No permitas que la soledad destruya a tus padres
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Llega un momento en la vida en el que los hijos abandonan el nido para formar su propia familia, los amigos están demasiado ocupados viviendo su propia vida y la época laboral se acerca a su fin. En este punto avanzado del calendario, algunas personas se decantan por ir tras sus sueños, otras se lanzan a redescubrir lo que realmente les hace felices mientras que hay quienes se toman una pausa para disfrutar de todo aquello que han construido a lo largo de su vida. Sin embargo, también hay personas que empiezan a aislarse y caen en brazos de la soledad.
La soledad elegida no es lo mismo que la soledad impuesta
¿Sabías que en España hay más de 2 millones de personas mayores de 65 años que viven solas? Muchas de estas personas no solo están aisladas socialmente y distanciadas de sus seres queridos, sino que se sienten solas, abandonadas y experimentan una gran necesidad de afecto, comprensión y aceptación.
En este punto, es importante distinguir entre dos conceptos fundamentales: vivir solo y sentirse solo, dos términos que suelen confundirse con relativa facilidad pero que en realidad esconden dos fenómenos muy diferentes.
Vivir solo, ya sea por elección o porque los hijos se han ido del hogar familiar, no implica necesariamente sentirse solo. De hecho, hay personas que disfrutan de la soledad en casa y agradecen esa intimidad porque les gusta pasar tiempo consigo mismas. En cambio, cuando hablamos de sentirse solo en realidad nos referimos a un estado subjetivo que se caracteriza por una distancia emocional con las personas que nos rodean. Esto significa que podemos sentirnos solos incluso estando en compañía de otras personas, lo cual sucede cuando las necesidades emocionales no están debidamente satisfechas y no existe una conexión emocional con los demás.
Es importante tener presente que la soledad en sí misma no es negativa. De hecho, hay adultos mayores que agradecen tener su espacio personal y su independencia ya que de esta manera se sienten más seguros y confiados en sí mismos. El problema comienza cuando en medio de este aislamiento social empiezan a sentirse solos y “abandonados”, cuando sienten que nadie les quiere ni les presta atención y creen que su vida ha dejado de tener sentido. Este fenómeno es mucho más común de lo que pensamos y puede terminar pasándole una elevada factura a su salud física y psicológica.
Los riesgos de la soledad para los adultos mayores
Nadie pone en duda los riesgos que entraña la soledad para la salud emocional de los adultos mayores. Las personas que se sienten solas, se guardan sus sentimientos e ideas para sí mismos, lo que puede llegar a ser realmente frustrante. Además, suelen desarrollar un miedo profundo y a menudo les invade la sensación de que su vida no es importante, por lo que pierden la ilusión y la motivación por vivir. De hecho, no es extraño que a veces aparezcan signos de depresión e incluso ideas suicidas.
La soledad también es un factor de riesgo para la aparición de pensamientos recurrentes o rumiativos, así como para el desarrollo de la ansiedad. Sin embargo, lo que muchos no saben es que también puede afectar la salud física de las personas. ¿Sabías que la soledad aumenta el riesgo de morir de forma prematura? Así lo corroboraron unos investigadores de la Universidad de Brigham Young que analizaron el vínculo entre la soledad y el riesgo de morir de forma prematura.
En el estudio analizaron datos de 218 investigaciones. Los resultados mostraron que los adultos que contaban con menos redes de apoyo tenían un 50% más de probabilidades de morir de forma prematura en comparación con quienes no se sentían solos. Lo interesante es que hallaron que el riesgo de morir de forma prematura a causa de la soledad era igual o mayor que el riesgo asociado a la obesidad u otros problemas de salud importantes.
Sin embargo, no es el único peligro que encierra la soledad. Sentirse solos también aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y cerebrovasculares, además de haberse asociado a una mayor probabilidad a padecer Alzheimer. Asimismo, es un factor de riesgo para la aparición de la hipertensión, a la vez que aumenta las probabilidades de que el sistema inmune se deprima, facilitando la entrada a virus y bacterias oportunistas.
¿Cómo evitar que tus padres se sientan solos?
La buena noticia es que es posible combatir la soledad en los adultos mayores. La clave radica en acercarnos más a ellos, ayudarles a llenar el vacío que sienten y ofrecerles herramientas para que aprendan a sentirse bien consigo mismos.
Sin duda, una excelente opción es integrar a nuestros padres en nuestro núcleo familiar y hacerles sentir parte de nuestra vida cotidiana. Si no viven contigo, visitarles a menudo y pasar tiempo con ellos, invitarles a casa y prepararles la comida, ayudarles con las tareas del hogar o pedirles que te den una mano si están en buena forma física son excelentes estrategias para fortalecer vuestra relación.
Asimismo, puedes ir a dar un paseo con ellos al menos una vez a la semana, jugar algún juego de mesa para mejorar sus habilidades cognitivas o hacer una pequeña escapada al menos una vez al año. Sin embargo, no habrá nada que les haga sentir más pleno y en compañía que hacerles partícipes de las reuniones y encuentros familiares.
También puedes motivarles a descubrir nuevas aficiones y pasiones que reaviven sus ganas de vivir. Existen muchísimos programas para personas mayores en las que seguramente encontrarán un espacio donde sentirse a gusto. Animarlos a probar experiencias nuevas, visitar sitios diferentes, reunirse con antiguos conocidos y conocer a personas nuevas es otra manera de ayudarles a salir de la soledad y enseñarles que en la vida existe una infinidad de opciones que merece la pena explorar.
Obviamente, no olvides de los besos y los abrazos. Se trata de una terapia sencilla para conectar mejor con tus padres mientras les expresas cuánto les quieres y cuán importantes son en tu vida. Se trata de un gesto que no cuesta mucho pero que puede tener unos resultados maravillosos, no solo para mantener a raya la soledad, sino también para fortalecer vuestra relación.
- (2020) Más de 2 millones de personas mayores de 65 años viven solas en España, el 72,3% mujeres, según el INE. En: Europa Press.
- Holt-Lunstad, J. et. Al. (2015) Social Relationships and Mortality Risk: A Meta-analytic Review. PLoS Med, 7 (7): e1000316.
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