“Si no te diviertes enseñando, dedícate a otra cosa”
La enseñanza y la diversión: un enfoque renovador para la educación actual
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Esta frase la dijo el doctor Ferreiro, sabiendo que cada persona es única y que para poder enseñar primero hay que divertirse. Estamos en un mundo donde la sociedad se forma desde casa pero en la escuela aprenden y los profesores tienen una razón de ser: sus alumnos. Sin alumnos no habrían profesores, ¡ni a la inversa! A los alumnos hay que servirles con tiempo de calidad y respeto, del mismo modo que un profesor quiere ser tratado.
El Dr. Pablo Ferreiro es un reconocido profesor de España que tiene estudios de psicología e ingeniería industrial. Es experto en las personas y últimamente ha dado mucho de qué hablar sobre su opinión en cuanto a los docentes y la enseñanza.
Este doctor explicó que el hombre ha nacido para servir y si lo hace será feliz, por lo que la tarea docente se cumple a medida que también enseñan a los alumnos a servir a otros. Pablo Ferreiro también indicó que en la secundaria se debe enseñar a pensar y en la universidad la persona será más o menos feliz en cuanto sepa servir a los demás, cuánto más sirva, más feliz… para servir hace falta según palabras de Ferreiro, “tener un máster en paciencia y un doctorado en constancia”.
Cómo sirve un docente según Pablo Ferreiro
Sirve a través del amor, el conocimiento, la libertad personal y la coexistencia. Se puede medir cuánto sirve una persona de acuerdo a cuánto amor y tiempo ha regalado en su vida, cuánto conocimiento transmite y cuánto ayuda a otros a conocer. Los profesores deben enseñar a sus estudiantes a que usen su propia libertad.
Ferreiro señala que los valores en la actualidad se desprestigian, y que lo mismo ocurre con el liderazgo. La tarea del docente es que los estudiantes descubran lo más importante del ser humano: la belleza, la bondad, la verdad, la unidad, la existencia… Y para encontrar todo esto hay que centrarse en las personas.
El coaching
La docencia puede asemejarse al «coaching» en ciertos aspectos. Los docentes tratan a sus alumnos de uno a uno y permiten que cada estudiante avance a su propio ritmo, sin forzar el aprendizaje ni el conocimiento. A través de la enseñanza se transmiten valores imprescindibles para la vida, respetando siempre la libertad y esperando que los alumnos sean los protagonistas de su propio aprendizaje, siendo activos en el crecimiento de su conocimiento.
Señala que para ser docente hay que divertirse, divertirse enseñando y divertirse corrigiendo exámenes. Es importante desarrollar confianza con los estudiantes para que éstos sean capaces de comprometerse con el profesor. Hay que exigir con cariño, exactamente igual que se hace con los hijos.
Los alumnos deben describir cuál es su papel en la sociedad, tienen que aprender a pensar, a actuar con ética y desarrollar competencias trabajando en equipo. Para conseguir todo esto las clases deben ser divertidas tanto para el estudiante como para el profesor, porque ambos necesitan motivación. Si un profesor no se divierte es mejor que se dedique a otra cosa.
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