‘Si me queréis ver, tendréis que ir a mi tumba’: otra víctima de acoso escolar

‘Si me queréis ver, tendréis que ir a mi tumba’, fue la despedida de Lucía, una niña de 13 años que se suicidó por culpa del bullying que llevaba sufriendo desde hace mucho tiempo a manos de compañeros del instituto. El bullying sigue presente en la vida de muchos niños y existen centros educativos que piensan que están atados de pies y manos, pero siempre se puede hacer algo más para evitar este tipo de fatídicos desenlaces.

Se quitó la vida

Joaquín y María Peligros son los padres de Lucía, ellos descubrieron el calvario que estaba viviendo su pequeña en mayo del 2016 y lucharon desde el primer momento para que las cosas mejorasen en la vida de su hija. Después de mucho luchar consiguieron el cambio del centro educativo y que dos de los acosadores fuesen expulsados (uno fue expulsado 5 días y el otro tan solo uno). Los padres de los chicos acosadores parece que nunca hicieron nada para que sus hijos remendaran sus errores. Lucía estaba en tratamiento psicológico y con medicación, pero la angustia que llevaba dentro de su corazón le seguía pesando demasiado.

Lucía, la tarde del martes le dijo a su madre que se iba a probar ropa a su dormitorio, la madre confío en que era cierto lo que su hija le había dicho y se quedó dormida en el sofá. Después, al no escuchar a su hija dentro de su dormitorio entró a su habitación y entorno a las 19 de la tarde la encontró sin vida, Lucía se había ahorcado con una correa lanzándose desde una litera. La pequeña seguía sufriendo el acoso por excompañeros del instituto al que iba antes del cambio, y no aguantó más. Es la última víctima mortal a causa del acoso escolar en España.

Anunció que lo haría tres semanas antes

Nadie se esperaba que fuese algo que realmente pudiera suceder, pero fue el 21 de diciembre de 2016 cuando una limpiadora del que era el nuevo instituto de la pequeña -estudiaba allí desde mayo de ese mismo año-, descubrió en el suelo un escrito de Lucía a modo de despedida, en la carta decía que se sentía sola, que no quería hacer sufrir a nadie de su familia y que si alguien quiere verle, tendrá que visitar su tumba.

Esta carta se la dio el centro a sus padres, pero aún y así ella se quitó la vida. El jueves 12 de enero la incineraron y desde el viernes 13 de enero de 2017, sus cenizas descansan junto a los restos de sus abuelos maternos. Un triste final para una chica con toda la vida por delante. Los padres de Lucía solo quieren que nadie tenga que pasar por el dolor tan inimaginable que ellos están pasando en estos momentos por culpa del acoso escolar.

Das asco

‘Das asco, gorda, fea’ era lo que más le decían varios de sus compañeros, aunque dos de ellos eran los que más lo hacían y movían al resto de compañeros para que se sumaran al acoso escolar, y lo triste, es que los demás compañeros en lugar de defender a la chica, se convirtieron en cómplices solo por seguir a los cabecillas. Desde que empezó el instituto en septiembre de 2015 y hasta mayo de 2016 estuvo sufriendo mucho acoso escolar que sin duda, quebró su corazón. La zarandeaban en el autobús, la insultaban en clase y le hacían la vida imposible… Ella aguantó en silencio durante 9 meses y se fue recluyendo en sí misma. Se desahogaba a través de un diario que descubrieron sus padres donde decía que solo encontraba solución en quitarse la vida… y sus padres esto lo leyeron de su puño y letra.

¿Hasta cuándo se continuará con esta lacra? No hay que olvidar lo que dijo una vez Pitágoras: ‘Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres’.