Enseña a los niños a ser flexibles, muéstrales cómo hacer volteretas
Cómo hacer volteretas divertidas con los más pequeños de casa
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Los niños suelen ser flexibles por naturaleza. Más de una vez, con el corazón en la mano, los vemos hacer acrobacias imposibles en las que ponen a prueba las leyes de la gravedad y de las que salen indemnes para tranquilidad de todos. Muchos de esos movimientos los hacen instintivamente, pero hay otros un poco más complejos que aprenden viendo a las personas de su entorno como sucede, por ejemplo, con las volteretas. Sin duda, se trata de uno de sus entretenimientos favoritos a medida que crecen ya que es una manera de poner a prueba sus destrezas físicas.
Sin embargo, lo que pocos padres saben es que más allá de ser un simple entretenimiento, las volteretas son un ejercicio importante en el desarrollo motor y emocional de los niños. Por eso, es importante que, si no han aprendido aún a hacerlas, enseñes a los más pequeños de casa a hacer esta sencilla acrobacia que luego podrán mostrar a sus amigos.
¿Por qué los niños deberían aprender a hacer volteretas?
Las volteretas no son un mero entretenimiento para los niños. Se trata de un ejercicio muy completo que ayuda a los niños a ganar en equilibrio y coordinación, a la vez que mejora su conciencia corporal y su orientación espacial. También fortalece la musculatura de prácticamente todo el cuerpo ya que en esta acrobacia intervienen los bíceps y tríceps, pero también los cuádriceps, los abductores o incluso, las falanges de los dedos. De ahí que sea un entrenamiento ideal para que los peques se mantengan activos y vayan ganando control sobre su cuerpo.
Además, es una manera excelente de ayudarles a consolidar la confianza en sí mismos y a superar su miedo al riesgo, lo cual puede ser un buen ejercicio para reforzar su autoestima a largo plazo. Esto sin tener en cuenta que al tratarse de una actividad física también contribuye a que los niños liberen una gran cantidad de energía y tensiones, haciendo que se sientan más relajados y puedan conciliar mejor el sueño al llegar la noche. ¡Y es una buena forma de mantenerlos alejados de las pantallas!
¿Cuándo los niños están preparados para hacer volteretas?
La edad ideal para comenzar a hacer volteretas puede variar de un niño a otro ya que, entre otros factores, depende del desarrollo físico y motor del pequeño, así como de su equilibrio y coordinación. Sin embargo, como norma general entre los 4 y 6 años los niños ya son capaces de correr, saltar y dar vueltas, por lo que están preparados para hacer sus primeras volteretas. ¿Cómo saber si tu pequeño está listo?
Presta atención a las actividades que realiza el pequeño en su día a día. Si ya es capaz de correr sin irse hacia los lados, salta sin perder el equilibrio y puede subir escaleras o escalar es probable que esté preparado. En cualquier caso, es importante que los motives a que se mantenga en movimiento y que comiences de forma progresiva para evitar que se lesione. Asimismo, anímalo a que explore sus propios límites.
Cómo enseñar a los peques a hacer volteretas sin romperos nada en el intento
En muchos casos, los niños descubren cómo hacer volteretas por sí solos, ya sea por instinto o viendo a otros pequeños de su edad. Sin embargo, si tu hijo no se ha animado a hacer volteretas, también puedes enseñarle cómo se hacen. Obviamente, con mucho cuidado para que ni tú ni él terminen lesionados.
Para ello, elige una superficie blanda, como una cama, una esterilla o el césped para evitar golpes innecesarios. Luego, comienza por una voltereta sencilla, como la voltereta hacia delante, antes de pasar a otro tipo de volteretas como la de la vuelta hacia atrás o la lateral. Cuando estés listo, es momento de enseñarles los pasos a seguir. Te explicamos cómo se hace.
Primer paso
Ponte derecho con las manos hacia arriba y los brazos a la altura de las orejas. Las palmas de las manos deben estar volteadas hacia afuera y la espalda debe tener un ligero arco en relación con la cabeza.
Segundo paso
Agáchate doblando las piernas en un ángulo de unos 90º. Coloca las manos delante de los pies y la cabeza ligeramente curvada entre las rodillas, de manera que puedas ver tu ombligo. Ten en cuenta que el pecho debe quedar perpendicular sobre los muslos.
Tercer paso
Entonces, gírate hacia delante, estirando levemente los pies y las piernas y levantando las caderas por encima de la cabeza. En tanto, lleva la cabeza sobre el suelo, sin llegar a tocarlo, para lo cual mantendrás su posición curvada mientras te impulsas con los brazos.
Cuarto paso
Utiliza los pies y los brazos para impulsarte mientras mantienes los brazos rectos y uniformes. Ten en cuenta que solo necesitas impulsarte, no es necesario saltar, de hecho, si lo haces puedes lesionarte.
Quinto paso
Cuando cojas impulso, levanta las piernas y guía tu cuerpo con los brazos. Al girar, apoya la parte superior de la espalda en el suelo, en lugar de la cabeza, y luego el resto de la espalda hasta llegar al coxis. En este punto, ya puedes levantar los brazos y recuperar el control colocando las piernas en el suelo.
Al terminar la voltereta, tus piernas deben estar dobladas y al girar, debes caer sobre los pies con los brazos rectos frente a ti. Para terminar rueda sobre los pies y utiliza ese impulso para ponerte de pie con los brazos extendidos y el cuerpo recto, todo a la misma vez.
Para evitar lesiones innecesarias, siempre debes meter la barbilla hacia dentro, lo que hará que tu cabeza esté siempre curvada y evitará que toque directamente el suelo. Asimismo, no caigas con la parte media o baja de la espalda ya que podrías lesionarte, asegúrate que siempre apoyas la parte superior. Si prefieres añadir un extra de seguridad al ejercicio, puedes colocar una almohada frente a ti y otra frente a tu hijo para caer sobre ella cuando deis la voltereta.
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