Los niños con TDAH tienen un cerebro diferente
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El TDAH es una de las alteraciones más comunes en la infancia, se estima que afecta a alrededor del 3% de los niños menores de 7 años y a cerca del 5% de los niños en edad escolar. Se trata de una alteración neurobiológica compleja que se desarrolla a partir de la conjugación de varios factores de índole genético, neurológico y socioeducativo. Sin embargo, estudios recientes han descubierto que quienes padecen TDAH también tienen diferencias cerebrales. Una investigación publicada en la revista The Lancet Psychiatry encontró que los niños con TDAH tienen un menor volumen cerebral en cinco áreas distintas, así como un ligero retraso madurativo.
Las diferencias que caracterizan el cerebro de un niño con TDAH
Los investigadores analizaron la estructura cerebral de 1.713 personas entre 4 y 63 años diagnosticadas con TDAH, a través de pruebas de resonancia magnética, y las compararon con otras 1.529 imágenes del cerebro de personas sin la alteración. Se centraron específicamente en siete áreas cerebrales: el núcleo accumbens, el núcleo caudado, el hipocampo, el putamen, el globo pálido, el tálamo y la amígdala.
Los resultados mostraron que las personas con TDAH tenían un volumen cerebral menor en cinco de estas áreas:
- Núcleo accumbens, que desempeña un papel esencial en el procesamiento de la sensación de recompensa y se relaciona con los problemas de falta de motivación que afectan a los niños con TDAH.
- Núcleo caudado, que interviene en el procesamiento de las emociones y las acciones dirigidas a un fin.
- Putamen, relacionado con el proceso de aprendizaje de las actividades motoras y el control de los movimientos automatizados.
- Amígdala, una estructura que participa en el procesamiento de las emociones.
- Hipocampo, un área clave para la memoria y el sentido de la orientación espacial.
Según los expertos, esto explica por qué los pequeños con TDAH tienen dificultades para regular sus emociones y controlar su comportamiento. De hecho, los resultados han ofrecido nuevas luces sobre el diagnóstico del TDAH ya que la magnitud de las alteraciones registradas en el cerebro de quienes padecen el trastorno podría ser comparable a la que se aprecia en otras alteraciones psicológicas como la depresión o el trastorno bipolar. Teniendo en cuenta esto, el nuevo descubrimiento ayudaría a reducir el estigma relacionado con el TDAH en una sociedad que etiqueta a estos niños como problemáticos y que además responsabiliza a sus padres por elegir un estilo educativo incorrecto.
En el estudio también se encontró que quienes estaban diagnosticados con TDAH presentaban un retraso en la maduración del volumen subcortical, en comparación con quienes no padecían la alteración. Esta diferencia podría explicar, junto con los síntomas de hiperactividad e inatención, por qué muchos de los niños con este trastorno muestran un desarrollo cognitivo más lento que el resto de sus compañeros y suelen tener peores resultados académicos en el colegio.
Sin embargo, vale aclarar que no es el primer estudio que encuentra diferencias en el cerebro de los niños con TDAH. Otra investigación, esta vez realizada por expertos de la Universidad de Cardiff, se dio a la tarea de encontrar las diferencias genéticas de los niños con TDAH en comparación con los pequeños que no padecían este trastorno. Para ello, analizaron el genoma de 366 niños diagnosticados con TDAH y 1.000 genomas de niños sin la alteración.
Los investigadores encontraron que los pequeños con TDAH son más propensos a tener duplicados pequeños segmentos de su ADN o incluso carecían de dichos fragmentos. Esta alteración no solo aumenta la predisposición del pequeño a padecer determinadas alteraciones psicológicas sino que también incide en su adecuado desarrollo cerebral, y además, podría estar relacionada con el retraso madurativo que experimentan muchos de estos niños.
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