Nunca juzgues a una madre por no tener un segundo hijo

De acuerdo con Jen Schwartz, editora de la revista American Scientist y fundadora de Motherhood Understood, cada vez son más las madres que se sienten cuestionadas y avergonzadas por su decisión de tener un solo hijo. Pese a vivir en una sociedad donde se busca eliminar este tipo de tabúes, la realidad es que estos siguen estando muy presentes debido a las creencias establecidas sobre la familia perfecta.

Perjuicios sociales de tener un solo hijo

Pese a que nuestra sociedad ha ido evolucionando, son muchos los esquemas que aún siguen siendo muy difíciles de romper y uno de ellos es el de tener un hijo único. Aunque pueda parecer extraño, son muchísimas las madres que se sienten avergonzadas y cuestionadas ante esta decisión. “Tu hijo necesita un hermano para que no se sienta solo” o “Tu hijo nunca será feliz si no tiene un apoyo a su lado como el de un hermano” son frases que se escuchan a menudo. Sin embargo, estas afirmaciones carecen de fundamento alguno, pues los padres pueden satisfacer las necesidades emocionales de un niño sin hermanos.

El apego seguro, el amor y la atención provienen de los padres

Los niños se desarrollan y crecen felizmente cuando lo hacen en un entorno seguro, lleno de amor y de comprensión. Y son los padres y otros cuidadores, y no los hermanos, los responsables de ofrecer este entorno al niño. Por ello, es fácil comprender que un hijo único solo echará en falta la presencia de un hermano cuando sus necesidades no estén cubiertas.

Factores externos a la familia

Dejando de lado la parte emocional de la relación entre padres e hijos, hay otros factores muy válidos a la hora de respetar la decisión de una madre que solamente quiere un hijo: la economía, por ejemplo, es uno de ellos.

Una familia con altos ingresos puede proporcionar más comodidades a los hijos, además de tener más recursos para dedicarles tiempo y atención. Sin embargo, aquellas familias en las que ambos progenitores deben trabajar a tiempo completo disponen de un tiempo mucho más limitado para estar con los hijos. Por ende, no es de extrañar que decidan tener un solo hijo y dedicarse a él por completo.

La salud antes que las creencias

En última instancia, también es necesario tener en cuenta la salud de la madre y del hijo. Por ejemplo, cuando una madre tiene ciertas condiciones que la llevan a experimentar un embarazo de riesgo, puede sentirse inclinada a no repetir la experiencia. Además, un niño también puede presentar ciertas necesidades especiales por las que necesita más tiempo y cuidados por parte de sus padres.

Sea como sea, los padres toman sus decisiones basándose en sus creencias, necesidades y opciones, por lo que deben ser respetados en todos los sentidos sin importar el número de hijos que decidan traer al mundo.

Madres de hijos únicos: devoción y dedicación

Las madres de hijo único suelen ser madres muy atentas, quienes ofrecen atención constante a su hijo y se desviven por él. Muchas de ellas tienen clara su posición (personal y social) y prefieren tener un solo hijo a quien dárselo todo antes que tener varios y no poder cuidarlos como ellas consideran necesario. Entonces, ¿qué debe hacer una madre que se siente criticada (incluso avergonzada) por su decisión?

Nunca forzarse a tener más hijos debido a la presión externa

La presión a la que estas madres están sometidas por su entorno es tan grande que pueden llegar a cambiar de opinión. Este es un grave error y cualquier madre que se encuentre en esta situación debe recordar los motivos que la empujaron a tener un solo hijo. Asimismo, esta presión por parte de personas cercanas puede desembocar en episodios de ansiedad y depresión, por lo que suele ser una buena idea alejarse de ellas.

Establecer límites sanos

Los límites son necesarios en cualquier tipo de relación. Sin embargo, estos lo son aún más cuando afectan la salud mental. Por lo tanto, una madre sometida a críticas constantes debe priorizar su salud y la de su hijo y separarse de aquellos que no estén dispuestos a relacionarse con ellas desde la comprensión. No hay nada malo en tener un círculo social reducido si con ello se gana estabilidad y paz mental.

Refugiarse en el amor y bienestar de su hijo

Nuestros hijos vienen cargados de amor y una de las mejores sensaciones que puede tener una madre es experimentarlo intensamente. Así, ante las críticas constantes y comentarios negativos, una madre puede refugiarse en este amor y dedicar todo su tiempo a crear un vínculo afectivo fuerte y sano con su hijo. En este caso, estar al lado del pequeño le aportará todo el amor, comprensión y estabilidad que necesita para mantenerse fuerte y decidida.

Centrarse en los avances de su hijo

Cuando una madre ve que sus esfuerzos tienen resultados positivos en el crecimiento y desarrollo de sus hijos, la sensación de plenitud que la invade es inigualable. Centrarse en estos avances es una buena solución a la hora de justificar su decisión. No solamente se sentirá orgullosa, sino que será capaz de alejar los sentimientos de culpabilidad que su entorno le puede generar.

Buscar ayuda profesional

Las constantes críticas pueden llevar a una madre a perder toda confianza en sí misma y tener dificultades a la hora de tomar futuras decisiones. En este caso, con la ayuda de un profesional aprenderá a validar sus emociones y desarrollará una mayor seguridad para enfrentar situaciones similares.

Las madres de hijos únicos pueden enfrentar críticas y presiones constantes por su decisión, llegando a sufrir cuadros de ansiedad y depresión. Sin embargo, enfocarse en el amor que reciben de sus hijos les ayudará a validar sus emociones y vivir una vida mucho más plena al lado de lo que más quieren.