¿Cuáles son los mejores sistemas educativos del mundo?

Un buen sistema educativo es la base de una sociedad justa que mira al futuro y apuesta por el desarrollo. También es fundamental para que los niños se apropien de las herramientas que necesitan para enfrentarse al mundo. El psiquiatra norteamericano Karl. Menninger resume el valor de la educación magistralmente en una frase “Lo que se les dé a los niños, los niños devolverán a la sociedad”. Por eso, no es vano preguntarse cuáles son los mejores sistemas educativos del mundo.

La respuesta llega de la mano del conocido Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (Informe PISA), que analiza cada tres años el rendimiento de los estudiantes de diferentes países con el objetivo de realizar una valoración internacional. Estas pruebas son llevadas a cabo por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y son tomadas como un indicador de la calidad del sistema educativo.

Así, se ha podido apreciar que la educación asiática es quien se lleva las palmas. Los primeros puestos en conocimiento, memorización y resolución de problemas prácticos se los llevan estudiantes de:

• Corea del Sur – 554 puntos
• Japón – 536 puntos
• Suiza – 531 puntos
• Países Bajos – 523 puntos
• Estonia – 521 puntos
• Finlandia – 519 puntos

España se coloca en la posición 14, con 484 puntos. En el estudio se concluye que el sistema educativo español se encuentra por debajo de la media europea y que los resultados educativos han empeorado en los últimos años.

¿Cuál es el secreto del éxito asiático?

La fórmula del éxito asiática está compuesta por diferentes elementos, entre ellos largas sesiones de estudio. En una visita realizada al instituto público Jincai de Shanghái, uno de los que han participado en estas pruebas y ha obtenido excelentes resultados, se ha podido apreciar que muchos niños se internan en el colegio y pasan prácticamente todo el día estudiando.

Las clases comienzan a las 8 y durante la mañana tienen cinco asignaturas, más media hora de ejercicio físico. Después del almuerzo, se retoman las clases, se insertan 25 minutos de ejercicios y otros de relajación. Por la noche, después de la cena, hay horario de estudio hasta las 9 de la noche. Y los sábados hay clases de refuerzo. También se incluyen clases optativas de ajedrez, música o dibujo.

No obstante, los profesores asiáticos creen que la clave del éxito radica en la disciplina y el hecho de que la educación sea más estricta que en occidente. En las clases también se potencia el trabajo en equipo y se le confiere una importancia especial a la perseverancia. Además, se preocupan por darle una orientación práctica a todas las asignaturas, para hacer que sean más fáciles y motivadoras para el estudiante.

De hecho, en países como Singapur los colegios aplican lo que se conoce como “ejercicios a pie de calle”, que no es más que llevar los conocimientos de la escuela a la vida práctica. Por eso les piden, por ejemplo, que diseñen su propio plan de jubilación teniendo en cuenta diferentes tipos de interés. Como resultado, los estudiantes son capaces de resolver problemas más complejos y de carácter práctico.

¿Cuál es la fórmula que aplican los otros países que tienen buenos sistemas educativos?

En Finlandia, por ejemplo, creen que el secreto del éxito radica en la colaboración que se ha establecido entre la escuela, la familia, las fuerzas políticas y la sociedad. En este país la educación pública es gratuita y garantiza una excelente calidad, asombrosamente, también pueden vanagloriarse de ser el país con menos horas curriculares del mundo. Sin embargo, en Finlandia ponen un énfasis especial en la selección de los profesores y en la motivación de los estudiantes.

En el caso de Estonia, la clave radica en un sistema educativo que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. Los colegios de este país están híper conectados y proporcionan un entorno virtual común que los estudiantes utilizan para hacer sus deberes. De hecho, no podemos olvidar que en Estonia los niños aprenden programación desde los 6 años.