Cómo mantener el tiempo de sueño en los niños

Cuando los niños son bebés es bastante habitual que se despierten por la noche para alimentarse, pero a medida que van creciendo lo normal es que empiecen a dormir más horas seguidas durante la noche y que de este modo, los padres también puedan descansar. Pero si tu hijo es uno del 20% de los niños que tienen despertares nocturnos, entonces sigue leyendo para que puedas ayudarle a que duerma mejor durante toda la noche.

Existen estudios que indican que el 20% de los niños que tienen entre uno y tres años siguen teniendo despertares nocturnos. Normalmente son las asociaciones de sueño inadecuadas las que provocan que los niños tengan despertares nocturnos. Las asociaciones del sueño son las condiciones que están presentes en el momento en el que se inicia el sueño, el momento en el que los niños se duermen.

Cuando un niño se duerme en unas condiciones en concreto, el niño necesitará las mismas condiciones para dormirse de nuevo después de un despertar nocturno.

Las asociaciones del sueño

Las asociaciones del sueño que pueden parecer apropiadas pero no suelen serlo, como chuparse el dedo, balancearse, necesitar la presencia de los padres, etc. Las asociaciones de sueño problemáticas son aquellas que requieren intervención de los padres y por lo tanto no puede ser restablecido de forma independiente por el niño cuando se despierta por la noche.

Las asociaciones de sueño inadecuadas son la causa principal de los despertares frecuentes por la noche. Es necesario ayudar a los niños a que se duerman, pero también a que permanezcan dormidos durante la noche, pero, ¿cómo conseguirlo si debería ser un proceso natural?

Cómo ayudar a tu hijo a dormir y permanecer dormido

Aquí hay algunos consejos útiles para ayudar a tu hijo a dormir toda la noche:

• Establecer un horario de sueño apropiado para ir a la cama temprano. Si tu hijo se acuesta tarde o demasiado cansado, se despertará más durante la noche. Por eso, es necesario que te asegures de que tu hijo está descansado durante el día y que por la noche puede ir a dormirse a una hora temprana.
• Introducir un objeto de valor para el niño. Los niños a veces necesitan un objeto de transición para dormir solos y que les aporte seguridad cuando no estés con ellos como un juguete de peluche o una manta. Puedes incluir ese objeto de seguridad en la rutina de la noche para que lo asocie con el sueño.
• Establecer una rutina constante con actividades tranquilas y agradables, como un baño o un cuento para dormir. También puede ser un momento para conectar con los hijos, cantándoles nanas para dormir, por ejemplo.
• Es necesario tener un ambiente para dormir tranquilo en el dormitorio, por lo que es importante atenuar las luces y potenciar un ambiente sin ruidos ni distracciones.
• Pon a tu hijo en la cama despierto antes de salir de la habitación. Es clave que tu hijo aprenda a dormirse por sí solo así aprenderá a dormirse solo cuando se despierte por la noche.
• Si tu hijo llora o grita ve a ver qué ocurre. Espera el tiempo que veas necesario y comprueba que tu hijo está bien de nuevo, vuelve si cuando te marchas sigue molesto. Las visitas deben ser breves como mucho de un minuto y nada estimulantes. Dile con calma a tu hijo que es hora de dormir y que si necesita algo estás en la otra habitación.

Un enfoque gradual

Si crees que tu hijo necesita aún más seguridad es probable que quieras que el proceso sea gradual. Para conseguirlo cuando acuestes a tu hijo despierto en su cama o cuna, ponte al lado con una silla y cuando veas que se duerme te marchas. Después a los dos días prueba a poner la silla un poco más lejos de la cama hasta que llegue un día que te quedes en la puerta, el siguiente paso será no estar a su vista.

Sé constante y no te des por vencido/a. Las primeras noches serán más difíciles y probablemente la segunda o tercera noche sea la más complicada, pero piensa que es una transición y que pronto podrás ver mejoría en el hábito del dormir de tu hijo, y lo mejor es que aprenderá a dormir solo.