Niños que hablan solos mientras juegan: ¿Positivo o negativo?
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A muchos padres les preocupa que sus hijos hablen solos mientras juegan. Sin embargo, en realidad se trata de un hábito bastante común, al menos hasta los 5 años, cuando empiezan a involucrar en sus actividades a otras personas. De hecho, hablar consigo mismo forma parte del proceso de internalización del pensamiento, una etapa crucial en el desarrollo cognitivo infantil.
Cuando los niños empiezan a desarrollar el pensamiento, lo hacen primero de forma externalizada, es decir, hablan constantemente en voz alta, de esta manera también aprenden a pronunciar las palabras y a construir bien las estructuras gramaticales. Esto les permite además regular su propia conducta, a la vez que les ayuda a mantener la atención en una actividad específica y a resolver los problemas.
De hecho, un estudio publicado en Early Childhood Research Quarterly demostró que los niños que hablan consigo mismos en voz alta tienen un mejor desempeño en las tareas motoras que aquellos que realizan sus actividades en silencio. Por ello, no es extraño que la mayoría de los niños hablen solos mientras juegan, un hábito que no solo forma parte de su crecimiento sino que también resulta beneficioso para su desarrollo.
5 beneficios para los niños de hablar solos mientras juegan
1. Desarrolla el lenguaje
Hablar consigo mismo es un ejercicio excelente para el desarrollo del lenguaje en la edad temprana. Así lo ha demostrado una investigación realizada en la Universidad de Missouri, en la que se encontró que los niños que hablan solos se autocorrigen con más frecuencia, hacen más pausas para hilvanar bien su discurso y tienen un mayor control sobre lo que dicen que aquellos que no suelen hablar solos.
2. Potencia la inteligencia
Un estudio publicado en la revista Harvard Business Review desveló que hablar solo estimula la confianza en sí mismo y mejora el rendimiento en las tareas. Esto se debe a que hablar en voz alta consigo mismo optimiza el proceso de pensamiento, ayudando a organizar mejor las ideas y a encontrar soluciones con mayor rapidez. Por eso, no es extraño que los niños que hablan solos mientras juegan tomen mejores decisiones en los juegos y sean más creativos que aquellos que no lo hacen.
3. Entrena las habilidades sociales
Hablar solo también es una buena herramienta para entrenar las habilidades sociales de los niños. En realidad, mientras los niños hablan solos, están practicando diferentes formas de interactuar con las personas, a la vez que aprenden a ponerse en el lugar de los demás, lo cual les ayuda a ser más empáticos, tolerantes y comprensivos. Asimismo, ejercitan algunas habilidades comunicativas que les pueden ser muy útiles para el futuro.
4. Estimula la atención
Una investigación realizada por expertos de las Universidades de Wisconsin-Madison y Pensilvania, desveló que hablar consigo mismo es una buena estrategia para estimular la atención y la concentración. Los investigadores explicaron que esto se debe a que cuando los niños hablan solos, deben prestarle más atención a lo que dicen para no perder la idea central de su discurso, lo cual les insta a pasar por alto los agentes distractores del entorno. De esta manera, se concentran más en lo que están haciendo.
5. Mejora el autocontrol
Un estudio publicado en la revista Scientific Reports encontró que hablar solo es un buen ejercicio para entrenar el autocontrol en los niños. Según los investigadores, hablar consigo mismos en tercera persona les permite a los niños mantener cierta distancia psicológica de la situación, lo cual también les ayuda a liberar tensiones, desinhibirse y regular mejor sus emociones. De esta manera, los niños pueden expresar sus preocupaciones y miedos de forma más abierta, a la vez que controlan mejor su ira.
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