Los niños no deberían tener móviles hasta después de los 14 años, según Bill Gates
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¿Podías imaginar que Bill Gates, uno de los hombres más influyentes en el mundo de la tecnología moderna, regula estrictamente el uso que le dan sus hijos a los teléfonos móviles? Así se lo confirmó al diario The Mirror: sus hijos no tuvieron teléfonos móviles hasta que cumplieron 14 años y, tras tenerlos, han debido seguir determinadas normas en casa que regulan el uso que le dan a sus dispositivos.
Según ha afirmado el propio Bill Gates sus hijos deben ceñirse a determinadas reglas a la hora de usar sus teléfonos móviles: les pide que no usen sus teléfonos cuando están en la mesa, que se desconecten a una hora determinada en la noche para que puedan descansar con tranquilidad, a la vez que les incita a utilizar la tecnología con buenos fines, como contactar con los amigos o hacer los deberes.
Bill Gates es consciente de los riesgos a los que se exponen los niños al usar indiscriminadamente la tecnología y por eso ha optado por regular el uso que le dan sus hijos a sus dispositivos móviles. Sin embargo, no se trata del único padre que lo hace, cada vez son más los padres y madres que controlan el tiempo que pasan sus hijos frente a las pantallas.
¿Por qué es una buena idea limitar el acceso de los niños a los móviles?
1. Incrementa el riesgo de obesidad
El sedentarismo que promueve el uso de las nuevas tecnologías se está convirtiendo en un problema de salud cada vez más preocupante, sobre todo entre los niños. Se ha demostrado que la falta de actividad física a estas edades aumenta el riesgo de sufrir trastornos metabólicos como el sobrepeso, la obesidad y la diabetes infantil. Asimismo, puede convertirse en un factor de riesgo de enfermedades más serias como los problemas cardiovasculares.
2. Provoca trastornos en el sueño
Diversos estudios han encontrado que las luces azules que desprenden la mayoría de las pantallas de los teléfonos móviles alteran el patrón de sueño, dificultan la conciliación del sueño y afectan la calidad del mismo. De hecho, los niños que suelen usar estos dispositivos antes de irse a la cama duermen menos horas y descansan peor que los pequeños que no usan los móviles al menos dos horas antes de acostarse.
3. Puede estimular la aparición de conductas violentas
Se ha demostrado que la exposición a los contenidos agresivos y violentos que se encuentran en Internet o los que están implícitos en videojuegos o aplicaciones de los teléfonos móviles no solo afecta el comportamiento infantil sino que fomentan conductas agresivas y violentas en los niños. En práctica, los pequeños que más tiempo pasan frente a las pantallas de sus teléfonos móviles tienden a ser más violentos en la adultez en comparación con los que no utilizan sus dispositivos con tanta frecuencia.
4. Aumenta los riesgos que implica exponerse a las radiaciones
Se ha comprobado que las radiaciones pueden provocar secuelas a largo plazo, sobre todo en los más pequeños de casa ya que son más vulnerables a las ondas electromagnéticas. Pasarse gran parte del día conectados a los teléfonos móviles aumenta considerablemente este riesgo. No en vano la OMS ha incluido a los teléfonos móviles dentro de los dispositivos más peligrosos para la salud debido a sus emisiones radioactivas.
5. Genera adicción
La adicción a los teléfonos móviles aumenta cada vez más entre los niños. De hecho, las estadísticas revelan que uno de cada 11 niños de entre 8 y 18 años es adicto a las nuevas tecnologías. Se trata de un problema que no solo aísla a los niños de sus amigos y familiares, sino que aumenta el riesgo de que padezcan otros trastornos como la ansiedad o la depresión.
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