Si tienes padres ancianos, éstas son tus obligaciones
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Todos hemos sido niños y hemos tenido unos padres que nos han cuidado y han dado todo de ellos mismos para que podamos ser hoy las personas que somos. Les debemos la vida y toda nuestra existencia, por eso, cuando más nos necesitan… que es en su vejez, debemos estar a la altura y que sus últimos años sean igual de memorables que fueron nuestros primeros años de vida y todas las demás décadas que se dedicaron a nosotros en cuerpo y alma.
A veces, con el paso del tiempo y la comodidad de que nuestros padres siempre hagan todo por nosotros, se nos olvida que como hijos, también tenemos algunas responsabilidades que cumplir de cara a ellos… sobre todo cuando envejecen, que es cuando más nos necesitan.
8 obligaciones de los hijos hacia sus padres
Respeto, comunicación, confianza y mucha atención no pueden faltar en la relación de hijos a padres… A continuación vamos a explicarte algunas de las responsabilidades que no pueden faltar en tu vida hacia tus padres ancianos.
1. Amistad
Padres e hijos no son amigos, pero existe otro tipo de relación de amistad entre adultos, que se debe cuidar y mucho. Ayudar a tus padres en todo lo que necesiten y dejarte aconsejar, porque aunque seas adulto sigues sabiendo menos que ellos sobre la vida. Su experiencia y sabiduría valen millones, no lo olvides.
2. Confianza
Junto con la amistad mencionada en el punto anterior no puede faltar la confianza. Confianza de poder hablar de lo que sea, contar cualquier cosa y saber que ellos siempre te van a escuchar, como has estado acostumbrado durante toda la vida. Pero ahora, también deben sentir tus hijos la confianza contigo de poder contarte cualquier cosa que necesiten y que tú estés allí para poder escucharles siempre que sea oportuno.
3. Atención real
El interés que ofrezcas a tus padres tiene que ser un interés real, una atención real. No es algo que hagas porque “debes hacerlo” y ya, es algo que debe salirte del corazón. Tus padres notan cuando realmente les amas y les cuidas porque quieres desde el corazón, a hacerlo mientras les consideras una carga. Ellos nunca te consideraron una carga, ni en tus peores momentos… ¡Devuélveles el mismo amor desinteresado e incondicional!
4. Sin juicios
Ahora eres adulto y es posible que veas las cosas de manera diferente a cómo las veías cuando eras niño. También es posible que tus padres no hicieran las cosas del todo bien como padres, pero te podemos asegurar que lo hicieron de la mejor manera que supieron en ese momento.
Siempre se pueden hacer las cosas mejor… nadie es perfecto, así que no les juzgues por sus posibles equivocaciones y comprende por qué actuaron así. Aunque es natural que cambie la imagen que tienes de tus padres, lo que no debes olvidar es el amor incondicional que siguen sintiendo por ti.
5. Respecto
El respeto es fundamental en cualquier relación sana entre personas, pero aún debe ser más importante cuando se trata de tus padres. Respetarles es la mejor manera de agradecerles todo lo que te han dado en la vida. Porque ese respeto hacia ellos debe existir desde tu infancia y durante toda la vida.
6. Experiencias
Ten experiencias con tus padres porque ellos merecen más que cualquier otra persona tu tiempo. Aunque sean ancianos es importante seguir compartiendo experiencias a su lado… Da igual que sea una tarde de pelis, jugar a las cartas o hacer un viaje. Incluso una charla cada tarde es suficiente para que se sientan arropados a tu lado. Tenles presentes en tus planes y ése será de los mejores regalos que puedas hacerles.
7. Sé agradecido
No importa la edad que tengas, siempre es necesario que te muestres agradecido con tus padres por todo lo que te han dado. Comprende sus pensamientos aunque no los compartas y respeta y agradece todo lo que sienten, hacen e hicieron por ti. No hay dinero en el mundo para poder pagar todo lo que han hecho por ti solo por el amor incondicional que te tienen.
8. Cuídales
Cuídales, no le dejes de lado, atiende sus necesidades. Llegará un momento en que tus padres necesitarán asistencia y debes dársela. Con todo tu amor, cuídales con tu cariño y hazlo de la misma forma desinteresada que ellos lo hicieron contigo desde el momento de tu nacimiento. Y JAMÁS, bajo ninguna circunstancia se te ocurra la mala idea de abandonarles.
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