Educación

Cómo nutrir la empatía y alimentar la Inteligencia Emocional en tus hijos

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Potenciar la empatía y la Inteligencia Emocional
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Hay muchas razones por las que los padres deben enseñar a sus hijos tanto empatía como inteligencia emocional, y es que además de mejorar sus vidas, también mejorarán las vidas de las personas que tienen a su alrededor. La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona y comprender sus emociones y también sus sentimientos. Es una manera de ‘ponerse en los zapatos ajenos’ para entender cuáles son sus pensamientos.

La empatía y la Inteligencia Emocional son importantes

La empatía es una habilidad esencial en la vida de las personas. La Inteligencia Emocional se define como la capacidad de comprender los propios sentimientos y también los de los demás, así como la capacidad de controlar las propias emociones teniendo un buen autocontrol. Tener una buena inteligencia emocional o Cociente Emocional, es mucho más importante para tener éxito que incluso, el Cociente Intelectual.

Además, la empatía es esencial para construir relaciones sanas y felices con familiares y amigos, para ser un buen profesional en el trabajo, etc. Solo piensa; si tuvieras que elegir entre trabajar con alguien amable, considerado y respetuoso o alguien que no tenga en cuenta tus pensamientos o sentimientos, ¿a quién elegirías?

La empatía también puede ser un factor importante para enseñarles a los niños qué es la intimidación y cómo no involucrarse en un comportamiento de intimidación. Enseñar la empatía es, por lo tanto, una base importante para prevenir el acoso escolar.

Potenciar la empatía y la Inteligencia Emocional

No se nace con empatía, ni tampoco con Inteligencia Emocional, son dos facultades que se aprenden con el modelado y también que se deben practicar para interiorizar… Es decir, es una habilidad que se puede enseñar y aprender. Los padres, pueden enseñar empatía y aumentar la inteligencia emocional en sus hijos de diferentes maneras. Si no sabes cómo podrías hacerlo, sigue leyendo para que tus hijos se beneficien de tener estas habilidades en la vida.

  • Necesidades emocionales satisfechas. Para que un niño pueda sentir y expresar empatía por otra persona, primero deben satisfacer sus propias necesidades emocionales. Debe poder contar con sus padres y cuidadores para proporcionarle apoyo emocional antes de que pueda dárselo a otra persona.
  • Aprender a entender las emociones negativas. Es natural que los niños y adultos experimenten emociones negativas como la ira y los celos. Pero un niño al que los padres (comprensivos) le enseñan a manejar estos sentimientos de forma positiva y con resolución de problemas es más probable que tenga una fuerte inteligencia emocional y una mejor empatía.
  • ¿Cómo te sentirías tú? Esta pregunta es esencial para orientar a los niños a la empatía. Incluso un niño pequeño que ve a alguien en evidente angustia emocional es probable que muestre simpatía, y puede tratar de consolar a esa persona. Al mismo tiempo, los niños pequeños son seres inherentemente egocéntricos. Cuando un niño en edad preescolar golpea a un hermano o un amigo se le tendrá que explicar que tal comportamiento puede dañar a otra persona física o emocionalmente. Intenta decir algo así como: ‘¿Cómo te sentirías si alguien te pegase?’.
  • Pon nombre a ese sentimiento. Para que los niños comprendan mejor las emociones y los sentimientos, tendrán que identificarlos y etiquetarlos siempre que los sientan. Los niños que se comportan amablemente con alguien se les tendrá que decir y elogiarle por su buena conducta. Si en cambio tu hijo se comporta de forma desagradable habrá que ayudarle a entender el nombre del sentimiento negativo y las consecuencias, diciendo algo como: ‘Te sientes enfadado, pero tu amigo está triste porque le has quitado su juguete’.
  • Habla sobre los buenos y los malos comportamientos. Los niños están constantemente expuestos a ejemplos de buenos y malos comportamientos en la vida real, en libros, en la televisión y también en las películas. Habla con tu hijo sobre el comportamiento que ve, como cuando alguien pone a otra persona triste o actúa como un matón o, por el contrario, alguien ayuda a los demás y hace que las personas se sientan mejor consigo mismas. Habla sobre los diferentes tipos de comportamiento y sus efectos en las personas.

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