pero también es imprescindible que entiendan cuáles son las consecuencias que deberán tener si las incumplen. Es mejor hacerlo a través de un juego, por ejemplo con una lluvia de ideas en la que todos colaboran para pensar en las consecuencias que pueden haber si se incumplen las normas establecidas (y que sean consecuencias lógicas respecto a los límites).
Como ves, la educación de tus hijos no tiene que ser simplemente “orden y mando”. Los niños, pueden colaborar en la elección de las normas y de las consecuencias. Lo importante es que lo hagan de una forma amena y divertida para que de esta manera, interioricen mejor todo lo que se les está exigiendo sin que lo entiendan como una imposición.
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