Mamá: sigue estos hábitos para no perder la cordura
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La salud física de una mujer debe cuidarse desde el momento en que queda embarazada, pero también es muy importante que cuide su salud mental para no perder la cordura. Si eres madre notarás que en ocasiones parece que tu salud mental se resiente a causa de todas las responsabilidades y quizá también, del poco tiempo que tienes para dormir y descansar adecuadamente. Si además te quedas con tus hijos las 24 horas del día porque has decidido sacrificar tu vida profesional para su cuidado, entonces, debes tener otras cosas en cuenta.
Es cierto que estar con los hijos todos los días es una bendición porque tendrás la oportunidad de verles crecer y ellos te tendrán presente todo el tiempo. Aunque hayan personas que te digan que eres una afortunada por poder estar con tus hijos siempre, tú sabes que la realidad de una madre que se queda en casa es otra muy diferente. ¡Estos consejos también sirven para los papás que se quedan en casa al cuidado de los niños!
Lo que los demás no entienden
Las personas que no tienen hijos o que no se quedan a su cuidado todo el día (y al cuidado del hogar) no entenderán que el tiempo es demasiado corto para ti. Son muchas las responsabilidades y las horas pasan volando. Como madre que eres, querrás tenerlo todo impecable porque “para eso” te quedas en casa, ¿verdad? Y por culpa de ese pensamiento, no tienes ni un momento para tu descanso o simplemente para cuidarte lo que necesitas.
Por todo esto, es necesario que seas consciente de que aunque te quedes en casa al cuidado del hogar y de tus hijos, tienes que empezar a tener unos hábitos que salvarán tu cordura, y mucho más importante… te permitirá disfrutar realmente de la maternidad y de tus hijos todo el tiempo.
Organiza el día
Tu principal tarea será estar bien organizada para que no sientas que el caos se apodera de tu día. Estar en casa no significa que estés todo el día en el sofá, ¡y eso lo sabes bien! Pero aunque no pares ni un minuto te darás cuenta de que las horas pasan demasiado rápido, por lo que es necesario que te hagas una lista de tareas con las necesidades de cada día y que empieces por la primera… Aunque debes ser flexible y lo que no te dé tiempo, delega o simplemente déjalo estar. Tus hijos también necesitan que pases tiempo de calidad con ellos. Respeta los horarios que te pongas pero sin obsesionarte con ello.
Despiértate antes que los niños
El tiempo que tus hijos están en la cama es una gran oportunidad para poder avanzar en las tareas y así tener menos que hacer cuando ellos estén contigo. O también puedes aprovechar ese tiempo para que sea para ti, como hacer ejercicio, darte un baño o desayunar tranquila. De esta manera cuando tus hijos despierten tendrás la energía suficiente para poder disfrutar de ellos… sin más y sin estrés.
¡No olvides tu vida social!
Tu vida social también es importante y no debes dejarla de lado… así que queda con tus amigas para distraerte y pasar un buen rato. Algo tan simple como ir a tomar un café o ver una película en el cine te hará renovar energías, ¡y seguro que te ríes un montón! También puedes quedar con tus amigas para que los niños jueguen en el parque… Piensa en cómo te irá mejor, pero no olvides socializar.
¡Diviértete en familia!
Tus hijos necesitan pasarlo bien a tu lado para desarrollarse correctamente. Nunca olvides jugar con ellos a su manera. Ese tiempo es oro para ti y también para ellos… Todos seréis más felices a lo largo del día si lo pasáis bien juntos.
No te sientas culpable
No te sientas culpable por buscar un ratito para ti, para cuidarte y mimarte, aunque solo sean 10 minutos. Recuerda que nadie es perfecto y a veces es posible que sientas que todo lo haces mal o que no has nacido para tener hijos. Tus hijos te van a querer siempre con todo su corazón, con tus virtudes y tus defectos. Que estés a su lado todo el tiempo es el regalo más grande y más preciado que le estás haciendo para toda la vida.
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