Los tres pilares en la educación de tus hijos

La mayoría de los padres lo que quieren es que sus hijos crezcan bien, que estén felices, que tengan buena salud… Aunque en ocasiones, en esta sociedad que va con tantas prisas, el estrés y la sobrecarga de responsabilidades tanto en casa como en el trabajo, hacen que esas prioridades queden relegadas a un segundo plano.

Esto no quiere decir que los padres no quieran que sus hijos sean felices todo el tiempo, ¡por supuesto que sí! Solo que a veces, no se dan cuenta de que tienen la cabeza “en otra parte” en lugar de en su prioridad real: sus hijos.

Pilares básicos en la educación

Por eso, es necesario que los padres dediquen diariamente tiempo a sus hijos, pero también, a reflexionar sobre qué deben hacer para mejorar no solo la educación de sus hijos, sino también la comunicación y el bienestar familiar.

Es imprescindible tener esto en cuenta, porque es lo que marcará al adulto en que se convertirá tu hijo cuando pasen los años. En el día a día, pueden haber estos vacíos emocionales que no cuidan el bienestar familiar y por esto, en algunas ocasiones, generan problemas de conducta graves en los adolescentes.

No saben manejar sus emociones porque no han aprendido a hacerlo. Jóvenes con baja tolerancia a la frustración que se han olvidado de lo que es realmente el respeto hacia uno mismo o hacia los demás.

Vemos que estos niños y adolescentes no se quieren esforzar y suelen tener dependencia emocional tóxica que les limita como personas. Por eso es necesario que los padres dediquen tiempo y esfuerzo cada día, es la obligación más importante por encima de cualquier otra cosa.

Los pilares fundamentales son los que te comentamos a continuación…

Los valores

Los valores en una familia son fundamentales. El respeto por uno mismo y por los demás, la perseverancia, el esfuerzo, la paciencia, la humildad, la bondad, la empatía, la asertividad, son ejemplos de valores necesarios para que un niño se forme de manera íntegra. Esto le aportará habilidades esenciales para su desarrollo integral y para tener lazos sociales saludables y llenos de calidad.

Los valores se aprenden a través del ejemplo y nunca solo con la palabra. Siempre tendrás que ser el mejor modelo para que tu hijo pueda aprender lo que realmente quieres que sea en la vida. Sé su mejor ejemplo, esfuérzate por ello y a medida que pasen los años, te sorprenderás gratamente.

Las creencias

No nos referimos a las creencias religiosas, que esto es algo personal de cada uno y de cada familia. Nos referimos a creer en uno mismo, en la familia, a creer en los sueños y a saber que con esfuerzo se pueden cumplir.

Creer. Creer que es posible. Que no hay más límites que el que la imaginación quiera poner. Esto le aportará motivación suficiente para que nada ni nadie le pare en la vida.

Tener esperanza

Sin esperanza no hay nada en esta vida. La esperanza debe estar por encima de todo. Sin esperanza no hay motivación para hacer nada. La esperanza es generadora de ilusiones y gracias a ella, se sacarán las fuerzas necesarias para luchar por metas.

Junto a todo esto, queremos remarcar la empatía, puesto que sin ella la depresión y los trastornos mentales aparecerán de golpe. Sin empatía y sin entender las emociones no podemos ser personas funcionales en esta vida.

Por eso, es imprescindible que las emociones se trabajen con los niños desde que son pequeños, porque aunque no lo hemos marcado como un pilar, la empatía y el trabajo en las emociones es la base de todo. Sin esto, no hay ni pilares… ni nada.

Entender las propias emociones y las de los demás, les ayudará a sentirse seguros de sí mismos, a tener pensamiento crítico y a ser capaces de gestionar sus emociones más intensas, incluso en los momentos más críticos que pueda presentarles la vida.