NO hables sobre el cuerpo de mi hija
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Vivimos en una sociedad a la que le gusta mucho criticar, donde todo lo que se sale de la “norma” es señalado. Incluso aunque no se salga de la “norma” pero las personas vean que hay algo que les llama la atención es motivo más que suficiente para que se sientan con derecho a hablar o criticar más de la cuenta. No, no está bien, y menos cuando se trata del cuerpo de niños o niñas.
Mejor en silencio
Hay veces que es mejor callar que hablar sin decir cosas que realmente merezcan la pena. Los niños no necesitan tener cuerpos atléticos y las niñas no necesitan ser delgadas (o no) para estar bonitas y que las personas les puedan decir guapas. Lo que necesita una niña es ser sana tanto física como emocionalmente y crecer sin que le importe su tamaño, ni su cuerpo, ni si tiene o no mollitas en el vientre.
Esta sociedad se fija demasiado en cánones de belleza que realmente no existen, que solo están en la mente de aquellos publicistas que solo quieren vender a costa de la mala autoestima de algunas personas. Desgraciadamente, esta forma de pensar entra demasiado fuerte en la mente de los padres y madres que después hacen comentarios de los niños o de las niñas sin percatarse que muy posiblemente, esos pequeños oídos están escuchando cada palabra que se dice de su cuerpo.
Te está escuchando
Cuando un niño (o niña) escucha lo que dicen de él y su cuerpo, cree que hay algo mal en él, que hay algo que debería cambiar porque no está bien. Esto puede afectar muy gravemente a su autoestima y lo que es peor, puede afectar a su desarrollo general. Quizá creas que no se ha dado cuenta de tus palabras, pero permite que te digamos que sí, se ha dado cuenta de cada una de las palabras que has dicho.
No necesitas a una hija que crezca acomplejada o que odie su cuerpo por culpa de todas esas inseguridades infundadas por los demás. Tampoco necesitas a un hijo que se desarrolle pensando que no tiene el cuerpo que debe tener un niño y crezca con inseguridades que le hagan sentir menor que sus iguales.
Necesitamos niños felices
Lo que necesita tu familia y esta sociedad en general, es que hayan niños y niñas que crezcan con una autoestima fuerte, que sean sanos y que estén felices. Deben sentirse capaces de conseguir todos sus sueños sean cuáles sean sin que en su mente deban preocuparse por el peso.
De hecho, si tu hijo/a tiene sobrepeso u obesidad, y el médico os ha recomendado que pierda peso, tampoco debe ser una obsesión, simplemente tendrás que enseñar a tu hijo/a a mantener una dieta y un estilo de vida saludable y no a que se fije tanto en su cuerpo… Con una buena alimentación y ejercicio físico, el cambio en su cuerpo llegará solo, apenas sin que se dé cuenta.
Piensa lo que dices
Por todo esto, la próxima vez que quieras hacer un comentario sobre el cuerpo de tu hijo/a o de cualquier otro niño/a que tengas a tu alrededor, piénsalo bien y no lo hagas. Si hay alguien que cuestione el peso o cuerpo de tu hijo/a, responde simplemente: “Mi hijo/a está sano/a y es feliz. Él/ella es perfecto así”.
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