Niños políglotas: Más allá del bilingüismo
¿Sabes que tus hijos están “programados” para aprender todos los idiomas que quieran a edades muy tempranas?
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En un mundo cada vez más globalizado, la capacidad de comunicarse en diferentes idiomas se ha convertido en una habilidad altamente valorada. Mientras que el bilingüismo solía ser considerado una ventaja significativa, en la actualidad hay niños que van más allá y se convierten en auténticos políglotas, dominando múltiples idiomas desde una edad temprana.
El niño políglota: cuando dos idiomas no son suficientes
Cuando hablamos de niños políglotas, hacemos referencia a aquellos niños que han adquirido y dominan varios idiomas a una edad temprana. A diferencia del bilingüismo, que implica la adquisición y el uso fluido de dos lenguas, los niños políglotas pueden hablar tres, cuatro o incluso más idiomas. Y, ¿cómo lo hacen?
El cerebro humano: programado para aprender cualquier idioma
El cerebro humano es un órgano asombroso y altamente adaptable, especialmente cuando se trata del aprendizaje de idiomas. Desde una edad temprana, el cerebro de los niños está programado para adquirir y procesar cualquier idioma al que estén expuestos gracias a su plasticidad.
La plasticidad cerebral hace referencia a la capacidad del cerebro para cambiar su estructura y función en respuesta a la experiencia y al aprendizaje. Durante los primeros años de vida, el cerebro de los niños es muy plástico, lo que significa que está altamente receptivo a la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades, incluidos los idiomas.
Por lo tanto, cuando los niños están expuestos a diferentes idiomas, las áreas del cerebro responsables del lenguaje se activan y comienzan a establecer conexiones neuronales específicas para cada uno de ellos. Estas conexiones neuronales, o circuitos lingüísticos, se fortalecen a medida que el niño continúa interactuando y practicando con cada idioma, asentándose rápidamente. Por este motivo, siempre se recomienda que los niños estén expuestos a varios idiomas cuanto antes, mejor.
Beneficios cognitivos de la poliglotía en niños
La poliglotía, es decir, el dominio de varios idiomas, conlleva una serie de beneficios cognitivos y sociales para los niños.
Mejora de la función ejecutiva
El aprendizaje de múltiples idiomas requiere que los niños políglotas gestionen y controlen su atención, memoria, flexibilidad cognitiva y capacidad de inhibición. Estas habilidades son componentes clave de la función ejecutiva, que es fundamental para el pensamiento crítico y la toma de decisiones.
Mayor capacidad para el razonamiento y la resolución de problemas
Al aprender diferentes idiomas, los niños políglotas desarrollan habilidades de pensamiento flexible y creativo. El cambio entre diferentes estructuras gramaticales y vocabularios les ayuda a pensar de manera más adaptable y a encontrar soluciones a problemas de manera más eficiente.
Mejora de la memoria
Aprender nuevos idiomas implica la memorización y recuperación constante de vocabulario, reglas gramaticales y estructuras lingüísticas. Esta práctica repetitiva fortalece la memoria a largo plazo y mejora las habilidades de retención y recuperación de información.
Aumento de la atención y concentración
Los niños políglotas, al aprender varios idiomas, se ven expuestos a una variedad de sonidos, entonaciones y patrones lingüísticos. Este proceso de aprendizaje les brinda la oportunidad de desarrollar y mejorar su capacidad de concentración y atención auditiva de manera significativa.
Desarrollo de habilidades metalingüísticas
Durante la adquisición de diferentes idiomas, los niños desarrollan una habilidad llamada conciencia metalingüística, que se refiere a su capacidad para reflexionar y analizar el lenguaje en sí mismo. Esta capacidad les permite comprender y manipular las estructuras lingüísticas, reglas gramaticales y significados sutiles en diferentes idiomas, lo que les convierte en excelentes comunicadores.
Mayor flexibilidad cognitiva
Los niños políglotas tienen la capacidad de cambiar rápidamente entre diferentes sistemas lingüísticos y adaptarse a diferentes contextos comunicativos. Esta flexibilidad cognitiva les permite adaptarse a nuevas situaciones y enfrentar desafíos con mayor facilidad.
Mayor facilidad para aprender otros idiomas
Una vez que los niños adquieren la habilidad de aprender varios idiomas, les resulta más fácil aprender nuevos idiomas en el futuro. Esto se debe a que han desarrollado habilidades lingüísticas transferibles, como la conciencia fonética, la capacidad de reconocer patrones gramaticales y la adaptabilidad a diferentes sistemas de escritura.
Apertura a otras culturas
Al aprender diferentes idiomas, los niños también tienen la oportunidad de sumergirse en diferentes culturas. Esto les brinda una mayor apertura mental, una comprensión más profunda de las diferencias culturales y tener más empatía hacia los demás.
Mejora de las habilidades sociales
Ser capaz de comunicarse en varios idiomas amplía las oportunidades de interacción social. Los niños políglotas pueden establecer conexiones más profundas con personas de diferentes culturas y pueden participar en una variedad más amplia de actividades sociales.
Ventajas profesionales
En un mundo cada vez más globalizado, tener habilidades lingüísticas múltiples puede ser una ventaja competitiva en el ámbito profesional. Las empresas valoran más positivamente a las personas que pueden comunicarse efectivamente con otras personas de diferentes culturas y países.
Cómo fomentar la poliglotía desde el nacimiento
Fomentar la poliglotía desde el nacimiento implica crear un entorno propicio para el desarrollo de habilidades lingüísticas múltiples:
Exposición temprana a múltiples idiomas
Desde el nacimiento, es importante exponer al niño a diferentes idiomas de manera regular. Para ello, los padres pueden hablarle en diferentes idiomas, leerle cuentos y cantarle canciones en distintas lenguas. Cuanto más temprano se inicie la exposición, más natural será para el niño adquirir múltiples idiomas.
Intercambio lingüístico en la familia
Si en la familia se hablan varios idiomas, cada miembro puede comunicarse con el niño en un idioma distinto. Esto le permitirá familiarizarse con diferentes sonidos, entonaciones y vocabularios desde una edad temprana. Sin embargo, cuando se lleva a cabo esta técnica es importante mantenerla en el tiempo; es decir, si papá le habla en inglés, por ejemplo, deberá hacerlo hasta que el niño tenga consciencia de las lenguas por separado.
Contacto con hablantes nativos
Buscar oportunidades para que el niño interactúe con hablantes nativos de diferentes idiomas es también una buena idea de afianzar los diferentes idiomas y que el niño aprenda, correctamente, la entonación y pronunciación. Para ello, los papás pueden organizar encuentros con amigos, familiares o grupos comunitarios que hablen otros idiomas. Esto ayudará al niño a desarrollar una pronunciación más precisa y una comprensión más auténtica del idioma.
Uso de recursos multimedia
Utilizar programas de televisión, películas, música y aplicaciones interactivas diseñadas para enseñar idiomas a niños es otra buena opción para que el niño mantenga el contacto con varios idiomas. Estas herramientas son muy útiles para proporcionar una exposición adicional a diferentes idiomas y reforzar el aprendizaje de vocabulario y estructuras lingüísticas.
Viajes y experiencias culturales
Si es posible, se debe aprovechar cualquier oportunidad de viajar a países donde se hablen diferentes idiomas. Esto permitirá al niño experimentar la inmersión lingüística y cultural, lo que fortalecerá su motivación para aprender y practicar varios idiomas.
Apoyo emocional y paciencia
Fomentar la poliglotía requiere paciencia y apoyo emocional. Alentar al niño en su proceso de aprendizaje de múltiples idiomas, celebrar sus logros y brindarle un entorno seguro y motivador ayudará a cultivar su amor por los idiomas y su capacidad para adquirirlos.
Dominar diferentes idiomas aporta muchos beneficios, tanto a nivel cognitivo como social. Pese a que pueda parecer que es imposible que algunos niños aprendan varios idiomas, lo cierto es que solo es necesario ponerles en contacto con ellos y propiciar situaciones para que puedan practicar su uso.
- Ruiz Calatrava, M. C. (2009). El aprendizaje de una lengua extranjera a distintas edades. Espiral. Cuadernos del Profesorado, 2(3), 98-103. https://doi.org/10.25115/ecp.v2i3.874
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