No te justifiques en tu infancia complicada, tú eres responsable de tu vida
Rompe las cadenas del pasado y toma las riendas de tu futuro emocional
[mashshare icons=»1″]
Quizá justifiques tu personalidad en cómo te trataron tus padres en el pasado, pero debes saber que eso no forma quien eres hoy porque en el presente el responsable de tu vida eres tú. Eres responsable de lo que creas para ti, de la familia que construyes, de la educación que decides dar a tus hijos, del amor que te tienes y del amor que das para los demás.
Tú eres responsable de tu vida
Es cierto que la infancia es una etapa de la vida que nos marca enormemente, pero es ahora cuando tienes que poner de tu parte y mejorarte como persona. De esta manera tendrás mejor calidad de vida y sobre todo, disfrutarás de plenitud emocional.
Deja huella
Todos sabemos que lo que nos sucede en la infancia, en la adolescencia o incluso siendo jóvenes, nos marcará para toda la vida. Pero esto no nos quita la responsabilidad que tenemos tanto sobre nuestras emociones como con nuestras acciones. El presente es lo que nos permitirá estar bien o desintoxicarnos de todo aquello que nos hace sentir mal.
Los rencores del pasado no te permitirán vivir el presente. Tú eres tu hogar y para que tus hijos estén bien debes estarlo tú también. Tus hijos merecen crecer con unos recuerdos bonitos de su infancia y tú tienes el poder de hacerlo. No conviertas tu cariño en un bloque de hielo. No podrás ser feliz mientras no sanes tus heridas.
Sana tus heridas
En mayor o menor medida, todos tenemos toxicidad en la infancia. La familia es una red compleja de relaciones y sentimientos. Quizá desde fuera se te vea bien pero en tu interior hay un caos emocional que no te permite disfrutar de la vida que tienes. En la infancia, la familia representa nuestra realidad y no es extraño que se tienda a repetir patrones, aunque no sean los correctos para la vida que queremos construir.
Tus padres son personas, igual que tú y que cualquier otra en el mundo y cometen errores. El dolor que se provoca a los hijos, ese dolor no desaparece y le marca la personalidad… pero una vez que una persona se convierte en adulta, está en su mano poder cambiar esos patrones para vivir la vida que se merece. Igual que las personas podemos aprender de los errores que cometemos nosotros mismos, también se puede aprender y crecer emocionalmente de los errores que nuestros padres cometieron, posiblemente de manera involuntaria.
Busca ayuda
Si crees que no puedes sobrellevar la situación o que la carga del pasado puede contigo y presentas conductas autodestructivas hacia ti o te comportas mal con los demás, deberás ser consciente de que tu yo adulto tiene la capacidad de poder discernir y realizarse como persona… y si tienes hijos, además tienes la obligación de hacerlo.
Debes ser consciente de que eres una persona que merece todo el amor del mundo tanto de ti mismo como de los demás. Una vez que entiendas esto, podrás comenzar a sanar las heridas de las figuras paternas, coger de la mano a ese niño interior que está llorando y decirle que todo va a ir bien.
No estás indefenso
No te justifiques ni te sientas indefenso porque tu infancia fue complicada. De hecho, todas esas adversidades pueden hacerte crecer emocionalmente para poder avanzar en la vida. Las perspectivas de tu futuro te corresponden a ti, y a nadie más que a ti. Todo esto necesita mucho trabajo interior pero puedes conseguirlo. Eres un ser valioso y mereces toda la felicidad del mundo para transmitirla a tus hijos. Sé empático contigo mismo y con los demás. Elige cómo vivir tu vida.
Comentarios