Mamás solteras: consejos para criar a los pequeños desde el amor y la paciencia

La crianza de un hijo siempre es complicada, por lo que cualquier ayuda siempre es bienvenida. Cuando la pareja se dedica al cuidado de la familia, son muchísimas las tareas que se pueden repartir. Sin duda, algo que resulta muy valioso para garantizar un buen estado de salud, tanto de los progenitores como del resto de la familia. No obstante, hay un colectivo que no siempre cuenta con esta ayuda: las mamás y los papás solteros. Ellos deben asumir todas las tareas del hogar y del cuidado de sus hijos, algo que puede ser muy agotador y estresante. No obstante, siempre hay pequeños consejos que pueden ayudar a superar estos momentos de máximo estrés familiar.

Consejos para la crianza de los niños para papás y mamás solteras

Antes de entrar en más detalles, es importante destacar que la organización es vital en cualquier familia. Sin embargo, los papás y mamás solteras deben serlo muchísimo más: establecer un tiempo para los cuidados básicos del bebé, para hacer las pequeñas tareas del hogar repartidas por días y, sobre todo, priorizar un momento de tranquilidad diario nos permitirá avanzar en este proceso mucho más tranquilos y descansados. Pero, con todo, hay otros pequeños consejos y rutinas que también podemos aplicar en nuestro día a día.

Crianza positiva: menos berrinches y estrés, más efectividad

La crianza positiva nos permite acercarnos a nuestros hijos de un modo más tranquilo y pausado. Si la empleamos desde el primer momento, la conexión con nuestro bebé siempre será más intensa y podremos disfrutar de una crianza menos estresante. Así, los temidos berrinches serán menos importantes si optamos por este modelo de crianza desde el inicio de la maternidad. Del mismo modo, el vínculo familiar también puede llegar a ser mucho más fuerte.

El apego seguro, siempre

La crianza positiva y el poder tener tiempo de tranquilidad con nuestros hijos nos ayudará a crear un apego seguro, aunque estemos criando a nuestros hijos solos. Este apego se fundamenta en el amor y la confianza, y no en el número de personas implicadas en la crianza. Por ello, una vez más, es importante una buena organización que nos permita pasar tiempo de calidad con nuestros hijos y forjar esta unión tan especial.

Pedir ayuda cuando sea necesario

No todos los papás y mamás solteras tienen la suerte de contar con alguien que les pueda ayudar en un momento dado. Sin embargo, cuando existe esta posibilidad, es fundamental hacer uso de ella: conseguiremos un poco de tiempo para dedicárnoslo a nosotros. Y, estos pequeños momentos marcarán una gran diferencia en nuestro estado de ánimo y salud. A cuanto mejor estemos nosotros, mejor estarán nuestros hijos.

Límites y normas: más vitales en este caso

Los límites y las normas son esenciales en la crianza en cualquiera de sus estilos. Sin embargo, cuando somos madres o padres solteros, estas deben estar aún más claras y presentes. No solamente contribuirán a un mejor funcionamiento del hogar, sino que nos evitarán muchas discusiones y estrés.

Como siempre, en este punto, os recomendamos establecer las normas desde el amor, la compasión y la empatía. Es importante que nuestro hijo vea que puede contar con nosotros en todo momento y que estamos a su lado para explicarle todo lo que nos quiera preguntar, lo que no entienda, etc.

La comunicación debe ser siempre fluida, atenta y desde la sinceridad. Debemos aprender a expresarnos con tranquilidad y serenidad, a la vez que debemos alentar a nuestros hijos que hagan lo mismo. Es fundamental tener paciencia en estos momentos y dejar que ellos mismos nos vayan mostrando sus inquietudes. De este modo, además de tener una comunicación fluida y efectiva, estaremos ayudándoles en el desarrollo del lenguaje, de la comprensión y la concentración.

Comparte tu experiencia con él y guíate por tu instinto

¡No lo dudes! Tu intuición siempre te llevará por buen camino a la hora de criar a tu hijo. Por ello, decimos que debemos mantener la calma (tanto como podamos), pensar y reflexionar las cosas antes de dar pasos, etc. Esta voz interior que nos guía solamente la podremos escuchar cuando estemos atentos a ella. Por esto, ¡con calma!

Además, también es importante que compartamos con nuestros hijos experiencias de nuestra vida. Somos sus referentes, y estarán encantados de escucharnos y, de ello, aprenderán. Aprenderán muchísimo, no lo dudéis. Si siempre somos sinceros y transparentes con ellos, la crianza será mucho más fácil y, os aseguramos, que vuestra relación con los hijos será mucho mejor: os verán más accesibles porque, al fin y al cabo, sabemos reconocer cuando nos equivocamos, hemos pasado por malos momentos, buenos, etc.

Celebrad vuestros logros

Los logros de los pequeños siempre se deben celebrar. Sin embargo, cuando criamos a los hijos nosotros solos, es valioso que también celebremos los nuestros. Conjuntos. Ya que ambos tenemos que hacer mucho trabajo por nuestro lado. Nosotros debemos trabajar y cuidar de los niños en solitario, algo que no todo el mundo debe hacer. Es un esfuerzo y, por ende, debemos poder celebrar esta fortaleza. En cuanto a los peques, no deberíamos perder de vista que también hacen esfuerzos cuando son criados por un solo progenitor. Por ende, debemos validar también sus avances, progresos, su comprensión, etc.

Nunca te desanimes: la recompensa a tus esfuerzos llegará

Por último, ya solo nos queda decirte que… ¡No te desanimes! Nunca. Por muy complicada que una situación pueda parecer, te aseguramos que se supera. Este esfuerzo que vas a hacer, se verá recompensado con creces cuando veas que tu hijo es autónomo, consigue salir adelante y, sobre todo, que vuestro vínculo es mucho más fuerte de lo que jamás hubieras podido imaginar.

Criar a los hijos siempre es una grata experiencia, aunque no está exenta de complicaciones y baches que deberemos ir sorteando. Sin embargo, cuando debemos criar a los hijos en solitario, estos baches son más notables y complicados de superar. Pero, con unos pequeños consejos, mucho amor y comprensión, la crianza acabará representando el mejor momento de nuestras vías.