Niños que se quedan solos en casa durante el verano
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Llega el verano, una fecha esperada para todos los escolares. Son días de vacaciones, de descanso y de actividades divertidas en las escuelas estivales. Pero no es ta bonito para todos los niños y familias. Muchos padres aunque trabajan no tienen dinero suficiente para apuntar a sus hijos a escuelas de verano, ni tampoco para pagar a personas que se hagan cargo de ellos. Deben sobrevivir con trabajos precarios con los que apenas llegan a final de mes, y mientras, los niños quedan en casa, sin vacaciones que disfrutar.
Esta es la triste realidad que muchas familias deben vivir cuando llega el verano. Son situaciones difíciles que deben hacer frente mientras la sociedad mira hacia otro lado. Nada menos que el 77% de familias con padres trabajadores pobres con hijos no reciben ayudas públicas y deben subsistir como pueden para llegar a final de mes.
Con tele y sin supervisión
Las familias con padres trabajadores que apenas llegan a final de mes a causa de sus trabajos precarios tienen problemas para poder llenar la cesta de la compra y los niños, a causa de tantas horas de soledad, pasan demasiadas horas delante de la televisión sin que nadie pueda supervisarles. Según la ONG Educo, nada menos que 580.000 menores españoles entre 6 y 13 años se quedarán solos en casa durante el verano, sin vacaciones, sin divertimento, sin nada.
Sus padres tienen que estar trabajando en empleos precarios y no tienen dinero para poder pagar escuelas de verano ni actividades de entretenimiento para sus hijos. El año pasado ya fueron muchos los niños hijos de trabajadores que no pudieron disfrutar de actividades lúdicas de verano a causa de no poder pagarlos. Según la ONG por lo menos un 85% de los encuestados afirmaban que este año la situación estival iba a ser igual o peor que el año pasado por culpa del aumento de trabajos precarios, mal pagados, con horarios abusivos, con poca conciliación laboral-familiar… Y, ¿quién paga el pato de esta sociedad en crisis que explota a los trabajadores? Los niños.
Trabajadores pobres
Los padres se sienten culpables por la situación que sus hijos están pasando, pero también sienten que están atados de pies y manos. Hay facturas que pagar, unos hijos que mantener y el trabajo escasea para todo el mundo. Los padres sienten que están forzados a que sus hijos se queden solos en casa por la situación laboral y no por la capacidad de los niños.
Los niños entre 6 y 13 años no deberían quedarse bajo ninguna circunstancia solos en casa porque el peligro para ellos es alto. Los padres se van a trabajar con un nudo en el estómago porque no pueden hacer otra cosa. Pero mientras, el Gobierno de nuestro país, ¿qué hará? ¿Querrá quitarles la custodia a los padres de sus hijos por abandono en el hogar o se darán cuenta de la necesidad de becas públicas para que estos niños puedan ir a actividades de verano y comedores para poder tener un verano digno?
Problemas sociales
Pero los niños y niñas que padecen estas circunstancias, además de padecer un verano en casa y disfrutando del escaso tiempo libre de sus padres… El no disfrutar de actividades estivales puede hacer que cuando vuelvan a la escuela no tengan nada que contar a sus amigos y se les etiquete negativamente, con etiquetas vinculadas a no tener dinero y ser pobre.
Los hijos de estas familias necesitan ser atendidos, deben tener los mismos derechos de divertimento que sus amigos y además, también necesitan disfrutar del verano. La parte lúdica de la vida es necesaria e imprescindible para el buen desarrollo socioemocional de los niños de cualquier edad.
Por eso hay organizaciones como la ONG Educo que han sacado un programa de Becas de comedor para que los niños puedan realizar actividades en un entorno de naturaleza y que además no les falte un plato de comida al día. Están en plena campaña para recoger dinero y ayudar a estas familia. Creen que podrán ayudar a unos 5000 niños. Pero son muchos más los niños que también tienen derecho a esto y es el gobierno quien debe poner remedio para que todos los niños puedan tener las mismas oportunidades de divertimentos y actividades lúdicas estivales.
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