Paciencia y silencio: imprescindibles para educar a tus hijos
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La paciencia y el silencio son necesarios para la educación y para que se pueda criar a los niños con amor y con inteligencia y para que éstos crezcan sabiendo cómo son las personas fuertes y cómo convertirse en una de ellas. Cultivar la paciencia y el silencio es imprescindible para que se viva mejor en familia y aumente la calidad de vida en las personas. La paciencia y el silencio harán que tu vida sea mucho más fácil de lo que te imaginas.
Hay personas, sobre todo padres, que parece que se han olvidado de qué es la paciencia o el silencio, especialmente cuando se tiene el hogar lleno de niños. Apreciar la paciencia en momentos de tensión y el silencio cuando escasea cambiará tu modo de ver las cosas. Veamos qué os puede a aportar como familia…
La paciencia
La paciencia en las personas es una gran virtud y no todo el mundo sabe apreciarla. Hay quienes parece que tienen la paciencia de forma innata en su personalidad y otros, que tienen que trabajarla para poder disfrutar de los resultados de practicar esta virtud en la vida diaria. Aunque a veces las cosas se vuelvan en nuestra contra, eso no significa que no podamos ser pacientes para que, de una forma u otra, las cosas se vuelvan a nuestro favor.
La paciencia ayuda a que las personas no se rindan, a que se tenga la calma suficiente para aceptar lo inevitable y te da la fuerza y la inteligencia necesaria para poder actuar ante las situaciones de la forma correcta. La paciencia ayuda a entender el tiempo y a aprovecharlo al máximo.
Los niños aprenderán la paciencia a través del ejemplo, a través de ver cómo sus padres tienen paciencia con ellos cada día. Si no eres una persona paciente y no tienes paciencia suficiente para que tus hijos vean en ti esta virtud, será complicado que ellos aprendan esta cualidad tan importante para la vida. Es necesario dejar de tener tanta prisa o enfadarse por las pequeñas cosas que se tuercen. A veces, saber esperar mientras se actúa, es la mejor solución.
El silencio
No todo el mundo sabe apreciar el silencio. Estar en silencio no significa que no se pueda decir lo que uno piensa o disfrutar del alboroto ocasional, pero el silencio es esencial para aprender cuando es el momento de respetarlo. El silencio es la pausa que nos permite conectar con nosotros mismos y también con los demás. Cuando sabemos estar en silencio después podemos hablar para conectar con los otros cuando primeramente hemos sido capaces de escucharles. El silencio es una forma directa de respeto y también una forma de complicidad.
¿Alguna vez has sentido cierto silencio incómodo cuando estabas acompañado? Si la respuesta es afirmativa es que no tenías la confianza suficiente con esas personas, en cambio, si estás con tu familia, por ejemplo, el silencio nunca es una molestia, sino que también es una forma de unión entre personas… Porque con aquellas personas que más quieres, solo el hecho de estar presente… es más que suficiente para disfrutar del placer de estar juntos.
Además, el silencio siempre da la oportunidad de poder observar lo que tenemos alrededor, de disfrutar de la vida, de estar presente con nuestro interior y con el exterior al mismo tiempo. El silencio es importante enseñarlo a los hijos para que aprecien la importancia de todo lo que hemos hablado aquí. Potencia el silencio en tu hogar, creando momentos de silencio, mientras los niños leen o descansan… escuchad el silencio y todo lo que os trae con él.
Paciencia y silencio… imprescindibles en la educación de tus hijos.
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